~Capítulo 25~ Secretos

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**********************************COMENTEN Y ESTRELLITA*********** MARATÓN 1/2 

Mis puños se cierran y mi atención esta fijamente en ella. Mi sangre empieza a arder y mis deseos de golpearla, aumentan. Pero no me pienso rebajar.

De inmediato cruzo los brazos y levanto la barbilla, con orgullo y superioridad. Sé que me hallo con solo la camisa de mi maestro, y que lo vea ella, me encanta. "Claro, que si mi maestro la deja pasar y se acuesta con ella, entonces la idiota soy yo"

Suplico dentro de mí que no sea así. Mi pulso se está acelerando y mis manos empiezan a sudar.

-¿Nueva distracción? Agradable gusto como siempre—Vacila la pelirroja, como una burla. Desvía la atención a mi maestro, al mismo tiempo que yo.

Necesito ver su reacción y escuchar su respuesta. Claro que quiero gritarle en la cara a mi maestro, mandarlo a la mierda, pero dentro de mí explota una voz que me exige escuchar. "No seas abrupta"

Mi maestro no se halla observándome, sino que fija la mirada en la pelirroja. Levanta la mano derecha; así como también, dos dedos centrales. Parece estar esperando algo de ella. No obstante, no pronuncia nada.

La pelirroja frunce el ceño y luego gira la mirada hacia mí con rapidez.

-Claro—Entreabre los ojos con un cierto brillo—Así que supongo que ella es...--

-Beth—Pronuncia mi maestro interrumpiendo a la pelirroja. Su voz ha sonado grave, gruesa y con un trasfondo de amenaza. Parece enfadado.

La mujer me observa de pies a cabeza y luego levanta la comisura de su boca. Resopla pero un pequeño sentimiento de incertidumbre se ha asomado dentro de mí. Ella parecía hablar de mí como si supiera algo.

La distingo quitar su atención de mí, levanta la mano derecha y la mete entre el escote de sus pechos, introduciendo los dedos entre sus tetas. Mis ojos se abren un poco y dirijo la vista hacia mi maestro. Él la observa con naturalidad.

Regreso mi tención a la mujer y la descubro sacar un pequeño sobre envuelto. Sonríe de costado a mi maestro y coloca el sobre entre los dedos de él.

Aprieto los dientes y no sé qué decir. ¿Debería chantarle en cara a él por aceptar esa porquería? ¿Debería tirar a esa mujer del cabello? ¿O debería preguntar que es ese estúpido sobre que ha estado entre las tetas de ella y ahora se halla entre los dedos de él? Solo pensarlo me da repulsión.

-Muchas gracias—Pronuncia mi maestro y sin decir más se gira y cierra la puerta al mismo tiempo que la pelirroja me guiña un ojo y se marcha.

Frunzo las cejas. "Estoy confundida"

-¿Qué es eso?—Quiero saber señalando al papel entre sus dedos-- ¿Y por qué lo ha tenido que sacar de entre sus tetas?—Cruzo los brazos.

Dios. Cómo me detesto en estos momentos. Parezco una novia celosa, y la verdad es que entre él y yo, ni siquiera estoy segura de qué hay. Presiento que en cualquier momento me sacará de su departamento. "Si se lo permito. Primero me largo por mí misma"

Mi maestro guarda el sobre en su bolsillo, e inmediatamente me observa pareciendo estudiar su respuesta.

-Nada importante—Responde. Arqueo las cejas—Que esté entre sus tetas, solo significa que ha tenido su calor corporal—Se acerca y me toma por desprevenido, sujetándome la barbilla—Además, a mí me gustan tus tetas—Murmura susurrando contra mis labios. Lo observo silenciosa.

-¿Ah sí?—Frunzo las cejas, sintiendo un cosquilleo en el pecho—Es una lástima que este cabreada contigo en estos momentos. No quiero que me toques—Sujeto su mano y la bajo de mi rostro. Sonrió de lado y le doy la espalda, escuchando una ligera carcajada ronca de él. "Me gusta saber lo que provoco en él, pero me cabrea la idea de que esté tocándole las tetas a alguien más"... Ni siquiera quiero imaginarlo. De alguna forma... quiero que solo me toque a mí.

Me encamino a la habitación y tomo mi vestido. Me visto, me coloco los tacones y cuando salgo de la habitación, encuentro a mi maestro de pie al frente apoyado en la pared, con un cigarrillo entre los labios, observándome fijamente.

Sacudo la cabeza y echo mi largo cabello hacia atrás—

-Me voy—Anuncio y él frunce el ceño. Se inclina hacia adelante y me intercepta antes de llegar a la puerta, rodeándome la cintura con los brazos—

-¿Estas enfadada conmigo?—Murmura ronco en mi oído, y no puedo evitar sonreír. De inmediato oculto mi gesto—

-Lo estoy—

-¿Te puedo ver luego?—Pide besando mi cuello—No quiero que esté enfada conmigo, señorita Taylor—Acaricia mi vientre y mis brazos mientras reposa besos en mis hombros. "Me encanta tener sus labios acariciándome la piel"

-Quizás—Murmuro y volteo ligeramente la cabeza—

-Quiero verte luego—Sube besando mi cuello y luego llega a mi boca, besando la comisura de esta—Necesito verte luego.

-Si se porta bien, quizás—Vacilo entre mí y él suelta una risa ronca en mi boca—

-Sabes negociar ¿Eh?—Acaricia mis brazos. Enseguida presiona sus labios sobre los míos, hundiéndome en un beso que me devora. Bajo las manos hasta las suya que se hallan sobre mi vientre, aprisionándome contra él. Acaricio su boca con la mía en un beso lento. Un beso que me arrebata el alma y me tiende el mundo a los pies. Mi vientre se estremece y mis rodillas tiemblan. "Mi mundo se derrumba... y lo estoy permitiendo"

Horas más tarde me hallo sobre mi cama con el móvil apagado. Lo he callado para tener que evitarme la tentación de irme con él. "Necesito tiempo para pensar mejor las cosas" pero mi tranquilidad no demora demasiado.

Mi hermana ha venido a mi habitación, suplicante por salir a bailar esta noche. Está desesperada por distraerse y quitarse de la cabeza por un momento a mi maestro. "eso asegura ella"

-De verdad—Repito—Estoy un poco cansada—

-No hay excusas—Grita ella mientras sale de mi habitación para arreglarse—Saldremos a divertirnos, hoy.

Respiro hondo y no insisto. Mi hermana, me llevará aunque sea a rastras.

Respiro hondo y también me dispongo a arreglarme.

Esta noche llevo una pequeña minifalda, unas botas largas, y un top blanco. "Parezco una reverenda puta" pero mi hermana me ha escogido el atuendo. Mi hermana también está preciosa con ese minivestido que apenas le tapa el trasero. Resoplo sintiéndome como un pedazo de carne que va directo a una jauría de leones.

Nos marchamos de casa, y tardamos en llegar al club alrededor de quince minutos. El lugar está repleto. Cuando llegamos, el ligero recuerdo de Kyuhyun me despierta. Quizás me debe de haber llamado, pero con mi móvil apagado, dudo que haya insistido demasiado. Le debía una explicación.

Ingresemos al lugar a casi trompicones mientras mi hermana mira ansiosa a todas partes.

-¿Buscas a alguien?—Levanto la voz para que me escuche—

Cassie vacila un momento y luego sonríe—

-Si te lo decía en casa, no hubieses venido—Sonríe y yo frunzo las cejas, confundida—

-¿Qué ocurre?—

-Quedemos con tu maestro—Grita sobre la música. Un baldazo de agua frio me golpea—él quedó en traer un amigo para que te haga compañía—Sonríe de oreja a oreja.

Estoy a punto de gritar sobre la música y largarme de allí, pero es cuando distingo la silueta que conozco muy bien. Es mi maestro que se halla con una camisa remangada. La prenda se le ciñe ligeramente al amplio pecho y espalda. Se ve bastante atractivo—

Mi hermana pega un salto al mismo tiempo que mi corazón. Mis ojos se desvían con rapidez a mi maestro—

-Señoritas—Pronuncia.

Se me corta el aire. Su atención solo está sobre mí, y sus ojos parecen divertirse abriéndose el apetito al observar lo poco de ropa que traigo encima. "Me observa... me observa con tal intensidad que me siento desnuda" 


My Biology TeacherWhere stories live. Discover now