Capítulo 20, Temporada 2

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No se cómo acabo su mano en mi regalo, delicadamente envuelta en las mías. En todo el camino no habíamos compartido una sola palabra, no nos hizo falta. Nuestras manos ya se habían reconciliado, solo faltaba el resto de nosotros. Casi me sentí decepcionada cuando la limosina arribo en su puerto, frente a la mansión:

— ¿Sergio?

— ¿Si, amo?

— ¿Esta limpio tu pañuelo?

Sin mirar hacia detrás siquiera, Sergio lanzo su pañuelo por la ventanilla justo a la mano libre del amo, ¡pero que eficiencia!

Su mano abandono las mías, para envolver mi hombro derecho rodeándome con el brazo. Tapizando la punta de su dedo con un extremo del pañuelo recorrió a toquecitos toda la zona inferior de mis ojos, del lagrimal hacia el rabillo. Dándole la vuelta dejo el pañuelo frente a mi rostro, no entendí para que hasta que Kenji moviendo la mandíbula hizo bailar su nariz, justo como lo hacía la protagonista de "Embrujada". Solté algunas risitas antes de sonarme.

La mano de Sergio, que ya se me estaba asemejando a la mano sirviente de la familia Adams, se asomó por la ventanilla y atrapo la bola de tela que se le devolvió. ¡Ojala n ose haya embarrado con mis mocos! Con una mano en la parte posterior de mi cabeza y la otra en mi mejilla se acercaba lentamente, mis ojos se cerraron y mis labios se separaron receptivos ante un beso que era para el hematoma en mi pómulo.

Mis dedos clavados en la solapa de su chaqueta no deseaban que nos soltara. Ya en la cima de la escalera, en el segundo piso, la firmeza de su agarre se desvanecía pues se suponía debíamos tomar caminos en direcciones opuestas. Me conmovió la expresión de incredulidad de mi amo cuando constato no solo mis dedos se negaban a dejarle ir sino que mi sonrisa le invitaba a seguirme a mi habitación.

Ya parados sobre la alfombra del lado izquierdo de mi cama, parecía no tener idea de lo que pretendía descalzándome y despojándome de las joyas, más una vez que mis bragas se deslizaron cayendo en mis tobillos y la copa de silicón adherible salió de mi vestido, no perdió el tiempo saliendo de su chaqueta y remangando su camisa.

Me contemplo recostada en la cama como a un cuadro impresionista, con los dedos de su mano derecha rozaba mis tobillos ascendiendo hasta las rodillas que se separaron sin dificultas para darle la bienvenida y con la otra mano manipulaba deliberadamente lento su cinturón, evitando hacer movimientos bruscos para que yo no pudiera temer que albergaba intenciones hostiles.

Colocándose a horcajadas sobre mí en la cama, extendió ambas manos y le ofrecí las mías, junto ambas muñecas y las aseguro con los brazaletes colocándolas por encima de mi cabeza poniendo sobre ellas todo el peso de su brazo para que no me moviera y descendió el beso que mis labios tanto anhelaban. Me había subido el vestido dejándome expuesta, podía sentir la presión de su bragueta entre mis piernas. Su cuerpo se separó del mío e iba a desenroscar la punta del poste de mi cama para luego ir en busca de la cadena. No quería esperar a que preparara toda esa parafernalia:

—No me moveré, Amo, lo prometo—le susurre mirándole a los ojos.

Por un momento dudo, pensé que no me haría caso, pero desabrocho sus pantalones y los deslizo quedando su pelvis desnuda. Sin quitarme la mirada del rostro se deslizo dentro de mí como una tabla de surf entre las olas, con más facilidad y naturalidad que nunca antes.

Besándome con más ganas incluso que con las que me embestía, se detuvo de repente y dejando mis muñecas libres, tanto de su agarre como de el de los brazaletes me advirtió en voz baja:

— ¡Solo no vayas a quitarme la camisa o a meter tus manos por debajo de ella! ¿De acuerdo?

—Sí, amo—casi llore de alegría al poder rodearlo con los brazos mientras me daba placer—Le quiero, amo Kenji—casi me arrepentí de mi declaración, paro en seco cuando más a gusto estaba y me miro con incredulidad, como si le hubiera propinado una bofetada.

— ¿Qué has dicho?—tenía el ceño fruncido.

—Le he dicho que le quiero, amo—sentía que me estaba haciendo algún tipo de acusación.

—Me parece que jamás te aclare que esto no es parte de tus funciones, no te exigiré nunca que finjas esta clase de cosas como parte de tu obediencia. No tienes que...

—No estoy fingiendo nada, amo Kenji, se lo digo es por qué es lo que siento—aparto la vista de mí y mascullo entre dientes.

—Vas a decirme también que no me guardas rencor por las ocasiones en las que te he castigado—dijo en tono irónico.

— ¿Me creería si le dijera que no?—me observo como a un acertijo—Odio el miedo y el dolor que me hizo sentir pero no le odio a usted. Y me siento agradecida de haberle encontrado. Si mi destino deberá por siempre pender de las manos de alguien, me alegro que sea de las suyas, amo. Y le quie...—pare de hablar por que quise, pues lo que cubrió su mano fueron mis ojos, no mi boca.

Sentí todo su cuerpo convulsionar, agitarse violentamente sobre el mío. Sentir su mejilla sobre la mía y su cálido aliento acariciar mi oído me estremeció, casi tanto como me conmovieron sus palabras.

—Me ha causado tanta pena...verte llorar así,...verte tan triste—las palabras salían con dificultas de su garganta—¡No vuelvas...a provocarme de ese modo...en lo que te reste de vida!—me beso y sujetándose con firmeza de mi hombro y cabeza volviendo a moverse lentamente dentro de mí—De ahora en adelante...—le susurro a mi cuello—estaré más al pendiente de tus necesidades—sus palabras y el placer carnal que me brindaba hicieron que brotara de mis labios una amplia sonrisa—intentare ser más flexible ¿De acuerdo?—podía verme reflejada en sus pupilas.

Para mí, a su manera, esta fue la disculpa más sincera y el más tierno y profundo "Te aprecio". Por primera vez, no tan solo con Kenji sino en toda mi vida, sentí mi cuerpo como una rosa que florecía. Plena y confiada me abría y acogía, con mis brazos, mis piernas, mis labios, mi mirada, mi sexo y mi corazón, al hombre que había aprendido a querer.

Hola, mis Pequeñas Inmortales!! Como estan?

Que les ha parecido el cap? Creen que el amo Kenji se portara bien de ahora en adelante o es solo cuestion dde tiempo para que vuelva a cagarla?

Hablando del bicho del 2020(Covid): Les emociona la noticia de que ya hay una vacuna en la tercera face, que pronostican se estara distribuyendo a principios del proximo año, tanto como a mi?

Nos leemos el domingo, feliz fin de semana. 

Crónicas de mi Amo, Hijo segundoWhere stories live. Discover now