Losing /Teen Wolf |running#3|

XVIII

Lydia se quedó un rato con Hannah hasta que tuvo un problema con un barril de cerveza que no sabían quién había pedido, Lydia se fue por el dinero y dejó a Hannah sola, tomando en un rincón de la cocina mientras intentaba ignorar la mirada de un chico que había visto continuamente con Mason y Liam pero nunca le había hablado.

—Yo... abrí el vino, así que debo de pagar el barril —dijo el chico, captando la atención de Hannah. Al parecer, no era un idiota. Y era lindo. No su tipo, pero lindo. Rubio, ojos bonitos, de su estatura. Bonitos labios. Notando la mirada de la chica sobre él, una sonrisa de lado se posicionó en sus labios y dirigió su atención hacia ella después de haber entregado el dinero—. Soy Garrett.

—Hannah —respondió ella de la misma manera. Algo brilló en los ojos de Garrett y Hannah no pudo evitar inclinarse más a su dirección.

—¿Qué haces aquí sola en una fiesta como esta?

—No bebiendo vinos de 400 dólares como tú —bromeó Hannah, luego titubeó y añadió—: Y tratando de olvidar de que mi ex novio y su novia actual probablemente estén haciéndolo en este instante.

—Auch. ¿Stilinski y Malia, cierto?

—Síp.

—Si ayuda, tú eres mucho más bonita que ella —Hannah se removió incómoda y Garrett no tardó en cambiar de tema—. ¿Y qué bebes? —señaló la licorera que tenía en sus manos la chica y Hannah inmediatamente la atrajo más hacia sí.

—No podrías con lo que yo bebo, créeme.

—Solo preguntaba —dijo Garrett, alzando las manos en señal de defensa, aunque claramente estaban jugando. Un pensamiento fugaz pareció pasar por la cabeza del chico—. Mira, tengo que encargarme de algo. No es nada. Pero si sigues aquí cuando vuelva, hay que animar un poco la fiesta tú y yo, ¿qué dices? 

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Garrett sintió como Violet, su novia, le pasaba los brazos por el cuello y lo atraía hacia él. El chico rápidamente se quitó.

—¿Qué pasa? ¿Nuestro amigo no ha mandado un mensaje? —preguntó Violet, confundida. Garrett negó con la cabeza.

—No es eso. El dinero ha sido transferido, pero... ¿te acuerdas de aquella vez en Kansas?

—Sí —Violet se relamió los labios instintivamente. Amaba a Garrett, sí, pero esa vez en Kansas se había cruzado con un chico bastante atractivo. Sin querer perder a Garrett hicieron un trato, ella podía pasar la noche con el chico y Garrett haría lo mismo en otra ocasión. Violet adivinó los pensamientos de su novio—. ¿Con quién?

—Hannah.

—Es sexy.

—No tan sexy como tú, pero sí. ¿Qué dices?

—Bien —dijo Violet, dando un paso atrás—. Pero estamos a mano.

—Hecho —murmuró Garrett antes de ir a la cocina donde Hannah seguía tomando y con su celular en la mano.

—¿Qué tenías que hacer? —le preguntó Hannah, precavidamente analizándolo mientras él se recargaba a su lado en la isla de la cocina. Algo en él no le agradaba, es más, le daba escalofríos. Pero estar con él era mejor que estar sola en la cocina. 

—Cosas sin importancia. Ahora, vamos a jugar un juego.

—¿Implica tomar y manosearnos? —Garrett se atragantó con lo que estaba bebiendo mientras Hannah le miraba divertida.