XXXII

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Hannah y Scott estaban rápidamente cambiándose de ropa en la habitación de este último, Scott tratando de no sonrojarse al ver a Hannah pasearse por su habitación semidesnuda en busca de una playera de él.

—No seas una monja, Scott. No tengo nada que no hayas visto —comentó Hannah, eligiendo una playera que siempre le había gustado de Scott y que planeaba nunca devolver.

—Eres como mi hermana, es raro —se excusó el chico pobremente. Hannah no se lo tragó pero algo pareció brillar en su mente. Claro, estaban apurados porque había otros asesinos esa noche de los cuales deshacerse pero por otro lado, no se la había cobrado a Scott desde que el chico pretendió que la iba a besar y esta era la oportunidad perfecta.

—¿Te pongo nerviosa, Scotty? —ronroneó Hannah, dejando de lado la playera que había escogido. Scott negó con la cabeza, intentando con todas sus fuerzas mirar a Hannah a los ojos. Balanceando sus caderas, Hannah se acercó a Scott con solamente su ropa interior puesta y una sonrisa diabólica jugando en sus labios, en conjunto con sus ojos depredatorios. Hannah los relamió, notando con su oído como los latidos cardíacos de Scott aumentaban. Puso sus manos en los hombros de Scott una vez que estaban lo suficientemente cerca y acercó sus labios a su oído, susurrando en su oído arrastrando las palabras—. Tú me pones muy nerviosa, Scott.

—¿Qué estás haciendo, Hannah? —preguntó Scott con voz temblorosa, intentando alejarla pero esto solo hacía que Hannah lo sostuviera más fuerte.

—Voy a hacerte muchas cosas —dicho esto, lo aventó a la cama con ella a horcajadas. Scott, como el caballero que era, rápidamente se deshizo de ella y tomándola de la cintura, la puso a su lado lejos de él.

—No podemos, Hannah. Sé que todos nos quieren juntos y eres muy atractiva pero no podemos. Sigues enamorada de Stiles, realmente creo que lo mío con Kira tiene potencial y no quiero arruinar las cosas contigo. Eres como mi hermana y no puedo hacer eso contigo, lo lamento —balbuceó el moreno. Hannah sin poder contenerse más soltó una carcajada abiertamente.

—Oh, por Dios. Debiste ver tu cara —rió la rubia—. Ni pidimis, Hannah. ¿Por qué no te grabé? Esto merece un Oscar más que Leonardo DiCaprio.

—¿Qué? —Hannah se paró de la cama ante la mirada incrédula de Scott, tomó la playera, sus jeans y se encaminó a afuera a cambiarse pero antes de irse, le dedicó una mirada llena de humor a Scott.

—Me la debías por la vez que me hiciste creer que me ibas a besar en la escuela.

—Mierda —maldijo Scott, recordando. 

—Oh, y por cierto, Scott. Tal vez me veas mentalmente como tu hermana pero creo que deberías recordarle eso a tu cuerpo —señaló el bulto en los pantalones de Scott con una sonrisa y dando saltitos, Hannah se encerró en el baño a cambiarse, con una sonrisa en la cara. 

—Vete a la mierda, Hannah. 

🌙🌙🌙🌙🌙

—Tendremos que dividirnos —anunció Scott entrando a la sala, donde Liam y Hannah le estaban esperando. Por el tono serio de Scott, Hannah supo que las bromas estaban de lado. Debían de concentrarse en el peligro real que era que cazadores tanto profesionales como no profesionales estuvieran detrás de ellos—. Solo puedo llevar a uno en la moto.

—Lleva a Liam, yo puedo ir corriendo —se apresuró a decir Hannah—. ¿Qué pasó?

—Kira encontró a Brett. Todos están bien, pero debemos irnos.

Losing /Teen Wolf |running#3|Where stories live. Discover now