~Capítulo 32~Al olvido

2.6K 386 51
                                    


Permanezco en completo silencio fingiendo escuchar a mi hermana, quien parlotea al relatarme la maravillosa noche que ha pasado ¿Maravillosa?

Por alguna razón mis lagrimales parecen haber acelerado su proceso de producir lágrimas al doscientos por ciento. Estoy mordiendo mi labio inferior para no saltar lágrima alguna. "Detesto haberle creído" Detesto estar experimentando este sentimiento que me destroza lentamente. Es la primera vez que lo siento. Es la primera vez que no soy capaz de apaciguar el dolor con solo un consuelo.

-Genial—mascullo interrumpiendo a mi hermana. Me levanto de la silla. Me obligo a sonreír y luego muestro mi expresión de preocupación—Quizás ¿Has visto mi móvil? No lo hallo por ninguna parte.

Consulto. Tengo que distraerme con algo.

Ella frunce el rostro y luego adapta una expresión pensativa—

-¿No lo tenías ayer?—

Asiento—

-Pero no lo hallo por ninguna parte—

Ella niega con la cabeza—

-Quizás se te ha caído en alguna parte sin que te des cuenta—Asiente convencida—quizás es una señal que necesitas un nuevo móvil.

Permanezco en silencio. "Necesito muchas cosas, y entre ellas, quitar a Donghae de mi vida"

-Quizás—Respondo y luego me alejo para terminar de alistarme e ir a clases.

"No me voy a permitir hundir, no voy a llorar, no voy a ser débil" Si voy a permitir derrotarme ante aquellos que solo pretenden lastimarme. "Estaré perdida" Voy a ponerme de pie, sonreír y avanzar. Porque una vez que caes, solo te queda levantarte.

Cuando mi hermana me deja en la universidad, lo primero que hago es dirigirme directo a la biblioteca. Necesito libros de biología, y matemáticas. Tengo que levantar mis observaciones en ambas áreas. "Es tiempo de regresar todo a la normalidad"

Luego me dirijo a mi aula, pero para mi más grande sorpresa, alguien hace parado junto a la entrada de mi aula. Es Kyuhyun, manteniendo sus brazos en la espalda, y su mirada en el techo. Se gira rápidamente cuando me detengo a su lado y enseguida sonríe.

-Buenos días—Arquea las cejas y me dedica un guiño coqueto-- ¿Cómo amaneció mi reina?

Suelto una ligera risa ante su gesto. Definitivamente, los adjetivos no es algo que me agraden, pero escuchar decirlos a él, me resulta cómodo.

-Bien. Bastante bien—Asiento con orgullo. Aunque sé que tuve un sueño de perros-- ¿Qué te trae por aquí?—arqueo las cejas y el truena los dedos—

-Tu—Levanta una de sus perfectas cejas—Siempre tú—Me guiña nuevamente un ojo.-- ¿Ya te he dicho lo mucho que me gustas?—Murmura esta vez con la voz ronca y ha acercado su rostro al mío, inclinándose en cuestión de segundos. Me ha tomado por sorpresa—

Estoy a punto de retirarme y responder cuando una voz se levanta—

-Señorita Taylor ¿No es hora de inicio de clases?—

Me aparto reconociendo esa ronquera, aún más intensa cuando suena irritada. Es mi maestro. Su rostro se ve ilegible, y su atención esta sobre Kyuhyun.

De inmediato mi corazón da un golpe, pero enseguida se estruje ante un dolor que no ha desaparecido. Aparto la mirada con rapidez.

-El timbre...-- Aun no suena. Estaba a punto de excusarme, pero este se anuncia como si estuviera, de alguna forma, en mi contra. Aprieto los labios y me obligo a no perder la calma—

-Entendido—Giro hacia Kyuhyun-- ¿Nos vemos luego?

El asiente y me guiña un ojo para luego besarme en la mejilla. Se despide de mi maestro y luego se marcha.

Me doy media vuelta a pesar de ser consciente que mi maestro tiene su atención sobre mí. Me atraviesa con los ojos, lo puedo saber pero no me importa. O finjo que no me importa. No me voy a dejar caer.

La clase ha avanzado lentamente. Quiero correr desesperadamente cuando el timbre de receso alborota la clase, ansiosa de levantarme de mi asiento. Sin embargo, ocurro lo que menos quiero y a la vez más espero. Él me llama a su escritorio.

Arreglo mis cosas en mi bolso con total tranquilidad esperando que nos quedemos solo él y yo. "Ha llegado el momento de hablar con claridad. No me voy a correr. No soy un acobarde" Voy a terminar con esto aquí y ahora.

Camino hasta su escritorio y no me molesto en tomar asiento. No pretendo demorar demasiado.

Él se halla sentado tras su escritorio, con la mirada sobre mí y su expresión llena de enfado y disgusto.

-¿A qué juegas?—Cuestiona. Una risa sarcástica se escapa de mis labios ¿Es una broma?—

-No lo sé. Dímelo tú—Pronuncio tan firmemente como puedo. El levanta y una de sus cejas y enseguida se para—

-¿Qué coños es lo que te pasa, Elizabeth?—golpea con los puños su pupitre. Me estremezco ante una sacudida de pánico. "tranquila, (TN). Tranquila"

-Seré rápida y directa—Digo al fin y me atrevo a mirar directamente a esos ojos que tanto me han encantado, pero ahora detesto—No. Se. Me. Vuelva. A. acercar--- Lo he dicho palabra por palabra, logrando distinguir como la expresión de mi maestro, se fruncía.

-Elizabeth. ¿Qué mierda...?—

-Ya cállese—Exploto de repente. "He roto m silencio" tengo tanto que decirle—Guarde silencio. ¡No quiero escucharlo!—Mi maestro acerca sus pasos hasta los míos con rapidez—

-(TN)...-- Pronuncia y esta vez distingo un rastro de pánico en su voz— (TN) yo...

-¡Me asegura solo estar interesado en mí y luego se acuesta con mi hermana! ¡No quiero escucharlo más!—Su expresión se ha congelado, luego pasa a una de alivio... ¿alivio? Y luego a una de confusión—

-(TN)—

-¡no!—Cas grito—No quiero saber más de usted. –de repente la garganta se me está secando. Doy meda vuelta pero unos brazos me han detenido. Sé que se trata de él.

-(TN) ¿Qué coños...?—

-¡Ya basta!—exijo con la voz rota y lágrimas escapando de mis mejillas-- ¡Deje de mentir! No le creo más... ¡No más!—

-Maldita sea—Exclama—Es que no sé ni una mierda de lo que acusas—

Levanto el dedo, estando harta de su actitud—

-¡Se acostó con mi hermana noche!—Le restriego—No se atreva a negarlo...

-¡Mierda! ¡No lo he hecho!—me corta y cierra mis puños. Lo golpeo en el pecho pero él me tiene sujeta muy fuerte— (TN) No lo he hecho. Te lo juro—

-¡No!—exclamo y mi voz está más rota. La sangre en mi cabeza palpita gritándome que no le crea. Solo finge. "No se lo creas..."—

-No se atreva a decir más—Pronuncio ahogada observado aquello ojos cafés que tanto me gustan-- ¡Es un maldito! ¡Es un maldito! No se lo voy a creer... ¡Nunca más! –

-(TN).- lo escucho—

-No me mienta más—Grito—No me mierda porque... porque hasta creo que me he estado enamorando de usted como estúpida—termino en un susurro. Mis pupilas se han abierto de par en par. "No sé por qué lo he dicho" pero la expresión de él me confirma que lo ha escuchado. "Me mandará a volar"

Ask Y����UG

My Biology TeacherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora