Capitulo 6, Temporada 4

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Tras lo ocurrido en aquel callejón con el contenedor de basura y su contenido, tuve que armarme de valor para contarle a Kenji lo que estaba pasando, que Dafne está en manos de nuestro enemigo. El reacciono empalideciendo y exigiendo efusivamente que alguien le diera tabaco, le vi tan afectado que en todo el trayecto hacia su oficina en la empresa, no he tenido el corazón para devastarle con la noticia de que el Bulgaro no tiene interés en negociar un rescate.

Al llegar a la entrada más directa a la oficina antigua y más privada y aislada de Kenji, por la zona empaquetar y cargamento, me doy cuenta de lo poco cuidadosamente que se ha manejado el secuestro de la Damita. Nadie está en su puesto o haciendo su trabajo, estaban reunidos en pequeños grupitos hablándose y mirándose con los seños fruncidos, al salir del auto y caminar hacia la puerta del elevador todos los ojos se posaron en nosotros y el aire ya tenso se cargó de murmullos, todos lo saben.

Antes de que pudiera empezar a marcar el código de acceso las puertas se abren revelando a una Daisy hasta aquel día desconocida para mí, sin maquillar, despeinada y súbitamente envejecida, completamente demacrada. Su semblante usualmente jovial, ahora azorado, resulta profético, algo está a punto de pasar.

— ¡Qué bueno que estas aquí!—él esta muy ocupado lidiando con su miedo que no es capaz de leerlo en los ojos vidriosos de Daisy—¡Subamos para que me comuniques con el Bulgaro!—al no obtener de Daisy más que un pesado suspiro mientras le ve a los ojos, se impacienta—¡¡Ahora!!

—Kenji...—le nombra con voz débil, jamás la había escuchado llamarlo por su nombre antes—No necesitas contactar al Bulgaro, él se ha puesto en contacto —mientras habla se acerca a Kenji y le coge maternalmente por los hombros.

— ¿Qué te dijo?—ya intuye la clase de noticia que avecina.

—Dijo...—la voz se le quiebra y a Kenji la templanza—... dijo que te ha enviado un regalo.

— ¡¿Qué dices?! ¡¡ ¿Qué me ha enviado?!!

—No lo sé. Es un paquete, bajaba a buscarlo.

Capítulo 26 de "El Principito". Fragmento:

El Principito, después de un silencio, dijo:

—¿Tienes un buen veneno? ¿Estas segura de no hacerme sufrir mucho?

Me detuve con el corazón oprimido, siempre sin comprender.

— ¿Pero que me estas contando?—Kenji se muestra perplejo e inconforme, hasta irritado, por el giro en la trama— ¿Ahora quiere matarse haciéndose morder por una serpiente el mocoso este? ¡No me digas que realmente le creyó la mentira de que mordiéndolo lo devolverá a su hogar!

—Efectivamente pretende dejarse morder por la serpiente pero...

— ¿Qué rayos le pasa por la cabeza? ¿Qué con su rosa, el piloto y su amigo el zorro? ¿Qué pasa con todas sus aventuras? ¡¿Va a abandonarlo todo así nada más?!—esta tan inconforme de los capítulos finales de esta novela corta, como todos los fans de Juego de Tronos de la octava temporada.

—No pienso que haya tomado la decisión a la ligera —lo último que pretendía era justificar a un personaje ficticio, lo que buscaba era ver con qué argumentos defendería su enfado.

—¡Pero por supuesto que toma la decisión a la ligera!—refuto, sonando ofendidísimo por mi comentario—Dejo a su flor para viajar tanto, para conocer tantas cosas y a tantas personas, hizo tantas preguntas y tuvo tanta suerte de que a pesar de toda su maldita ignorancia lo encontraran seres que le tomaran cariño aunque no fuera más que un mocoso estúpido—pronunciaba el "mocoso estúpido" con un tono de desprecio y una expresión de repugnancia, que me revolvía algo por dentro—¿Toda su tristeza va a ser en vano?—arqueo las cejas hacia abajo en un gesto acongojado que le hacía verse tan frágil y vulnerable.

Crónicas de mi Amo, Hijo segundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora