Cincuentaitres

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[STILES]

Pasaron varios días antes de que me atreviera a ir a hablar con Deaton. No voy a negarlo, lo estaba evitando con todas mis fuerzas. Pero este no era uno de esos problemas que puedo evitar hasta que desaparecen, en un principio creí que lo sería, pero estos no desaparecían.

Así que ese jueves en la mañana, aprovechando que Derek iba a encargarse de llevar a Dylan a la escuela, me dirigí a la veterinaria.

La manada a la que el territorio pertenecía ya había regresado, por lo que ahora nuestro Druida compartía aquella veterinaria con la Druida de la otra manada. Era una mujer que aparentaba estaren sus treintas, siempre que la veía andaba con una expresión seria, como si te estuviera leyendo a la gente con la mirada.

Al entrar a la veterinaria, con ella fue con quien me encontré.

— ¿Necesitas algo? –Me preguntó de forma muy correcta y educada.

— Estoy buscando a Deaton –Respondí nervioso, rascándome el rostro porque la bufanda que tenía puesta picaba mucho.

— Tuvo que irse, el señor Hale le llamó –Me dijo, por señor Hale supuse que hablaba de Peter.— No volverá hasta dentro de unas horas, al parecer el compañero del señor Hale estaba teniendo algunos problemas para controlarse ahora que está esperando un bebé.

— Oh claro, se acerca la luna llena –Quise darme un golpe por haberlo olvidado.— Gracias por tu tiempo, luego llamaré a Deaton y...

— Yo podría ayudarte –Me ofreció, interrumpiéndome.— Pareces nervioso, debe ser algo grave para que estés así.

— Bueno, lo es –Asentí.— No enloquezcas ¿Okey? Esto es algo sorprendente.

— A mi edad y con mi experiencia, hay muy poco que me sorprenda

(...)

[NARRADOR]

Dudoso de lo que iba a hacer, Stiles se quitó la bufanda que le cubría la mitad del rostro y abrió la boca, mostrando unos finos colmillos.

La Druida abrió sus ojos un poco más de lo normal y se llevó una mano a su propia haciendo una mueca de dolor.

— ¿Hace cuánto que los tienes? –Preguntó acercándose.

— Más o menos cinco días –Admitió.— Y créeme, me ha costado evitar que los vean.

La Druida se acercó más y cogió a Stiles por la barbilla, haciéndole abrir más la boca.

— No son solo los colmillos –Comenzó a decir.— Muchos otros dientes han comenzado a afilarse.

— ¿Qué? –Preguntó Stiles, su voz sonando extraña por estar con la boca abierta.— ¿Cómo es eso posible?

— Por lo que me ha contado Deaton, eres una chispa –Comenzó a decir, soltando su mandíbula.— Y, además, te atacó un alfa. Lo cual debería haberte matado o transformado.

— ¿Me estoy transformando? –Preguntó asustado.

— No, si así fuera ya habría garras y pelo –Puntualizó.— Creo que esto puede ser una adaptación, tu chispa se adaptó para que no murieras.

Stiles se quedó mirando fijamente a la mujer, como si ella acabara de decirle que revivieron a Deucalion. O por lo menos, el horror en su rostro podía ser comparado con algo así.

— Hey tranquilo –Pidió la Druida.— No me vendría bien que te desmayaras aquí.

— Lo siento –Jadeó casi sin aire.— ¿Pero qué me está ocurriendo?

— Ya te dije, te estás adaptando –Repitió.— Deberías agradecerlo, de no ser por la chispa habrías muerto.

— Eso no me calma –Se quejó.— ¿Qué haré con los dientes? No son muy humanos que digamos.

— Podríamos limar los colmillos –Propuso.— En los demás dientes apenas se nota el cambio. Aunque podría no ser la única adaptación.

— ¿Qué más me va a pasar? –Preguntó el menor con algo de frustración.— ¿Me van a salir pelos y van a desaparecer mis cejas?

La Druida rió ante aquello mientras negaba con la cabeza.

— No tranquilo –Le calmó.— Aunque, yo que tú, empezaría a usar protección durante mis relaciones sexuales.

— ¿Por qué?

— Porque ya ves que los lobos son muy fertiles, sobre todo dos lobos en pareja.

— ¡No soy un lobo! –Chilló Stiles.

— Eres una chispa, fuiste herido por un alfa, te salieron colmillos –Le recordó.— Lo que menos me sorpredería serí que pudieras tener un bebé.

— ¿Por qué debo ser yo el que tenga un bebé?

— Porque, sin ofender, pero junto a Derek eres obviamente el que recibe

— No me quejo por eso –Refunfuñó.— Sino por el hecho de que todo lo raro que roza lo imposible me pase a mí.

— Eso ya es mala suerte tuya –Dijo con seriedad.— Ahora ve a sentarte y abre la boca, voy a limarte esos colmillos.

Stiles pasó saliva nervioso antes de ir a sentarse a la silla más cercana.

— ¿Puedes decirme tu nombre? –Pidió, y la Druida le miró con una mueca de extrañeza.— Me sentiría más cómodo sabiendo el nombre de quién va a meterme un trozo de metal en la boca para limar mis dientes.

— Soy Vanessa –Dijo antes de darle la espalda.— Y si haces algún chiste con mi nombre te clavaré la lima en la garganta.

— No soy quién para hacer burla de un nombre.

Observó mientras Vanessa limpiaba la lima con alcohol y luego se volteaba a verle con el objeto en una mano.

Antes de que la Druida comenzara a limarle los dientes, sacó su móvil y le mandó un mensaje a Derek.

Voy a llegar tarde, estoy en una especie de revisión médica. Si no sobrevivo, recuerden que los amo.

— Que dramático –Se quejó la mayor rodando los ojos.— Abre la boca.

Stiles hizo lo dicho y con solo ver la lima acercarse a su cavidad bucal comenzó a temblar.

Iba a ser un largo limado de dientes.

NOTA DE LA AUTORA:

Capítulo algo corto, es que sigo media malita de salud y era subirlo corto o no subirlo. Sepan disculpar.

En fin, sin más que decirles me despido deseándoles un buen resto del día y mandándoles muchos besos y abrazos para todos. Adiós mi linda manada.

Ultima Oportunidad #SterekAwardsWhere stories live. Discover now