Capítulo 20

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MYLA POV

Sale de la habitación dejándome con las piernas como gelatina. Me calmo lo más que puedo y termino con lo que estaba haciendo cuando escucho el sonido de mi teléfono. Es mamá, olvidé llamarle. Le explico que llegué bien y lo de mi equipaje. Termino la llamada prometiendo llamarle luego. Salgo de la habitación aún nerviosa y camino por la enorme estancia hasta llegar al comedor Él está de espaldas a mí contemplando la cuidad a través de las paredes de cristal. Veo cómo su cuerpo se tensa y se voltea como si advirtiera mi presencia. Me mira con curiosidad con la cabeza ladeada. Tal vez porque estoy descalza, no lo sé. Se acerca... demasiado y me mira fijamente. Posa sus ojos en mí clavícula del lado derecho y pasa un dedo por ella.

- Vaya...si que te gustan los tatuajes - dice apreciativo.

- Eh... algo así - me mira enarcando una ceja.

- Algo? Éste es el tercero que veo en ti. Tienes uno muy pequeño al lado del pulgar - dice tomando mi mano izquierda - oh... y uno en tu muñeca - dice percatăndose de éste - y vi el de tu pie cuando tenías la pierna sobre la cama.

- Sí, son varios - digo nerviosa, no se ha perdido detalle de mí.

- Me gustan. Se ven bien en tu piel. ¿Tienes otros?

- Eh... yo....sí.

- ¿En serio? ¿Dónde?

- Son más privados.

- Ummm... ahora sí siento curiosidad - dice malicioso - Ven - me agarra de la mano y me lleva hasta la mesa que está preparada para dos personas. Hala la silla muy caballeroso para que tome asiento. Se aleja para traer la cena e increíblemente se ve y huele muy bien. Le agradezco y se vuelve a marchar para regresar con una botella de vino y sirve dos copas. Oh, oh...alcohol. Comemos en silencio cosa que agradezco y cuando termino mi plato por fin él rompe el silencio.

- ¿Y bien? ¿Qué te pareció la comida?

- Bien. Muy buena.

- ¿Sólo eso?

- Está bien, sí, pasaste la prueba. Gracias - vuelve a llenar las copas ...ay Dios....acomoda su silla más cerca. Luego hala mi silla hasta que la pega frente a la de él. Me quedo perpleja. Acto seguido mete sus manos entremedio de mis piernas y las sigue metiendo hasta y las pasa por debajo de mis muslos. Las sigue subiendo hasta que encuentra mis caderas y me levanta de golpe para sentrame a horcajadas sobre su regazo. Instintivamente empujo su pecho y trato de levantarme, pero me agarra de la cintura y me aprieta contra él. Siento su erección bajo mis nalgas. Continúo empujándolo y lo que consigo es que me agarre ambas manos y las aguante con una de las suyas a mi espalda. Me las deja agarradas con una de las suyas y la otra mano la va moviendo hacia mi cadera. Lo tengo tan cerca que siento su respiración entrecortada en mi cara. Su mano sigue subiendo por mi vientre. Me tenso y me retuerzo.

- ¡¿Qué haces?!

- ¿Qué crees que hago preciosa?

- ¡No, suéltame! - me retuerzo y ejerce más presión a mis muñecas, estirando mis brazos hacia atrás lo que me hace arquear mi espalda y acercar más mis pechos hacia él.

- Umm... como quieras princesa - lo dice cómo si se las estuviera ofreciendo. Toca uno de mis pechos. Me retuerzo otra vez y tira más fuerte de mis brazos.

- ¡Ahhh... me haces daño! ¡Suéltame, eres un animal! - grite con la respiración entrecortada por el pánico, pero también sentía otra sensación extraña...no sé... ¿excitación tal vez ?

- Haré lo que he querido hacer desde esta mañana. Llevo todo el maldito día queriendo hacerlo y no aguanto un puñetero minuto más - me mira con ojos demoníacos y empiezo a temblar. Siento las lágrimas escocer mis ojos. Me agarra de la nuca y me empieza a besar lentamente. Estoy tan asustada que no le correspondo. Luego me agarra del cabello y lo hala con fuerza lo que me hace gritar. El aprovecha para meter su lengua en mi boca. Ahora me besa con desespero. Es una sensación espectacular. Se siente tan bien. Oigo gemidos, gemidos que no sabía que provenían de mí hasta que lo escuché a él gruñir.

- Dios. Sabes tan bien - y comienza a besar mi mandíbula, mi cuello y sigue bajando hacia mis pechos sin soltar mis manos. Siento cómo baja el manguillo de mi camisón junto con el del sostén descubriendo uno de mis pechos.

- Son preciosos - lo veo sonreír maliciosamente con la cabeza ladeada y me quedo de piedra al ver que abre su boca y la dirige hacia mi pecho descubierto. Milagrosamente cuando está a punto de pegar su boca a mi teta suena su teléfono lo que nos hace dar un respingo a ambos. Del mismo susto el soltó un poco su agarre de mis manos lo que me permitió soltarme y levantarme de su regazo. Me dirigí de inmediato a la habitación con piernas y manos temblorosas y sudorosas. Por Dios. ¿Qué estuve a punto de hacer? ¡Y con un desconocido! Me siento como una puta. Al parecer después de todo Jacob tenía razón......

Me perteneces (COMPLETA)Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon