Capítulo 23

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MYLA POV

Me despierto sobresaltada. Está todo un poco oscuro. Cuando trato de moverme, unos brazos fuertes me rodean.

- ¿Te encuentras bien? - oigo la voz de Khris.

- Sí. Gracias - la claridad en la habitación es muy tenue, pero puedo apreciar su hermoso rostro. Acerca su rostro al mío y me lo acaricia con las yemas de sus dedos.

- Siento mucho lo que pasó anoche. No debí besarte. De haber sabido que te pondrías así no lo hubiera hecho.

- ¿Qué? No, no...no pienses que fue porque me besaste que me puse así. No tiene nada que ver. De hecho... ¿podríamos pretender que nada pasó por favor? - le digo con un hilo de voz.

- ¿Qué? ¿Por qué? - me suelta de su abrazo y se sienta en la cama. Creo que está molesto.

- Porque no tiene sentido darle vueltas al asunto. Fue algo sin importancia.

- ¡¿Sin importancia?! - se levanta bruscamente de la cama y enciende la lámpara de la mesa de noche. Me señala con un dedo y me mira serio - ¡Sabes perfectamente que si ese maldito teléfono no hubiera sonado hubiéramos terminado en ésta misma cama pero de una forma muy distinta! - me dice exasperado. Está muy molesto - ¡Así que no me vengas con eso de que no tuvo importancia!

- ¡Pues no la tuvo! Y no pasó nada, y tampoco pasará, que te quede claro! - me levanto de la cama y le hago frente. Levanto la cabeza para poder mirarlo a los ojos. Es muy alto pero me lleno de valentía - ¡No eres más que un prepotente y un arrogante! ¿Te crees que me vas a tener abierta de piernas sólo con chasquear los dedos? ¡Pues te equivocas imbécil, ni te creas tan interesante!

- ¡Y una mierda! Sabes que te mueres porque termine con lo que empecé ayer! ¡No te hagas la estúpida conmigo! - le doy una cachetada y se agarra la mejilla sorprendido.

- ¡¿Estúpida?! ¡Eres un cabrón hijo de puta! - de lo último que soy consciente es de sus manos agarrando bruscamente mi rostro y besándome con total brutalidad. Me estrella contra la pared y con su cuerpo me aprieta contra ella. Me aprieta tanto que mi cuerpo se queda suspendido en el aire. Casi no puedo respirar. Comienzo a entrar en pánico. Trato de empujarlo, pero no se mueve ni un solo centímetro. Lo halo fuertemente del cabello y tampoco obtengo resultado alguno, sólo gruñidos de placer. Al parecer en vez de apartarlo sólo lo estoy incitando a más. No puedo creer que con tanto entrenamiento que tengo, no me pueda defender de este hombre. Opto por morderle el labio inferior fuertemente hasta sentir el sabor de su sangre.

- ¡Ahhgrr!! ¡Eres una salvaje! - por fin me suelta y respiro con dificultad. Me levanta en volantas y me tira sobre la cama. Se sienta a horcajadas sobre mí y me agarra mis manos por encima de mi cabeza. Puedo ver cómo se relame la sangre en su labio. Acerca su boca a mi oído - Acabas de cometer el peor error de tu vida, cariño. Me encanta que seas una salvaje. Ahora te tengo más ganas. ¿Te quieres hacer la difícil? ¿Te quieres hacer de rogar? - se aleja y abre un poco la bata y deja al descubierto la cima de mis pechos. Traza círculos sobre ellos y mis pezones se ponen duros. Suelto un suspiro y él muerde uno de mis pezones por encima de la tela y suelto un gemido y dejo de forcejear - Así me gusta gatita, que te hagas la difícil y termines cediendo - ese comentario me enfurece y forcejeo nuevamente. Siento mucho dolor en mis muñecas.

- ¡Eres un cabrón! ¡Sueltame! - comienzo a retorcerme con fuerza pero es muy pesado y grande. Se acomoda y se acuesta sobre mí abriéndome las piernas. Siento su enorme y dura erección sobre mi pelvis y trago saliva con dificultad. Abro mis ojos como platos.

- ¿Te gusta lo que sientes preciosa? - me pregunta con una sonrisa malvada.

- ¡Sueltame o te juro que te cortaré las pelotas! - pasa su enorme mano por todo mi abdomen y sigue bajando hacia mi pelvis, pero antes se detiene y abre la bata en el área de mi entrepierna. Me mira de una forma maquiavélica y sonríe ampliamente. Estoy cagada del miedo. Pasa su mano por la cara interna de mi muslo izquierdo y la sigue subiendo hasta que casi toca mis partes. Abro más los ojos, si es que eso es posible y respiro con dificultad. Pega su cara a la mía hasta que nuestras narices se rozan.

Me perteneces (COMPLETA)Where stories live. Discover now