Capítulo 29

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POR MYLA

Siento un fuerte dolor de cabeza. Me zumban los oídos. Abro los ojos y todo está muy oscuro. No sé dónde estoy. Intento sentarme en la cama pero estoy atrapada por unos brazos fuertes. ¿Qué carajos pasó? ¿Con quién estoy y porqué estoy desnuda? Intento safarme de esos brazos y bajarme de la cama, pero me aprisionan con más fuerza. Empiezo a gritar y una mano tapa mi boca. Me abraza por la espalda y escucho en mi oído....

- Shhh, tranquila, soy yo cielo - dejo de forcejear al instante. Me suelta y busca algo en la mesa de noche. Enciende la luz de su teléfono y veo su hermoso rostro - ¿Cómo te sientes?

- Como la mierda. Me duele la cabeza, me zumban los oídos y todo da vueltas. ¿Qué diablos pasó?

- ¿No lo recuerdas?

- No. Sólo recuerdo que estábamos viendo el partido, los tragos, luego me sentí mal y me dejaste en el baño. Vagamente recuerdo gritos, qué pasó?

- Brandon le pidió a su hermana que te hechara una droga en el último trago que ella te entregó. Cuando te dejé en el baño, salí al salón y cuando regresé él ya se estaba desvistiendo para entrar a la ducha contigo. Tú pensabas que era yo. No quiero ni pensar en lo que te hubiera hecho si yo no hubiese llegado en ese instante. Estabas muy drogada. El Dr. Peterson te tomo una muestra de sangre para poder entregarla a la policía.

- ¿Quién es Peterson y porqué a la policía?

- Peterson es un cliente de Alexie y sí a la policía. Alexie y yo denunciamos a Brandon y a Alyssa. Tan pronto él salga del hospital lo procesarán.

- ¿Por qué del hospital? ¿Qué hiciste?

- Lo que tenía que hacer. Lo hubiera matado. Pero me llamaste y me vi obligado a soltarlo.

- ¡Por Dios, Khris! ¿Por qué hiciste eso? - enciende la lámpara de la mesa de noche y Cristo. Está totalmente desnudo al igual que yo. Me tapo con el edredón, a él no le importa que lo vea desnudo.

- ¿Por qué? ¿Acaso estás drogada todavía?¡Iba a aprovecharse de tí!

- Y te lo agradezco. Me refiero a meterte en problemas por mí.  

- Te dije que haría lo que hiciera falta. No voy a permitir que nadie te ponga un dedo encima nunca. Sobre mi cadáver. Eres mía, por lo tanto, cuidaré de ti siempre - no sé qué pensar. No tengo palabras. Nunca antes un hombre aparte de mi padre, mis hermanos y Alexie ha querido cuidarme y protegerme. Me gusta la idea de que cuide de mí, pero a la misma vez me asusta como el infierno - Por cierto, ¿ya se te bajó la calentura?

- ¿De qué demonios hablas?

- ¿En serio no recuerdas nada?

- No.

- Cuando entré a la ducha contigo la droga te tenía tan caliente que me suplicabas que te hiciera mía - abrí los ojos como platos.

- ¡Oh por Dios!¡Por eso estoy desnuda!

- No te preocupes. No soy un depravado. A pesar de que quería con todas mis fuerzas corresponderte, no te permití quitarme la ropa. Te respeté.

- ¿Qué yo hice qué?

- Querías quitarme la ropa. Te abalanzaste sobre mí.

- Cristo. Qué vergüenza - de repente algo golpea en mi mente - ¿Y cómo sé que no te aprovechaste de mi estado? Explícame por qué estoy desnuda y tú también.

- Créeme que si te hubiera hecho mía lo habrías notado desde el momento en que abriste los ojos. Me sentirías en cada centímetro de tu cuerpo aunque no te estuviera tocando. Me hubiera encargado de dejarte completamente dolorida y de dejarte muy en claro a quién perteneces - tragué saliva con dificultad - Además no soy un pervertido. Te quiero muy consciente cuando te haga mía. No quiero que olvides nada de lo que te voy a hacer sentir. Quiero tus hermosos ojos mirándome en todo momento mientras hago que te corras una y otra vez. Quiero que te lo grabes en tu cabeza y que jamás lo puedas olvidar - sentí una aguda punzada en mi coño por sus palabras - Y si estamos desnudos es porque estábamos  mojados en la ducha. Te quité la ropa y te metí a la cama. Te quedaste dormida con el medicamento que te administraron. Yo no tenía ropa disponible y como no quería separarme de tí, me metí a la cama sin nada. De hecho siempre duermo desnudo.

- ¿Y por qué no dormiste desnudo la primera vez? - pregunté con un hilo de voz. Casi pierdo la voz con la intensidad de sus palabras al describirme cómo me haría suya.

- Porque ya te había asustado demasiado. No quería que salieras corriendo.

- ¿Por qué me estás presentando como tu novia? Sabes que no somos nada.

- Porque así te considero. Y no pienso discutir sobre eso.

- Pero ....

- Pero nada. No hay nada que hablar al respecto - asentí, lo voy a dejar, no quiero discutir con él ahora después de lo que ha hecho por mí. Pero no le pienso tomar la palabra - Son las 5 de la madrugada, ¿por qué no descansas un poco más? - asiento con la cabeza.

- Gracias, de verdad. No sé cómo podría pagártelo.

- Yo sí sé cómo podrías pagarme.

- ¿Cómo?

- Acepta cenar conmigo - agghhrrr no piensa darse por vencido con eso, pero se lo debo.

- Está bien - digo resignada.

- Perfecto. Hoy en la noche - lo miro espantada - Sin excusas - apaga la luz de la lámpara y en un segundo se abalanza sobre mí y me besa como un poseso agarrándome  por el cuello y el cabello. Gimo inconscientemente ante la enorme sensación. Se siente tan bien. Mis manos vuelan a su enorme espalda. Me abre las piernas y se acomoda entre ellas. Siento su enorme erección presionando en mi hendidura y automáticamente empujo su cadera con más manos.

- Khris - logro murmurar.

- Shhh. Déjate hacer. Te dije que no iba al presionarte, pero no voy a dejar pasar la oportunidad de hacerte otras cosas. Ahora cállate - besó y acarició todo mi cuerpo y me penetró con sus dedos hasta que me hizo correrme.... Más de una vez. 

Desperté con la luz del día. Me volteo hacia el lado de la cama donde estaba Khris y lo veo despierto observándome.

- Buenos días hermosa.

- Buenos días.

- Estaba esperando a que despertaras. Debo ir al cuartel de la policía a dar mi declaración, pero no quería irme hasta que despertaras.

- Oh, está bien. Pero no tienes ropa.

- No te preocupes. Alexie fue a mi apartamento y buscó ropa para mí - dijo señalando la ropa sobre la silla al lado de la puerta.

- Oh, entiendo.

- Luego debo pasar a mi oficina por unos documentos que Alexie necesita. Pasaré por tí a las 7, ¿está bien para tí?

- Sí, por supuesto. ¿Cómo debo vestirme?

- Cómo quieras vestirte.

- Ah, ya.

- Voy a ducharme, si no te molesta que use tu baño.

- Por supuesto que puedes.

- Deberías levantarte y comer algo.

- Si, está bien, lo haré, pero te esperaré a que termines.

- Entonces debo apurarme - me da un tierno beso y sale de la cama dejando su hermoso cuerpo a mi total disposición. No puedo evitar quedarme viendo su redondo trasero y su ancha espalda tatuada.

Luego de Khris ducharse, salimos de mi habitación y nos encontramos con Liz y Alexie quienes estaban preparando el desayuno.

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