Capítulo 11

76.8K 4.4K 181
                                    

MYLA POV

¡Me cago en la puta! Oh, Dios,que hombre. Jamás pensé que era esto lo que me iba a encontrar. Esperaba un cuarentón, calvo y barrigón o por ejemplo un viejo verde y cascarrabias. Pero este hermoso hombre jamás. Es muy alto, fornido, de tez blanca y cabello tan negro como el mío. Pero esos ojos, esos ojos tan azules con esa mirada intensa que me taladran las entrañas. ¡Oh, que Dios me ayude! .... ¿Qué carajos te pasa, Myla? Le envío un texto a Liz....

"Tenemos que hablar muy seriamente."

" ¿Qué pasa? ¿Todo en orden? "

" Tu amigo no era lo que esperaba."

" Ohh....está muy mono,¿cierto? "

" ¿Mono? Esa descripción ni siquiera cubre el verdadero adjetivo para él. "

"Ja...ya hablaremos. ...diviértete. "

Por Dios, estoy muy nerviosa. No he estado sola con un hombre en muchísimo tiempo. Al menos al parecer es muy educado. Estoy congelada, así que sigo frotando mis manos cubiertas por los guantes. Lo veo mirarme de reojo al entrar a la camioneta y prende la calefacción y se quita su chaqueta. El olor de su perfume me azota como una bofetada, huele divino. Tira su chaqueta al asiento trasero, pero al hacerlo se acerca un poco a mí que estoy en el asiento del pasajero. Me quedo paralizada. Se me queda viendo y cuando lo miro directamente a los ojos, estos tienen una expresión intensa y penetrante y está muy serio. No puedo sostenerle la mirada, así que bajo la vista a mis manos hasta que lo oigo hablar con voz ronca.

- ¿Lista? - lo vuelvo a mirar.

- Sí - le digo con voz muy baja y veo un amago de sonrisa en sus labios.

¿Qué diablos me pasa? Estoy temblando. Este hombre me intimida y eso no me gusta. Esto no es bueno. El viaje va en silencio y dura unos diez minutos que parecieron una eternidad. Me trajo a IHOP. ¿Cómo lo supo? Se estaciona y cuando voy a abrir la puerta...

- No - dice con fuerte autoridad y me deja pasmada con la mano suspendida en el aire - Yo te abro - yo sólo asiento con la cabeza llena de pánico.

Se baja de la camioneta y me abre la puerta y me dice "Ahora sí puedes bajar" ...y me sonríe, una sonrisa celestial que le llega a los ojos. Yo sólo le devuelvo una media sonrisa que más bien parece una mueca. Luego recoge su chaqueta del asiento trasero.
Caminamos hacia la puerta y se apresuró a abrir la puerta para mí. Cuando estoy a punto de entrar, pone su mano en mi espalda baja, lo que me hace dar un respingo y voltearme hacia él con cara de espanto y él sólo me regala a cambio esa hermosa sonrisa otra vez. Me guía hacia una mesa vacía y solitaria. Sigo caminando sin rechistar. Llegamos a la mesa y toma asiento frente a mí. Después de unos instantes en silencio, una mesera llega para tomar la orden y servirnos café. Es mi lugar favorito, adoro los pancakes con beicon, café y algo de fruta. Desde que nos sentamos he sentido su mirada intensa sobre mí. Incluso cuando pidió su desayuno-almuerzo no miró a la camarera que babeaba por él, sólo a mí. Me estaba poniendo muy nerviosa, hasta que habla por fin.

- Te ves exhausta - dice examinándome.

- Lo estoy. Mucho. En realidad no he dormido bien - digo con las manos en mi taza de café.

- ¿El vuelo?

- Estuve despierta desde ayer a las ocho de la mañana, hora de Italia y sólo pude dormir en el avión que no es para nada cómodo y menos después de casi veinticuatro horas despierta - contesto sin mirarle.

- Uau...te debes sentir fatal - asiento con la cabeza - Aunque realmente te ves preciosa para haber pasado una mala noche - ese comentario me obliga a mirarlo. Tiene la cabeza ladeada y le veo un brillo raro en los ojos. Tiene el ceño fruncido pero no puedo captar el por qué. No sé qué contestar a ese comentario. El sigue mirándome. De momento aparece la mesera con nuestra orden lo que me hace quitar la mirada de él. Lo vuelvo a mirar y noto que está fulminando a la mesera con la mirada y ésta se apresura a marcharse. ¿Qué carajos le pasa?

Me perteneces (COMPLETA)Where stories live. Discover now