Losing /Teen Wolf |running#3|

XIII

Advertencia: Este capítulo contiene escenas un poquito subidas de tono, ya me conocen, nada grave, pero si no les gusta leer eso, no pasa nada si se saltan el capítulo. 

MARATÓN: 1/3

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De lejos, Scott y Stiles veían la escena pasar frente a ellos, el primero con sincera curiosidad y el segundo con herida en su mirada. Lydia se acercó a ellos dando saltitos, con una sonrisa de lado.

—¿Zac Jordan? ¿En serio, Lydia? —Siseó Stiles, sin poder apartar los ojos de él y Hannah—. Deberías de rescatarla, claramente se ve incómoda.

Lydia volteó a ver a su amiga y a Zac, pero ella no veía lo mismo que en Stiles. En su lugar, veía a su amiga levemente sonrojada ante las palabras del chico.

—Está halagando su sonrisa —dijo Scott, escuchando la conversación con su oído lobuno—. A mí me parece que está bastante cómoda.

Stiles bufó.

—Oh, sí. Más que cómoda. A Hannah le ha gustado Zac desde el primer día que llegó a Beacon Hills —exageró Lydia—. Nos lo confesó a mí y a Allison.

En realidad lo que había pasado era que en uno de los múltiples interrogatorios de Allison y Lydia hacia Hannah, le habían preguntado a Hannah quién se le hacía guapo. Hannah simplemente las ignoraba y les decía que nadie, así que fueron diciendo nombre por nombre, señalando estudiante por estudiante, hasta obtener una reacción de Hannah. Cuando llegaron a Zac Jordan, los ojos de Hannah se quedaron en él una fracción más de segundo que con cualquier otro.

—Ese es lindo, supongo —había murmurado Hannah antes de encogerse de hombros y proseguir ignorándoles. Pero claro, Stiles no tenía que saber todo eso.

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—Vamos, tuvo que haber alguien —insistió Lydia, sentada en la mesa de la cafetería con Kira a su lado. Hannah suspiró, cansada.

—Ya se los dije, no hubo nadie en mi vida allá. Dejen el tema y supérenlo.

—¿Ni siquiera un sensual francés? —inquirió Kira, jugueteando con una manzana en sus manos. Hannah se la quitó hábilmente y le dio un mordisco antes de devolvérsela.

—No, nadie —Kira pareció querer añadir algo más, pero fue interrumpida por la llegada de Scott, Malia y Stiles.

—¿De qué hablan? —preguntó Scott, notando la mirada asesina de Hannah hacia Lydia para indicarle que no dijera nada. Para mala suerte de Hannah, Lydia ya estaba demasiado acostumbrada a ella como para realmente asustarla, así que sin reparo, dijo:

—De si Hannah tuvo una aventura con alguien en Francia —Stiles se atragantó con el agua que estaba bebiendo, estando a punto de escupirla. Hannah quiso que la tierra le tragara.

—Y yo les dije que no. Su-pé-ren-lo.

—¿Ni siquiera con un italiano? —preguntó Kira.

—No.

—¿Un irlandés?

—No.

—¿Un inglés?