Cuarentaitres

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[NARRADOR]

Derek no estaba para nada cómodo con la idea de tener a Kate Argent, la persona que había asesinado a 7 miembros de su familia y a la que su tío y él habían matado pero de alguna forma había regresado a la vida, tan cerca de sí mismo. Por eso Stiles se había encargado de llevar a la inconsciente rubia al cuarto de Darren, puesto que no podía llevarla al de Dylan y ni siquiera iba a pensar en llevarla a su propio cuarto. Allí había tenido sexo con Derek, nadie iba a entrar hasta que la cama quedara en condiciones de ser vista por terceros.

Cuando la ex-cazadora despertó, Stiles estaba intentando no prestarle atención a los gruñidos de Derek. Porque los escuchaba, y sabía perfectamente que esos gruñidos eran un obvio tenemos que hablar o más bien un vas a explicarme por qué la asesina de mi familia vino a hablar contigo.

— Auch... –Se quejó Kate.— Mi cabeza.

— Bienvenida a la tierra de los vivos, bella durmiente –Stiles bromeó para quitarle peso a la situación.

La rubia se frotó los ojos y emitió un sonido de queja antes de mirar fijo al ojimiel.

— Llevas veinte minutos en la tierra de los sueños –Le informó el humano.— Aunque es bueno tenerte con vida, supongo.

— ¿Derek no me asesinó?

— Nop –El ojimiel hizo énfasis en la p.— Y es un milagro, porque si a mí me hubieras hecho la mitad de lo que le hiciste a él, te hubiera torturado de formas muy dolorosas.

— Agradezco que tu niño haya interferido –Kate observó por encima del hombro de Stiles hacia la puerta, donde Dylan se encontraba observándoles.— Hola pequeño.

El niño se fue corriendo cuando notó que había sido descubierto. Aunque no fue lo suficientemente como para que Stiles no llegara a verle.

— ¿Para qué habías venido?

— Bueno –Kate hizo un esfuerzo y se sentó en la cama.— Te dije que iba a informarte acerca de lo que planeara Deucalion.

— Si, pero creí que sería otra de tus llamadas por teléfono. No que vendrías a mi casa toda apaleada, serías casi estrangulada y luego, como cereza del pastel y causa de suspenso, te desmayaras en mis brazos.

— ¿Qué puedo decirte? Ya sabes que no estoy muy bien de la cabeza –La rubia se encogió de hombros sonriendo.— Por eso tu hermano me ama.

— Por favor, ni me lo recuerdes.

Kate rió mientras se revisaba los brazos y el abdomen. Este último con demasiado cuidado y atención. Lo cual a Stiles le pareció algo irregular, porque Kate no era del tipo de persona a la que le jodiera que algo le ocurriese a su vientre.

Entonces la idea golpeó a Stiles como un balde de agua fría. Ya le había parecido que cuando cargó a Kate hasta el cuarto estaba media panzona, aunque no quiso decirlo porque, bueno, se trataba de Kate. Y sinceramente, el humano aún no qurría morir, era muy joven y apenas acababa de recuperar a Derek. Tenía mucho por lo cual vivir.

— ¿Eso es lo que creo que es? –Preguntó señalando el vientre apenas abultado de la mayor, la cual asintió en respuesta.— Por favor, dime que no es de Darren.

— Eh... ¡Sorpresa! –Kate rió, aunque fue una risa nerviosa.— Vas a ser tío.

Y fue entonces cuando Derek escuchó el sonido seco de una mano chocando contra un rostro. En un principio, creyó que la rubia había abofeteado a su humano, pero esa idea desapareció cuando al asomarse por el marco de la puerta y vio a Stiles con una mano en el rostro. El mismo se había golpeado.

— Por favor, volvamos al tema que corresponde –Suplicó el menor.— ¿Por qué viniste?

— Vine porque, como me pediste, acepté ayudar a Deucalion.

— ¿QUÉ?

Fue en ese momento cuando notaron que Derek les estaba observando desde la puerta y, detrás de él, Dylan había vuelto.

— Una larga historia, Sourwolf. Luego te lo explico –Le informó Stiles.— La cosa es que Deucalion y un lagarto con esteroides volvieron a las andadas y no sé qué quieren.

— Por lo que me dijo, te quiere a ti.

— ¿QUÉ?

Ahora era a Stiles a quien le tocaba sonar sorprendido ¿Cómo que Deucalion le quería a él? Él no es una cosa que la gente pueda querer, y aunque lo fuera, prefería que le arrancaran ambos brazos antes de irse con ese alfa viejo y loco.

— Tenemos que avisarle a la manada.

— Buena idea, Derek –Stiles pudo notar el sarcasmo en la frase de Kate.— Anda, dile a tu tío y a tu manada que yo te dije que Deucalion quiere llevarse a tu novio. Anda, entrégame, hazlo mientras estoy embarazada e indefensa.

El lobo frunció el ceño, para luego bufar y negar con la cabeza. Puede que Kate fuera, o hubiera sido, una asesina despiadada, pero no por eso iba a matarla mientras estaba en cinta. Nunca siquiera pensaría en matar a un bebé. Eso si, cuando el niño naciera, la mataría.

(...)

Mientras Kate se recuperaba del todo, Derek se fue a reunir a la manada. De esa forma, iba a explicarles todo lo ocurrido y a decirles que, por el momento, no podían matar a Kate.

La rubia ahora estaba comiendo algo que Stiles le había preparado. Ya que, según el humano, iba a necesitar recobrar fuerzas.

— Voy a matar a Darren –Escuchó gruñir al humano.— Mi lista negra ahora es: primero Peter, luego Darren. Me temo que habrá dos niños que crecerán sin padre.

— Hey, no nos adelantemos –Le frenó Kate.— No estoy embarazada de gemelos.

— Tú no, mensa –Le respondió el ojimiel.— Hablo de Liam.

— ¿El beta rubio? –Stiles asintió.— ¿¡Qué mierda!? Pensé que era un chico.

— Y lo es, pero con los lobos funciona diferente.

— Entonces a cuidarse, Stiles –Comenzó a bromear la rubia.— No vaya a ser que...

Antes de que Kate acabara la frase, Stiles le dio un golpe en la mano con la que la ex-cazadora había comenzado a palmear su vientre.

— Yo no me puedo embarazar, idiota –Le dijo, sonando molesto.— Es cosa de lobos, se requieren dos lobos para que un hombre pueda quedar embarazado. Y yo no planeo abandonar mi humanidad por el momento.

— Te verías bien con un vientre abultado, serías adorable –Se seguía burlando Kate.— ¿Qué opinas, Dylan? ¿Quieres un hermanito?

El niño, que estaba sentado frente a Kate, levantó la vista de lo que estaba dibujando y miró a la rubia, encogiéndose de hombros.

— No lo sé –Dijo el niño.— ¿Qué se hace con un hermano?

— Se juega, se pelea, se compite y se cuidan entre sí –Le explicó la rubia.— O por lo menos eso es lo que yo hacía con Chris.

De repente, el móvil de Stiles comenzó a sonar con el tono de los mensajes.

— Debo ir a hablar con la manada –Les informó luego de leerlo.— La cosa se está poniendo fea.

— Yo voy conti...

— No –El humano detuvo a su hijo antes de que este se bajara de la silla.— Te quedas aquí. Nunca creí decir esto... ¿Kate, puedes cuidarlo?

— Claro, me va a servir para practicar.

A pesar se que la sonrisa de la rubia le perturbó un poco, Stiles se fue corriendo fuera del departamento. Puede que no confiara en Kate, pero su propia moral no le permitía dejar que hirieran una embarazada. Además, se lo debía a la rubia.

NOTA DE LA AUTORA:

Kate también tiene un bombo (embarado en Argentina). Que cosa, parece que es la época de reproducción.

En fin, sin más que decirles me despido deseándoles un buen resto del día y mandándoles muchos besos y abrazos para todos. Adiós mi linda manada.

Ultima Oportunidad #SterekAwardsWhere stories live. Discover now