One Call Away... or maybe not.

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Scarlett




-Bien, no estoy segura de esto-confesé al escuchar el primer tono de la llamada.





- Tranquila -dijo mirando como mi mano tiritaba al sostener el celular- Mejor lo tengo yo que no tengo Parkinson -añadió divertido mientras me quitaba el objeto de la mano provocando una pequeña risa de parte mia.





-¿Hola? -habló una voz gruesa del otro lado de la línea y observé a Kevin que me hacía señas para que hablará.




- Mmm...hola Harry...-titubeé unos segundos hasta que él contestó.




- Ah,eres tu, Scarlett -miré decepcionada al castaño, ¿acaso Harry no quería hablar conmigo?





- ¿Cómo estas, cariño? -pregunté para alivianar la situación y logré escuchar su leve bostezo.





- Cansado, hoy estuvimos en la playa, espero que a los directores les haya gustado la actuación -otro bostezo y supe que lo había despertado, dirigí mi mirada hacia el reloj de pared.





01:38 A.M.





En definitiva no era la mejor hora para llamarlo, la diferencia horaria era poca: sólo una hora; eso significaba que, en Francia, eran las dos y media de la mañana. Solté un suspiro pesado mientras me resfregaba la cara con ambas manos y Kevin murmuró un pequeño "Mierda" al darse cuenta de la hora.




- Lamentó llamarte tan tarde-comenté- quería escuchar tu voz, sólo.... - mentí y otro suspiro se me escapó de los labios - sólo quédate un ratito más conmigo, ¿Si? Como cuando éramos chicos, solamente hasta que me duerma, por favor...




Una leve exhalación atravesó la línea y entendí que, sin importar lo que hiciese, él sería el primero en quedarse dormido y yo sería la primera en cortar la llamada sin siquiera habernos dicho algo más.




- Esta bien, buenas noches, Skar -se despidió del otro lado.




- Buenas noches, Harry -murmuré, me quedé unos segundos callada y Kevin cortó la llamada.




- No te preocupes, mañana hablarán y para asegurarme de eso me quedaré a dormir -sonrió graciosamente orgulloso y yo rodé los ojos riéndome.




-Dormirás en el sillón -dije lo más calmada posible con los ojos al borde de un llanto desesperado.




Un estruendoso trueno me hizo estremecerme y luego alcancé a ver la luz del rayo dandole paso a una lluvia torrencial.




Tal vez el cielo se sentía igual de triste que yo y quiso hacerme compañía, pensé.




- Me dan miedo los truenos -mintió horriblemente y yo hice una mueca -quédate conmigo- rogó con ojos de cachorro.




- Bien, me quedaré contigo por esta noche-cedí y él mostró aquella hermosa sonrisa nuevamente - pero tendrás que encender el calefactor porque me estoy congelando.





- De acuerdo, ve por otra película mientras lo hago y de paso busca una mantita -habló dirigiéndose al calefactor.




Me dirigí a mi habitación para buscar unas mantas de polar, tomé la azul para mí y una rosa para Kevin, volví a la sala y me eché sobre el sillón junto a él, tomé el mando de la tele y comencé a buscar alguna película en Netflix.




I Can't Believe ThisWhere stories live. Discover now