Losing /Teen Wolf |running#3|

VI

—¿Así que ese es Derek? —dijo Kira, aun incrédula al ver al chico adolescente que habían sacado de La Iglesia, nada que ver con el Derek que todos conocían. Pero Hannah, quien lo conoció cuando tenía esa edad pudo verificar que sí, sí era Derek.

—Ajam —murmuró Hannah, intentando acurrucarse contra un profundamente dormido Scott mientras estaba sentada en sus piernas.

—Era bastante lindo —Kira se sonrojó por su comentario espontáneo y más cuando Hannah tardó en responderle, pero su respuesta valió la pena la espera.

—¡Sí, lo sé! —Chilló Hannah en voz baja, la emoción contenida en su voz—. Solía tener el mayor crush en él cuando Derek tenía esa edad, aunque yo fuera como una hermana menor molesta para él. Solía seguirlo a todos lados y tomarle fotos siempre. Esperaba todos los veranos solo para verlo.

Stiles volteó a ver a Hannah de reojo, tratando de parecer discreto ante el hecho de que estaba escuchando atentamente su conversación con Kira. Honestamente estaba bastante sorprendido, nunca se imaginó que Hannah pudiera sentir algo por Derek. Una oleada de celos lo sacudo, frunciendo el ceño y apretando el volante con más fuerza de la necesaria de tan solo pensar en Hannah con alguien más que no fuera él. Egoísta de su parte, tal vez. Su expresión se relajó cuando recordó de quién estaban hablando, era Derek, y tal y como había dicho Hannah, por la diferencia de edad era más posible que él la considerara como una hermana o una prima (como muchas veces solían referirse el uno al otro) a que la considerara como un romance potencial.

—No te imagino haciendo eso —rió Kira, intentando no hacer ruido para no molestar a los que dormían.

—Los únicos hombres con los que crecí fueron Peter, Derek y los gemelos. No puedes culparme porque me gustara Derek.

—Y aun así te las arreglaste para tener un crush en Derek, perder tu virginidad con Ethan y que Aiden se enamorara de ti... —tan pronto como las palabras de Kira salieron de su boca, se arrepintió de haberlas dicho. Hannah agradeció que la oscuridad evitaba que Kira viera como le había afectado su comentario—. ¿Sigues hablando con Ethan?

—No responde mis mensajes —de pronto, Hannah pareció recordar algo—. ¡Mierda! No le he avisado a Isaac que sigo viva, probablemente esté muriendo de nervios en este momento.

—Aun no me acostumbro a que no odies a Isaac.

—Oh, lo sigo odiando y sigo pensando que es un dolor en el trasero. Lo único que cambió fue que ahora también le quiero, lo que contrarresta mi odio hacia él y aumenta mi paciencia ante las estupideces que dice —mientras decía esto, Hannah sacó su celular del bolsillo y marcó el número de Isaac, esperando a que respondiera. No tardó en hacerlo.

—¡Hannah Hale, Mancini, como sea que te llames! ¿En qué estabas pensando cuando decidiste apagar tu teléfono cuando fuiste a la casa de una familia entera de cazadores?

—Hola para ti también, cariño —respondió Hannah sarcásticamente.

—No es tiempo para bromas. ¿Estás bien o tengo que tomar un viaje a México a rescatar tu estúpido trasero?

—Para que lo sepas, mi trasero es perfecto —remarcó Hannah, ganándose esta vez una mirada nada discreta de Stiles hacia ella. La rubia le ignoró—. Y sí, estoy bien.

—¿Encontraste a Derek?

—Sí. Y también a Scott y a la manada.

—¿Estaba Stiles con ellos? —preguntó Isaac suavemente, sabiendo que era un tema delicado para su amiga.