XIV

11.5K 950 833
                                    


MARATÓN 2/3

Los siguientes días fueron incómodos e incluso distantes. Hannah parecía reinar en la popularidad del instituto, de repente, todos querían ser sus amigos. Ella, extrañamente, no rechazaba a ninguno. Hablaba, sonreía, incluso reía y proponía salidas como si fuera la cosa más normal del mundo. A Stiles le irritaba, pues no sabía la verdadera razón por la que Hannah lo hacía. Claro, su primer instinto cuando alguien le decía algo era alejarlo, pero Allison hubiera querido que fuera normal, así que ella estaba haciendo el intento. Vivía como hubiera vivido Allison, o al menos como a Hannah le hubiera gustado que hubiera vivido.

Había descubierto que Mason y Liam eran hilarantes. Bien, el último no hablaba tanto con ella, pero Mason era otro caso. Decía las cosas más graciosas en el momento oportuno. Por ratos, le hacía olvidar que existía Stiles, por ratos.

Claro que Hannah tenía más problemas que los amorosos y sus vagos intentos por recuperar el tiempo perdido en la escuela, pues una tarde Derek le había confesado algo que la había dejado helada: sus ojos habían cambiado de color. Hannah no había escuchado algo similar, pero era cierto.

Tenía todos esos pensamientos en la cabeza, sin embargo, estaba dispuesta a hacer otra cosa normal: unirse a un equipo. Y Hannah estaba totalmente entregada a entrar a las animadoras. Después de todo, ¿qué hay más normal que eso? A Allison le hubiera gustado entrar, de eso estaba segura. Así que ahora entraría ella. Pero tenía que entrenarse. Su cuerpo en Francia se había acostumbrado a entrenar, por lo que estaba más fuerte y musculosa y dispuesta a todo. Había pedido permiso al director para entrenar antes de que se hicieran las pruebas y después de hacerle ojitos, había aceptado. Así que ahora eso era lo que iba a hacer: entrenar.

Por otro lado, Scott y Stiles estaban haciendo algo parecido, entrenando para las pruebas para el equipo de lacrosse.

—Por supuesto que sigues siendo el capitán del equipo, mejoraste las notas como te dijo el entrenador, ¿cierto? —le dijo Stiles.

—Sí, pero nunca me dijo que volvía al equipo, solo me dijo que me presentara hoy a las pruebas —respondió Scott.

—Tenemos otros problemas por los cuales ocuparnos. ¿Ya se lo has contado a Argent?

—Le envié un mensaje, pero no respondió. Hannah dice que Isaac no ha hablado con ella al respecto, que siempre cambia de tema.

—Aun no entiendo cómo ellos pudieron... ya sabes.

—Aun no entiendo cómo pudiste cambiar a Hannah por Malia —empezó a decir Scott arrepintiéndose al instante—. Lo lamento, otra vez estoy poniéndome de su lado. Volviendo al tema, no me ha devuelto el mensaje. Y no tenía dinero para llamar a Francia.

—¿Tú crees que tienes problemas de dinero? Intenta pagar por una resonancia magnética y una visita a la casa Eichen.

—¿Otro aviso?

—Sí, éste dice "último". ¿Qué demonios hacemos aquí, de todas formas? Tenemos 117 millones de problemas y preocuparnos de nuestra reputación en el equipo de lacrosse no es una de ellas.

—Ahora lo es —dijo Scott, señalando lo buenos que eran los otros postulantes. Sobre todo el de la portería.

—¿Quién carajos es ese? —exclamó Stiles.

—¡Genial, Liam! —Le dijo un chico al de la portería—. Puede que seas nuestro primer capitán de primer año.

—Vale, quizás deberíamos practicar un poquito —empezó a decir Stiles antes de escuchar la voz que reconocería en cualquier lado.

Losing /Teen Wolf |running#3|Där berättelser lever. Upptäck nu