Nueve

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Tratos

[NARRADOR]

La ambulancia tardó menos de diez minutos en llegar a la residencia del mayor de los Hale, al ver de quien se trataba lo cargaron en la parte trasera del vehículo y a toda velocidad emprendieron camino al hospital de Beacon Hills. Todo el mundo conocía a Stiles, aquel chiquillo hiperactivo que con sus bromas y comentarios lograba sacarle una sonrisa a cualquiera incluso en sus peores momentos, tal afecto le tenía todo el mundo que en cuanto se esparció la noticia de que el chico Stilinski iba camino al hospital todo el pueblo se revolucionó, los demás conductores, ya sabiendo quién venía en esa ambulancia, le dejaban el camino libre para que pasara, incluso algunos coches patrulla habían detenido el tránsito para que nada interfiriera con la llegada del chico a la sala de urgencias.

Los médicos, por sus partes, habían batido un record en bajar al chico de la ambulancia, ponerlo en una camilla y estabilizarlo. Nunca en la historia del hospital se había visto que trataran a un paciente de forma tan rápida, pero no era cualquier persona, era Stiles y Stiles era especial para todo el mundo.

Cuando el Sheriff se enteró por uno de sus oficiales que su hijo había sido ingresado al hospital se lo comunicó a Scott mientras salía disparado en busca del ojimiel, dejando su puesto sin nadie que lo atendiera, nada le importaba mas que su hijo en ese momento. Scott se lo comunicó a la manada y todos, al igual que Jhon Stilinski, salieron corriendo o en carro al hospital. Se encontraron todos en la recepción y por poco le dan un infarto a la pobre Melissa cuando a los gritos la arrinconaron para que les dijera como estaba Stiles, la mujer lloraba y eso hizo que todos se pusieran igual de tristes, incluso Derek, quien había llegado muchisimo antes que el Sheriff porque Malia lo había llamado llorando para decirle lo que había pasado, pero él no demostraba lo preocupado que estaba. Ya que en su opinión ponerse todos histéricos no ayudaría en nada a que la salud del mas joven de los Stilinski mejorara.

Luego de varios minutos en los que nadie sabía nada uno de los doctores que estaba atendiendo a Stiles mandó a llamar a Jhon Stilinski para que tuvieran una charla en el despacho del médico. Para la desgracia de la manada el despacho estaba muy alejado y no podían escuchar nada, pero el Sheriff no tardó mucho en regresar con una expresión de completo dolor, la primera en acercarsele fue Melissa.

- Entró en coma -Esas fueron las tres palabras dichas por el Sheriff que destrozaron a todos allí presentes.

Tanto Lydia como Malia lloraban, incluso Allison estaba llorando mientras abrazaba a su padre, Kira apretaba los puños con enojo e impotencia porque ella apenas se había enterado de la condición de su amigo. Scott, por su lado, reprimía las ganas de echarse al suelo a llorar como un niño pequeño. Incluso Peter y Derek apestaban el lugar con el indiscutible y horrible aroma de la tristeza. El castaño les había contado acerca de los síntomas cuando les mostró las copias de los documentos que sacó antes de la pelea con su padre.

Todos estaban en la sala de espera, aguardando a que los dejaran pasar para ver a Stiles. Peter se acercó al Sheriff con una expresión de empatía, él estaría igual que el hombre si fuera Malia la que estaba allí.

- Sheriff -Este volteó a verlo con el seño ligeramente fruncido, ya sabía que Stiles había estado viviendo con él.- Lo lamento mucho.

- Mi hijo no está muerto -Dijo friamente el hombre.

El otro no supo que responderle a eso, si le recordaba que su hijo AUN no estaba muerto pero que no faltaba mucho para que lo estuviera era muy probable que el oficial sacara su pistola y le volara la cabeza. Por lo que prefirió no responder y en su lugar colocó una mano en el hombro del hombre en señal de apoyo.

Ultima Oportunidad #SterekAwardsWhere stories live. Discover now