IV

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—Hace mucho tiempo que conoces a Derek, Hannah —empezó a decir Araya.

—Esa no es una pregunta —dijo Hannah, mirando seria a la líder de los Calavera.

—¿Hace cuánto que lo conoces?

—Toda mi vida. Nuestras madres solían ser amigas.

—¿Dirías que se conocen bien?

—Derek cambió mucho. Yo cambié mucho. Pero sí, conocemos los instintos bases del uno y del otro.

—¿Sabes dónde está?

—No.

—¿Quieres encontrarle?

—Por supuesto que sí. Por eso vine.

—Tenemos algo en común. Nosotros también queremos encontrarle. Pero verás, la cosa es que... Scott sabe quién se lo llevó.

—¿Qué? —preguntaron Scott y Hannah al mismo tiempo.

—¿Cómo podría yo saber eso? —dijo Scott. Araya sonrió como si estuviera disfrutándolo.

—Esa no es la respuesta que busco.

—¿No crees que si lo supiera, estaríamos muy pero muy lejos de aquí? —bufó Hannah.

—Kira, gira el dial —dijo Araya.

—No, no —murmuró Kira. El rostro de Araya se oscureció.

—Bien, hagámoslo por las malas. Gira el de Hannah y el de Scott.

—¡No el de Hannah! —gritó Scott inútilmente mientras Hannah gritaba al mismo tiempo "No el de Scott".

—Vaya, vaya. Su lealtad me sorprende. Pero aquí la que manda soy yo. Así que Kira, gira ambos. Veamos si los gritos de Hannah ayudan a Scott a decir la respuesta. ¿O prefieren que sea Lydia la que ocupe un lugar? —Scott y Hannah se voltearon a ver y ambos negaron. Scott fue el que se animó a hablar.

—Hazlo, Kira.

—Empecemos con el nivel uno —ordenó Araya. Al instante de que Kira giró el dial, Hannah sintió la energía eléctrica correr por su cuerpo. Escuchó los gritos de Scott pero ella se mordió la lengua. No le daría el placer de escucharla sufrir, oh no. Pero luego vino otra corriente, y otra, y otra y Hannah sentía como la sangre corría por su boca de morderse la lengua. Estaba temblando—. Dinos, Scott. ¿Quién tiene a Derek?

Él no lo sabe, perra desquiciada, pensó Hannah, aunque no tuvo el valor para abrir la boca y decirlo, temerosa de que un grito saliera de ella.

—¿Quién tiene una razón para tenerlo, sed de venganza, hacia los Hale en particular? ¿O tú lo sabes, Hannah? —Hannah aprovechó a que Araya se había acercado a ella y le escupió la sangre en los pies, para después soltar un pequeño alarido tras una corriente eléctrica. Pasó a morderse el interior de la mejilla, pero el dolor era demasiado. Todo en ella se sentía como si estuviera ardiendo.

—No lo sé —murmuró Scott, adolorido.

—No lo sabes porque no te has dado cuenta todavía. ¿Quién se lo ha podido llevar?

—Tres —dijo el hombre que tenía sostenido a Kira. Kira miró a sus amigos con lágrimas en los ojos, viendo como Hannah apenas podía mantener su fachada imperturbable y que Scott ya casi no tenía aliento.

—Está bien, está bien —musitó Scott hacia Kira. Hannah aprovechó el momento de paz, cuando paró brevemente la corriente eléctrica para mirar a Araya.

Losing /Teen Wolf |running#3|Where stories live. Discover now