Losing /Teen Wolf |running#3|

XVII

—Ese es el plan más estúpido que he escuchado en mi vida —exclamó Hannah con cara pasiva mientras comía de una dona mirando a Scott. Él gimió, frustrado.

El plan que todos habían acordado sin Hannah presente era mandar a Kira, a la kitsune, a invitar a Liam a una "fiesta" en la casa del lago de Lydia, donde lo retendrían y lo ayudarían en su primera transformación.

—Vamos, Beta. Apóyame un poco.

—Sabes que lo hago —Hannah suavizó su expresión y le sonrió—. Creo que eres un idiota pero te apoyo.

—Es solo que no sé qué hacer —Scott tomó asiento a su lado en las escaleras desiertas de la escuela y recargó su cabeza en el hombro de Hannah. Ella dejó la dona a un lado y le puso la mano en la rodilla, dándole un ligero apretón.

—Para eso me tienes a mí. Primero, deja de copiarle los discursitos a mi primo. Ya.

—¿Cómo supiste...?

—Porque eso de "ahora somos hermanos", "la mordedura es un regalo" es una mierda que solo Derek pudo haber inventado. Dime, ¿te lo creíste cuando él te lo dijo?

—No...

—¿Entonces por qué esperas que Liam lo haga?

—Yo... no lo sé.

—Segundo. Tienes que buscarme, Scott. Esto no va a funcionar si no me integras en la ecuación. No importa si estoy con las animadoras, estudiando o incluso si estoy besándome con Zac Jordan en medio del pasillo, debes de buscarme. Si me estoy quedando aquí es por ti. Necesito que me digas las cosas, que hagamos planes, que me lo cuentes todo. Puedes confiar en mí.

—Hannieh...

—Sé que piensas que estoy mal y no te voy a mentir, me siento fatal la mayor parte del tiempo y quiero llorar todo el día. Pero nunca dejo que las emociones se interpongan en mi trabajo y mi trabajo es hacer tu vida más fácil, cuidar de ti...

—A veces dices cosas tan lindas —empezó a decir Scott al mismo tiempo en que Hannah decía:

—Intentar que no la cagues...

—Y luego vuelves a ser tú. Claro —Hannah rió y lo despeinó un poco, haciéndolo sonreír.

—Oye, ¿puedo hacerte una pregunta que he querido hacerte desde hace bastante tiempo?

—Umm... sí, supongo.

—¿Sabías que tu madre y tu padre nos quieren juntos? —para sorpresa de Hannah, Scott empezó a reír a carcajadas, ligeramente sonrojado.

—Por favor dime que no te dijeron nada.

—Bueno...

—¿Y qué les dijiste?

—¡Que obviamente no tendría nada contigo!

—¿Por qué no? —preguntó Scott con inocente curiosidad. Hannah le miró mal.

—Sería un desastre.

—Justifica tu respuesta.