Sesentainueve

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[NARRADOR]

Pasaron varios meses, meses en los que Derek había estado demasiado ocupado volviendo a acostumbrarse a ser alfa y cuidando a su familia como para percatarse de que, en las últimas semanas, todos a su alrededor actuaban algoo raro. Como si le ocultaran algo, pero Stiles se aseguraba de mantenerle lo suficientemente ocupado como para que no lo notara.

Hoy era el gran día, el humano había preparado todo para que estuviera perfecto. Tenía el plan ideal para aquél momento, llevaba meses pensándolo. Había arreglado cada detalle y pensado en cualquier cosa que pudiera salir mal para tener una forma de solucionarlo. Ahora solo faltaba que Derek llegara, esa parte del plan ya era trabajo de Dylan. El niño era bueno haciendo que la gente le siguiera, Stiles lo sabía, se podría decir que él le había enseñado al niño a ser así o que era algo hereditario.

Se encontraba con Scott, Cora y Peter en la puerta del punto de reunión. La Hale menor aún no había dejado de abrazarle mientras que Peter estaba sin palabras. Aquello era lo más shockeante, haber dejado sin palabras a Peter Hale, era todo un nuevo logro para Stiles.

— Ya los escucho –Dijo Scott, quien estaba sentado en la escalera del pórtico.

Pasaron un par de minutos antes de que vieran a Dylan llegar corriendo de entre unos arbustos. El niño corrió hacia Stiles y este le cogió en brazos, siendo regañado al instante por Cora porque los Hale parecían empecinados en cuidar de él desde que el corazón que latía junto al suyo se había hecho cada vez más fuerte en su interior, latiendo como si dijera Hey, aquí estoy.

Los refunfuños de Derek se hicieron audibles en menos de un minuto.

— Dylan, ya te dije que no vengas hacia acá –Decía el mayor, abriéndose camino entre las plantas del bosque.— Es una zona peligrosa, podrías...

El mayor no pudo acabar la frase, se quedó en silencio, atónito ante lo que veía.

La mansión Hale, su hogar, su casa de toda la vida, ya no era un montón de escombros. Era una casa completamente reconstruida, parecía nueva, era como si nada nunca hubiera ocurrido allí. La casa ya no daba indicios de ello.

El Hale intercaló miradas con todos los presentes, deteniéndose en Stiles. El cual sonreía con lo que se notaba era satisfacción, el chico estaba satisfecho con la reacción del mayor.

Derek caminó hacia él y Dylan saltó de los brazos de su padre, quitándose de en medio para no verse atrapado en un abrazo rompe costillas que probablemente hubiera dolido bastante.

Stiles abrazó con fuerza a Derek, sabiendo que las palabras no eran el fuerte del mayor y que aquello era una forma de transmitirle lo que no conseguía decir.

— Bienvenido a casa, Sourwolf –Le dijo en un murmullo.

Derek le soltó y miró fijamente, con un brillo extraño en sus ojos.

— ¿A qué esperan? Entren a ver –Les dijo el humano.

Los tres Hale no necesitaron que les dijeran nada más, cogieron la llave que les estaba tendiendo el menor y chocando entre los tres abrieron la puerta para luego entrar corriendo. Dylan entró detrás de ellos y Scott y Stiles a lo último.

La casa aún no estaba amueblada, puesto que su construcción había acabado hace apenas días, pero era tal y como los Hale la recordaban. El suelo de madera, el papel tapiz en las paredes, el barandal tallado de la escalera, todo y cada detalle estaba igual, casi como si nada hubiera ocurrido.

Recorrieron toda la casa de arriba a abajo, desde el segundo piso hasta el sótano, un total de dos veces. No pudiendo creer realmente que aquello fuera real.

— ¿Cómo hiciste esto, Stiles? –Preguntó Peter a gritos desde el segundo piso.

— Darren tiene contactos, gente que por suerte trabaja en construcciones y son muy buenos restaurando casas.

— ¡Demasiado buenos! –Agregó Cora desde la cocina.

Derek, que había estado viendo el espacio de la sala, caminó hacia Stiles y le besó, acariciando su abdomen y sintiendo el latido del futuro Hale contra su mano.

— Te amo –Le dijo al menor.

— Y yo a tí –Respondió Stiles.— Ahora sigue recorriendo, que aún no encuentras la sorpresa.

Derek le miró fijo, por un momento confundido ¿Qué otra sorpresa podría haber además de su casa reconstruida? Dudaba que hubiera algo que le sorprendiera más, pero aún así, le seguiría el juego a Stiles.

El lobo comenzó a recorrer la casa de arriba a abajo una tercera vez, siendo guiado por Stiles con un juego de frío o caliente que le decía hacia dónde ir.

Llegó a una de las habitaciones y, al entrar, vio algo que no había notado antes. Había una hoja de papel doblada cuidadosamente que había sido clavada a la pared con un pequeño alfiler. Derek caminó hacia ella y la cogió entre sus manos, desdoblándola y viendo lo que había en ella.

"¡Es un niño!"

Ponía escrito con rotulador azul claro encima de una imagen de lo que Derek dedujo era una ecografía.

Aquello definitivamente, y por mucho, le sorprendió aún más que la casa.

NOTA DE LA AUTORA:

Capítulo corto, lo sé, no me maten. Pero tengo cosas que hacer así que lo dejo hasta aquí.

En fin, sin más que decirles me despido deseándoles un buen resto del día y mandándoles muchos besos y abrazos para todos. Adiós mi linda manada.

Ultima Oportunidad #SterekAwardsWhere stories live. Discover now