Losing /Teen Wolf |running#3|

XLV

Porque las amo, porque Losing no llegó a los 100k, ¡Sino a los 101 k de leídos! Gracias por todo. Gracias por amar a Hannah. 

🌙🌙🌙🌙🌙

—Pedí malvaviscos en tu chocolate caliente —musitó Stiles, dándole la taza a Hannah. Los ojos de Hannah se iluminaron ante la vista.

—Gracias —canturreó en respuesta.

—De nada. Sé que es tu favorito así.

—Gracias —repitió Hannah, esta vez más seria. Tomó un sorbo y volteó a ver a Harry—. ¿Por qué te fuiste de casa?

—Esa no era mi casa —admitió Harry—. Odiaba estar ahí. Y nunca me gustó ser... lo que nosotros somos. Lo odiaba. Así que tomé mis cosas y duré seis meses viajando, intentando despistar a nuestros padres. Finalmente pude establecerme en un pueblo a unas cuantas horas de aquí, lo bastante escondido de todo pero no para ser demasiado rústico. Estoy estudiando Leyes. 

—Podría decirse que te fue bien.

—Bastante. Comencé a trabajar por las noches en un bar cerca de mi departamento, fue ahí donde conocí a Sarah.

—¿Una chica, eh? ¿Debería ponerme toda hermana celosa? —se burló Hannah. Harry puso los ojos en blanco, de esa manera que Stiles dedujo, solo los Mancini lo hacían.

—Te encantaría. Sarah es la mujer perfecta —Hannah sonrió, al notar el tono enamorado de su hermano—. ¿Sabes de esas veces que conoces a una persona e inmediatamente te sientes conectado? Ni siquiera es como si fuera amor a primera vista, es esa conexión con la persona y a partir de ahí todo es diferente; empiezas a ver las cosas diferentes. Y cuando menos lo esperas, estás enamorado de ella. Y todo es esa persona, literalmente toda tu vida se centra en esa persona. Sarah es esa persona para mí. No me imagino una vida sin ella. Sarah hace de cada situación lo mejor, es mi balance perfecto y por alguna razón del destino me ama. No podía pedir algo mejor.

—Entiendo eso —murmuró Stiles, con la vista puesta en Hannah quien se había quedado quieta y callada.

—Sí —susurró la chica—. Yo también entiendo eso.

—¿Cómo se conocieron ustedes? —preguntó Harry, sin notar el ambiente tenso entre ellos.

—¿Quieres mi versión o su versión? —dijo Stiles.

—Las dos. Comienza tú.

—Bien. Un día, aburrido y gris antes de conocer a Hannah, estaba frente a la escuela sin saber que frente a mí estaría en unos minutos la chica más hermosa...

—Stiles —le advirtió Hannah, sonrojándose—. No exageres.

—Bien, era un día común y corriente pero te juro que cuando la vi... Mi corazón se detuvo. Se veía tan hermosa. Estaba desmaquillada y despeinada y se veía que no había dormido bien en meses pero lo que me cautivaron fueron sus ojos. Parecían esconder tantos misterios y yo quería descifrarlos todos. Pasó frente a mí, apenas haciendo contacto visual y recuerdo haberle dicho a Scott que acababa de ver a la futura madre de mis hijos. Me enteré de que era un lobo y que estaba relacionada con Derek después y no pude evitar estar decepcionado, porque no tenía un buen concepto de él. Pero después de conocer a Hannah mejor... Me fascinó por completo. Decía que no quería involucrarse en los problemas que teníamos en Beacon Hills en ese momento pero era la primera en meterse para defender a cualquiera de nosotros. No confiaba en ella por completo pero quería hacerlo. Todo el mundo pensaba que Hannah era tan fuerte, tan segura, tan invencible... Pero yo podía ver que había algo dentro de ella escondido. Algo tierno y delicado, temeroso y que debía ser protegido. Me gusta pensar que soy el único con el que Hannah puede ser así. En ella encontré una chica que quiere ser amada porque dentro de ella tiene demasiado amor para dar. Con esto no quiero decir que tu hermana sea una florecita delicada porque la conocemos, sería capaz de meterse en una pelea con diez tipos que el doblen el tamaño y les ganaría, pero Hannah es más que esa imagen que proyecta a todos. Hannah es lo mejor que me pudo haber pasado en la vida.