Capítulo 45

85.5K 3K 211
                                    


POV KHRIS

Myla se desmaya en mis brazos mientras yo intento recomponerme. Estamos sudados y pegajosos. Su cabello está todo pegado a su espalda y a su rostro. Salgo de ella con cuidado y la cargo en brazos hacia el baño. Me siento en el borde de la bañera con ella en brazos y gradúo el agua para llenarla. Vierto un poco de jabón líquido y entro con ella al agua con mucho cuidado de no resbalar y una vez que su cuerpo hace contacto con la calidez del agua, se estremece y se despierta de un brinco desorientada.

- Hey, tranquila, sólo es un poco de agua caliente, cielo. Te tengo - enfoca sus ojos en mí y mira el agua a nuestro alrededor. Suspira y se acurruca aún más en mi regazo - ¿Te encuentras bien? - asiente con la cabeza - ¿Acaso has perdido el habla? - levanta la cabeza y me sonríe tímidamente.

- Casi. Sólo estoy agotada y tengo mucho sueño. Quiero dormir.

- Lo haremos dentro de un ratito. Estamos muy pegajosos y no quería dejarte en la cama así hasta mañana.

- Te lo agradezco.

-¿Estás segura de que te encuentras bien? - quiero asegurarme de que lo esté, se me ha ido la mano con ella otra vez. Lo piensa unos segundos.

- Lo estoy... Pero me escuece un poco el trasero - siento remordimiento y llevo mis manos a sus nalgas y las acaricio suavemente, luego llevo uno de mis dedos a su apretado agujero en medio de sus nalgas y lo acaricio. Da un respingo - Por favor... De verdad no creo que pueda soportar más - dice en voz muy baja y me mira con miedo a los ojos. Ésta reacción suya no me gusta.

- Tranquila, no te voy a hacer nada más. Sé que has tenido suficiente por este último par de horas y también sé que se me ha ido la mano y me disculpo por eso - traga fuerte - Sólo quiero saber si te duele - niega con la cabeza.

- Realmente no duele, pero me escuece un poco cuando lo tocas - dice cohibida y me maldigo mil veces.

- Bien. Voy a limpiarte y luego cambiaré las sábanas que están hechas un desastre - baja la cabeza abochornada. Maldita sea - Cielo te he dicho que no quiero que te avergüences ni bajes la cabeza ante mí. Mucho menos que te avergüences por lo que hacemos en la intimidad de nuestra cama. Ya te he dicho que me encanta que te corras de esa manera tan escandalosa. La eyaculación femenina es algo normal. Además la hemos ensuciado los dos. Ahora date la vuelta y acomódate entre mis piernas para poder limpiarte y lavarte el cabello - lo hace y me tomo mi tiempo limpiándola con delicadeza mientras sigo cavilando en lo que acaba de suceder. Cuando estoy convencido de que la he dejado limpia hago lo propio conmigo mismo. Al terminar me levanto y envuelvo una toalla en mi cintura - ¿Crees que puedas quedarte sola por unos minutos? Sólo voy a cambiar las sábanas y regresaré enseguida.

- Está bien - cambio las sábanas con rapidez por miedo a que se quede dormida y se sumerja en el agua. Cuando regreso al baño me doy cuenta con horror que eso era precisamente lo que estaba a punto de suceder, por suerte llegué a tiempo.

- Cielo, ya es hora de salir.

La saco del agua y la seco con una toalla. Hago lo mismo con su cabello, pero no lo seco del todo. Me encantan las hondas salvajes que adquiere su cabello en la mañana luego de acostarse a dormir con el mojado. Se ve caliente y sexy como el infierno con sus ojos somnolientos y su cabello alborotado. De repente veo que me mira con recelo.

-¿Qué sucede, por qué me miras así? - mira hacia abajo.

- Tienes una erección enorme otra vez - miro hacia dónde ella lo hace y es verdad. Se me ha puesto dura sólo de imaginar cómo se verá en la mañana.

- Ven, vayamos a la cama - trato de darle la vuelta para que camine pero no se mueve - Cielo, ya sé que estás cansada. No te voy a tocar, lo prometo. ¿Por qué no me crees?

Me perteneces (COMPLETA)Where stories live. Discover now