Veintisiete

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El día después

[NARRADOR]

Los dos hermanos, el lobo y el humano, iban juntos en el Jeep del menor. Estaban conduciendo de camino a la casa del padre del ojimiel, ya que este debía pasar a recoger a su hijo.

Al volante iba Darren, el cual estaba a punto de llorar de la risa; el ver a su hermanito menor tan enrojecido por lo que le había pedido que dijera no tenía precio. Realmente no le interesaba saber qué era lo que aquél otro Hombre lobo le había hecho a Stiles, preferiría ni enterarse de esas cosas, pero le encantaba molestar al castaño y eso lo haría de cualquier manera posible.

- No seas mojigato, Stiles -Dijo riendo el mayor.- Anda, cuéntame. Que aquí nadie es un santo.

Stiles continuaba negándose, no pensaba a contarle nada acerca de lo que había pasado la noche anterior a su hermano. Además, no estaba de humor para soportar sus bromas, se había despertado en la mañana porque Deaton llamaba a Derek, por lo que el lobo se había ido ni bien el Druida le había dicho algo que, por su parte, el humano no llegó a escuchar.

El alfa miró fijamente a su hermano menor, intentando encontrar una señal para saber qué era lo que le pasaba al humano. Pero este no le daba ninguna pista física, aunque sí olía a que estaba molesto.

- Supongo que tendré que adivinar -Murmuró entre dientes, no le gustaba jugar a las adivinanzas.- Déjame pensar... ¿No te gustó lo que te hizo?

- Deja de molestar.

- ¿Acaso te hizo daño? Porque si lo hizo lo mato, ya llevo un tiempo sin usar mis garras y siento que me cosquillea la mano -Dijo en un tono que sonó algo psicópata.

- ¡Deja de decir idioteces, Darren! -Se cansó de escucharle el menor.- Derek no tiene nada que ver con mi enojo, solo me jode que se haya ido tan rápido. Ya está, ya lo dije, ahora deja de molestar ¿Okay?

Como toda respuesta Darren rió, haciendo que Stiles bufara y se molestara aún más. Odiaba como su hermano siempre lograba enfadarle aún más.

Una vez que llegaron a la casa del Sheriff, Stiles se bajó, fue corriendo hasta la puerta y abrió. Ya que aún tenía una copia de la llave.

Una vez dentro, su padre le recibió con una sonrisa y un abrazo. Aunque John tampoco tardó mucho en darse cuenta que a su hijo le pasaba algo, ya que se le notaba en la cara.

- ¿Va todo bien, Stiles? -Preguntó un poco preocupado.

- Si, todo va bien -Mintió el ojimiel.- Solo estoy cansado.

- Ajá... Y yo debo creerte.

El menor se encogió de hombros y se rascó la nuca, debía dejar de subestimar las habilidades para descubrirle de su padre. Desde que se había enterado de toda la mierda sobrenatural que ocurría en Beacon Hills, el Sheriff era mucho más atento a su hijo, ese era un intento de mantenerlo a salvo. Aunque si a Stiles le pasara algo el Sheriff ni se enteraría hasta que la manada se lo dijera, eso era porque su hijo no quería involucrarle demasiado.

- ¿Y Dylan? -Preguntó el ojimiel cambiando rotundamente de tema.

John hizo una seña con la cabeza, apuntando hacia la sala de la casa. Stiles caminó hacia allí y su hijo le recibió agitando las manos y sacudiéndose como loco mientras balbuceaba.

- Hola, pequeño -Le saludó Stiles.- ¿Me extrañaste? Porque yo si, enano.

El niño, pareciendo entender las palabras de su padre, balbuceó un par de cosas inentendibles y gateó hasta su padre. Quien se puso de rodillas en el suelo esperando a que su hijo llegara hasta él, una vez que lo hizo, lo cogió en brazos y le abrazó.

- Bien hecho, muchacho -Se escuchó decir al Sheriff.

Se escucharon los bocinazos de Darren, el cual ya se estaba impacientando de esperar en el auto.

- ¿Viniste con Scott? -Preguntó John.

- Con Darren -Respondió Stiles algo nervioso.

El Sheriff asintió con la cabeza antes de encaminarse a la puerta y Stiles tragó grueso, no le había dado a su padre la oportunidad de hablar con Darren. Tampoco tenía intenciones de hacerlo, pero ahora no iba a poder evitarlo.

Los tres Stilinski salieron de la casa y Darren se bajó del jeep, sonriendo de la misma forma en que lo hacía siempre.

- Buenas tardas, señor Stilinski -Dijo educadamente.

- Llámame John. Después de todo, somos casi familia.

Ambos sonrieron y Stiles sintió como si le quitaran un peso de encima, agradecía que la única neurona madura en el cerebro de su hermano mayor hubiera revivido y se comportara como debía. Era un milagro y él sin su cámara.

Darren y su padre hablaron por un par de minutos más antes de que el Sheriff tuviera que irse a la comisaría debido a una llamada. Por lo que ambos se fueron de nuevo al departamento.

Una vez allí, esta vez le tocaba a Darren preparar algo de comer. Ya que según Stiles, el lugar no era un hotel y si se iba a quedar debía cooperar.

Mientras el ojimiel intentaba hacer dormir a su hijo, su móvil comenzó a sonar. Haciendo que sus intentos por dormir a Dylan quedaran arruinados, porque el sonido despertó aún más al niño.

- Más vale que tengas una buena razón para llamar, Scott -Dijo mientras atendía.

Darren, al escuchar como el corazón de su hermano menor se desbocaba, dejó todo lo que estaba haciendo en la cocina y fue corriendo a la sala. Quedándose petrificado al ver la expresión de shock de Stiles.

No necesitó preguntar, ya que gracias a su oído escuchó lo que el otro alfa había dicho. Pero no podía creérselo. No podía creer que esas cuatro simples palabras le hubieran causado semejante estado al humano.

- Derek se ha ido.

NOTA DEL AUTOR:

Y... se fue todo a la mierda. Si, así nomás se los digo. Porque soy cruel y cruel es bueno, is very good.

En fin, sin más que decirles me despido deseándoles un buen resto del día y mandándoles muchos besos y abrazos para todos. Adiós mi linda manada.

Ultima Oportunidad #SterekAwardsWhere stories live. Discover now