Cincuentaisiete

6.6K 614 16
                                    

[NARRADOR]

Stiles nunca creyó que en su vida fuese a lamentarse de que se acabara el año escolar. Cuando era adolescente lo mejor que podía pasarle era que acabara el año escolar y así poder descansar y divertirse con sus amistades.

Pero las cosas habían cambiado, Stiles ya era un adulto y ahora era el año escolar de su hijo el que acababa. Lo que significaba que ya no tenía ninguna excusa para seguir en Nueva York.

Sabía desde semanas atrás que el momento de regresar a Beacon Hills se acercaba, había preparado maletas para regresar, aunque fueran solo Derek y su padre los que sabían que sería un mes de prueba, para ver como iban las cosas.

Mes de prueba o no, le sudaban las manos de lo nervioso que estaba. Y ese día, cuando fue a retirar a Dylan del preescolar, tuvo que obligarse a respirar para no tener un ataque de pánico. Ver a su hijo saliendo de la escuela le recordaba que ese mismo día iba a regresar a Beacon Hills, y la verdad es que la sola idea le aterraba de sobremanera.

Tuvo que tragarse el nudo que tenía en la garganta para no preocupar a Dylan y Derek, no quería asustarles más de lo que ya estaban por él desprendiendo nervios y euforia por cada uno de sus poros.

Se encontraba acostado en su cama,  oscuras, en sus manos tenía parte de la pistola con la que recordaba haberle apuntado a Derek la primera vez que le encontró metido en su departamento. Vaciaba y llenaba el cargador una y otra vez mientras a su lado descansaba el resto del arma.

La puerta se abrió y la luz que venía de fuera le dejó ciego por un par de segundos. Para cuando se acostumbró a la luz, divisó la figura de Derek de pie junto al marco de la puerta.

— ¿Por qué estás vaciando y llenando un cargador? –Le preguntó mientras se adentraba en la habitación y cerraba la puerta.

— Me quita los nervios.

— ¿Cómo puedes hacerlo a oscuras?

— Me pongo nervioso muy seguido –Dijo, medio en broma medio en serio.— He tenido ocasiones para practicar.

— No se si debería preocuparme por eso.

— Nah, es normal –Dijo el humano encogiéndose de hombros para restarle importancia.— Mi padre también lo hacía. Deberías intentarlo, es relajante.

— No me gustan las armas.

— Lo sospechaba –Repuso Stiles apretando los labios mientras ponía las dos últimas balas en el cargador.— Pero siempre puedes pedirme la mía prestada e intentar.

Derek escuchó como Stiles dejaba el cargador de la pistola a un lado y se inclinaba hacia la mesita de noche para encender la lámpara que allí se encontraba. Se acercó con pasos lentos y se sentó junto a él, intercalando miradas entre el rostro del humano y la pistola.

— ¿Por qué tan interesado en que aprenda a usar una pistola? –Preguntó confundido.— Tu hermano también me insinuó que debería aprender.

— Es por seguridad –Respondió Stiles. — Además, creo que puede servirte aprender a armar y desarmar una pistola, ya que es el arma por excelencia con la que te disparan.

Derek frunció el ceño ante lo último, no tenía buenos recuerdos con las pistolas o con ningún tipo de arma. No es como si él quisiese tener buenos recuerdos con algo que solo servía para matar, para eso tenía a Peter, el cual estaba mucho más tranquilo desde que salía oficialmente con Liam, el chico le era buena influencia.

— ¿A qué hora sale el avión? –Preguntó Stiles bostezando.

— A las 2 de la madrugada –Le dijo Derek.— Pedí pasajes en ese horario para que mañana en la mañana ya estemos en California.

— Faltan muchas horas –Murmuró el humano mientras observaba el reloj en su mesa de noche, el cual marcaba que eran las cuatro de la tarde.— ¿Y Dylan?

— Darren vino a buscarlo –Le informó Derek.— Dijo que quería pasar tiempo con su sobrino favorito antes de que nos vayamos.

El ojimiel sonrió y cogió el arma para dejarla encima de la mesita de noche, para luego palmear el lado vacío junto a él y mirar a Derek.

El mayor entendió la señal, la cual era muy obvia, y se acostó a su lado.

— ¿Sigues nervioso? –Le preguntó mientras le rodeaba con un brazo, Stiles asintió.— No tienes que estarlo, es solo Beacon Hills.

— Justamente porque es Beacon Hills es que estoy nervioso –Replicó mirando como la mano del pelinegro se entrelazaba con la suya.— No sé si sobreviviré.

— Sobrevivisté a la gran manzana –Le recordó sonriendo.— Puedes sobrevivir a cualquier cosa.

El ojimiel sonrió mientras se inclinaba para besarle, Derek siempre encontraba la forma de calmarle, aunque fuera con apenas un par de palabras.

Derek le correspondió el beso y Stiles aprovechó para manejar la situación y ponerse encima.

— Sabes, esta es la última tarde que pasaremos aquí... –Comenzó a decir mordiéndose el labio.— ¿Nos despedimos de la cama?

— Creí decir que íbamos a llevar las cosas lento.

— A la mierda ir lento –Dijo el humano rodando los ojos.— Ya no aguanto más, quiero tener sexo.

Antes de que Derek se negara o dijera cualquier cosa, Stiles le volvió a besar. Aunque esta vez fue un beso hambriento, lujurioso y necesitado.

Toda voluntad que tuviera Derek de llevar las cosas lento desapareció cuando la mano del ojimiel se coló dentro de sus pantalones y comenzó a masajear su aún flácido miembro por encima del bóxer, haciéndole jadear.

Cuando el beso le fue correspondido con el mismo salvajismo y necesidad que él impartía, supo que había conseguido su cometido. No iba a salir de ese cuarto si no era oliendo a sexo y a Derek.

NOTA DE LA AUTORA:

Sé que quieren ver mi cabeza colgando de una estaca por dejarlo hasta acá, pero tengan piedad y paciencia por favor. En el próximo capítulo va a haber smut del que les gusta, y esta vez no está Dylan, así que no se van a tener que contener 7u7.

En fin, sin más que decirles me despido deseándoles un buen resto del día y mandándoles muchos besos y abrazos para todos. Adiós mi linda manada.

Ultima Oportunidad #SterekAwardsWhere stories live. Discover now