VIII

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Hannah no dijo nada cuando se encaminó hacia Derek y finalmente se dejó caer en una silla a su lado, simplemente esperó pacientemente a que Derek tomara la palabra y este no lo decepcionó, hablando a los pocos minutos. Estaban en la oficina del Sheriff, con Scott y Stiles pretendiendo no estar escuchando, así que tenían algo de privacidad para hablar. 

—Lamento haberte empujado y haberte hecho eso —dijo, señalando las marcas en el rostro de Hannah que le había hecho con las garras. Hannah se encogió de hombros y le dio una sonrisa.

—Tranquilo, ya están curando. Sano rápido, si sabes a lo que me refiero —contestó Hannah, implicando lo que Derek ya sospechaba, que era una mujer lobo—. Además, me hacen ver más atractiva, ¿no?

La rubia le guiñó el ojo y le regaló una sonrisa amigable que indicaba que solamente estaba jugando. Derek la miró.

—Creo que eres atractiva de cualquier manera —admitió Derek sin timidez alguna. Hannah rió mientras por dentro sentía como si miles de burbujas bailaran en su ser. Su yo puberta estaba extasiada.

—¿Incluso con un parche en el ojo?

—Incluso aún más —Hannah volvió a reír y Derek le sonrió por primera vez. Esto no pasó desapercibido por Scott y Stiles, quienes los miraban a unos metros. Derek también los notó—. ¿Quién de ellos es tu novio?

—¿Por qué preguntas?

—Porque ambos parecen como si quisieran golpearme —Hannah rodó los ojos.

—El chico de playera blanca y sudadera gris es mi ex novio —explicó la chica, señalando a Stiles nada discretamente, pues no le importaba que supiera estaban hablando de él—. Y el moreno de sudadera verde es mi Alfa.

—¿Tu Alfa?

—Mi Alfa —enfatizó Hannah, dándole una mirada para que entendiera que se refería a algo más intenso. Derek asintió.

—¿Y tú eres?

—Su beta, Hannah. Mira, yo sé que todo te parece raro ahora, pero necesitas escuchar a Scott, mi alfa. Y no lo digo solo porque sea mi alfa, lo digo porque él sabe lo que está haciendo.

—Me recuerdas a alguien que conozco —dijo Derek, de la nada. Había estado pensando en eso desde que la vio, porque no encontraba otra explicación lógica para la súbita confianza que sentía con ella. Derek no era de confiar en muchas personas, pero había algo en ella que le hacía de confianza. O tal vez simplemente fuera porque era un rostro bonito.

—¿A quién?

—Se llama igual que tú, de hecho. Solo que es más pequeña que tú. Hannah Mancini. Es mi prima. No es de por aquí —Hannah frunció el ceño, decepcionada de que siguiera sin reconocerla. Quiso gritarle que era ella, pero tal vez solo lo confundiría más; Derek interpretó su cara y confundiendo lo que en realidad pasaba, se apresuró a decir—: Pero no es tan bonita como tú.

—¿Crees que soy bonita? —preguntó Hannah burlonamente mientras se mordía el labio, totalmente distraída de su conversación anterior.

—Eres la chica más bonita que he visto. Me encantan tus ojos, son... —Derek se inclinó sobre Hannah, tomó un mechón de cabello que se le había ido al frente y cuidadosamente lo colocó detrás de su oreja mientras la veía intensamente. Sabía lo que estaba haciendo, eso era seguro.

Hannah no sabía que estaba conteniendo su respiración hasta que alguien frente a ellos se aclaró la garganta y ella soltó en un suspiro el aire que estaba reteniendo. Se separó de Derek y ligeramente sonrojada se enderezó en su asiento. Stiles los fulminaba con la mirada mientras Scott por otro lado los miraba sorprendido. Scott superó rápidamente la sorpresa inicial y comenzó a explicarle a Derek algunas cosas.

Losing /Teen Wolf |running#3|Where stories live. Discover now