Capítulo 24

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KHRIS POV

Luego de haber desayunado, nos dirigimos al aeropuerto en busca de su equipaje. Ella se mantuvo en silencio y cabizbaja durante el desayuno y durante el trayecto de ida y vuelta al aeropuerto. Durante todo ese tiempo estuve pensando en que demonios me pasa con ella, en el por qué la deseo tanto y tan desesperadamente. Tampoco comprendo porque he sido tan violento con ella. Yo no soy así. Al menos ya no. Llevo mucho tiempo controlando mi carácter y el haberla lastimado de esa manera me pone enfermo. Es tan hermosa y la deseo tanto que duele. Me hace sentir frustrado el hecho de que ella no quiera lo mismo de mí, que no ceda ante mí. Es la primera mujer que me hace frente y se niega. Aunque, de hecho, todas las demás se han ofrecido, incluso han suplicado sólo por salir en una portada. Como la resbalosa de Camille. Ella lleva meses insistiendo en una cita, en una segunda vez. Pero me niego, y más ahora que he conocido a Myla. Camille fue solo un error más y no pienso volver a repetirlo.

Pero Myla es diferente. Es una mujer fuerte que se defiende aunque no lo parezca. Es hermosa y única. No la conozco lo suficiente, pero sospecho que lo es. Siento unas ganas incontrolables de tenerla, poseerla y cuidar de ella. Debo tenerla. Tengo que tenerla. Pero comportándome como un cabrón, como un animal y un salvaje no lo voy a conseguir. También necesito averiguar por qué reaccionó de esa manera anoche. Por qué se hizo esos arañazos en el cuerpo. Se le veía perdida. De hecho debo averiguar todo de ella.

Llevo sentado en mi estudio mirando la cuidad através de los cristales desde que llegamos del aeropuerto hace más de veinte minutos. Necesitaba un whisky para relajarme y pensar. Salgo del estudio en busca de ella. Voy a la habitación y no está. Salgo al salón y tampoco la veo ni en la cocina. Cuando regreso al salón entrando en pánico pensando que se ha ido, escucho un sollozo. Busco con la mirada y la veo sentada en el suelo abrazándose a sí misma. Voy hacia ella. Está envuelta en sus pensamientos mirando através de los cristales del salón.

- ¿Myla? - pregunto en voz baja para no asustarla. Al percatarse de mi presencia se limpia las lágrimas bruscamente e intenta esconder su rostro. Sólo espero no ser el responsable de esas lágrimas. Me siento en el suelo rápidamente frente a ella. Tomo su rostro en mis manos y la miro fijamente. Ella trata de evitar mirarme - ¿Estás bien? - ella sólo asiente - ¿Necesitas algo? Puedes contarme lo que sea.

- Gracias, pero estoy bien.

- ¿Entonces por qué estás así, te sientes mal?

- En serio, estoy bien. Por favor, no insistas.

- Está bien, no voy a insistir. Pero ya deja de llorar por favor. Tus ojos son demasiado hermosos como para que derramen lágrimas. ¿Podrías mirarme? - ella levanta la mirada. Me mira todavía con lágrimas en sus hermosos ojos. No entiendo por qué me duele tanto verla así - Quiero pedirte disculpas por mi comportamiento anterior.

- ¿Por qué exactamente te estás disculpando?

- Por haberte gritado y por haberte marcado las muñecas. De verdad lo siento. No suelo comportarme así.

- ¿Sólo por eso te vas a disculpar? - pregunta incrédula.

- Sí. No pienso disculparme por besarte ni por lo que deseaba que pasara entre nosotros. Eso todavía lo seguiré intentando y no voy a perder ninguna oportunidad que se presente para besarte. Me encantan tus labios y el sabor de tu boca - ella sólo me mira - De hecho, no sé qué demonios me pasa. Nunca me había sentido de ésta manera. Y es muy frustrante - capto su atención.

- ¿De qué hablas? ¿A qué te refieres?

- A que nunca una mujer me había hecho sentir de ésta manera. Nunca había sentido unos deseos y unas ansias tan inmensas de poseer a una mujer. Eres hermosa y lo sabes.

Me perteneces (COMPLETA)Where stories live. Discover now