Losing /Teen Wolf |running#3|

XVI

Lean la nota de autor al final, por favor xx  

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—¡¿Que hiciste qué?! —Gritó Hannah, sobresaltando a Stiles y a Scott y haciéndolos a un lado, subiendo las escaleras de la casa—. ¿En qué carajo pensabas, Scott? Oh, supongo que en nada, ¡porque lo jodiste todo! Dios, Scotty, ¿por qué?

—Hannah, ya basta —dijo Stiles seriamente, viendo con atención la expresión herida de Scott.

—Es solo un niño —la voz de Hannah se rompió casi imperceptiblemente al final. A pesar de que solo conocía a Liam de un par de días, sabía que era un chico dulce e inocente y ahora... bueno, ahora sería todo diferente para él.

—Yo también lo era cuando me mordieron. Además tú siempre has dicho que te encanta ser loba, ¿no? —preguntó Scott, nerviosamente.

—Y me encanta, pero de la manera en que me encanta mi cabello o respirar. Nací así. No tenía opción. Pero él... —Hannah tomó un suspiro y se calló, entrando a la habitación y viendo a Liam atado a una silla. Inmediatamente corrió a él—. Oh, por Dios. ¿Qué le han hecho?

Hannah se arrodilló frente a él y le apartó el cabello que le caía en la cara. Liam estaba atado con cinta, inmovible. Miraba a todos asustado y un tanto furioso, pero se tranquilizó un poco al ver la actitud de Hannah.

—Voy a quitarte la cinta de la boca, ¿sí? —le dijo la chica tranquilamente. Stiles la interrumpió.

—Pero si gritas o hablas te la pondremos de nuevo —Hannah rodó los ojos y con cuidado de no lastimarlo le quitó la cinta de la boca.

—Liam, ignora a estos idiotas, ¿sí? Sé que probablemente debes de estar muy confundido y que has visto cosas inexplicables. Sé cuán raro ha sido y qué tan asustado estás. Mis amigos no han hecho nada para hacerte sentir mejor y lo siento por eso, pero puedes confiar en mí. ¿Confías en mí? —Liam miró fijamente a Hannah y después de unos segundos asintió lentamente. Hannah le sonrió un poco —. Bien, probablemente es un poco confuso...

—Porque van a ocurrir más cosas confusas de las cosas confusas que ya pasaron, ¿entiendes? —interrumpió Stiles.

—No en realidad —dijo Liam secamente.

—Yo tampoco entendí —murmuró Scott. Hannah y Stiles lo fulminaron con la mirada.

—Tal vez deberías decirle —sugirió Hannah.

—¿Decirme qué?

—Liam, lo que te pasó, lo que te hice —empezó a decir Scott—. Lo tuve que hacer para salvarte y eso te va a cambiar...

—A menos de que te mate —cansada de las interrupciones de Stiles, Hannah le dio un codazo en el estómago que lo hizo doblarse del dolor—. Está bien, lo entiendo. Me callaré. No debí decir eso.

—¿Qué? —tartamudeó Liam asustado. Hannah negó con la cabeza y juró que su corazón se rompió un poco cuando Liam empezó a llorar.

—Ignóralos. Yo siempre lo hago —añadió Hannah, acariciándole el cabello—. No vas a morir.

—Probablemente —antes de que Stiles pudiera decir algo más, Hannah le dio con el codo a Stiles en la entrepierna, haciendo que cayera al instante al piso, pero Liam y Hannah le ignoraron, ambos concentrados el uno en el otro.

—Te voy a desamarrar, Liam. Y perdón por el desastre en que te han metido —se disculpó Hannah y rápidamente lo deshizo de la cinta, con Scott ayudándole y Stiles aun en el piso, luego con voz mandona gruñó a sus amigos—. Ahora pídanle una disculpa a Liam. Ya.