BITCH

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Scarlett




- ¿Ya me vas decir por qué en la foto que enviaste hay dos desayunos?



- Es porque estoy con Kevin, Harry sigue grabando la película en Dunkerque, creo que le dieron un descanso y viajó a Los Angeles ha relajarse un poco... -hice una mueca y escuché un suspiro pesado del otro lado de la línea.




- ¿Qué harás todos estos meses sin sexo? -preguntó descaradamente Clarisse desde el otro lado de la línea.



-¿Sobrevivir? -contesté más como pregunta que como respuesta y ella rió del otro lado.


Observé la habitación y miré atentamente como Kevin se tiraba sobre la cama King de sábanas blancas y acolchado azul en degrade.



- Han estado hablando por dos horas, ¿cuánto más pueden estar parloteando, par de cotorras? -se quejó y yo rodé los ojos divertida.



- Somos mujeres, Kevin, déjanos en paz -me burlé de mi misma y Cisse rió.



- Mejor te dejó, tengo que ir a comprar un par de cosas al mercado y pareces bastante ocupada, te quiero - habló.



- Esta bien, adiós rubia, te quiero -me despedí y corté la llamada -¿Feliz? -pregunté mirándolo y él asintió.



- Mucho -afirmó.



Apenas eran las dos de la tarde cuando Cisse me llamó y, según mi celular, ya eran las cuatro y media; el día estaba nublado y corría un poco de viento afuera, cosa que, al parecer, a Kevin no le importaba ya que me arrastró hasta fuera del edificio sin dejar si quiera que me vistiera mejor, aunque, siendo honesta, no estaba tan mal,  llevaba puestos unos jeans negros, una camiseta AC/DC de Harry, un par de urbanas negras, mi pelo estaba completamente suelto (gracias a Dios hoy no tenia melena de león) y me coloqué una chaqueta que agarré de último momento del perchero que estaba junto a la puerta.



- ¿Se puede saber qué demonios es tan importante cómo para sacarme a rastras de mi propio departamento? -pregunté un poco confundida mirándolo y el castaño sonrió ampliamente.



- Hay un nuevo café en el centro comercial y la comida se veía demasiado deliciosa como para dejarla ir -contestó mientras doblabamos en la esquina y cogiamos un taxi en la parada.



- Además, sé que te va a gustar -añadió guiñandome un ojo mientras abría la puerta del coche y me hizo una seña para que subiera yo primero, le hice caso.



- Buenas tardes -saludó el taxista y ambos le respondimos con respeto, no vaya a ser que agarre otro camino y nos viole.



- ¿Hacia a dónde los llevo? -preguntó y por primera vez me concentré en quién conducía: era un hombre mayor, tal vez de unos sesenta años, era algo delgado y su rostro estaba lleno de arrugas.




Este hombre no nos hará daño.




-Al centro comercial -respondió Kevin mientras cerraba la puerta y yo le sonreí gentilmente al taxista cuando me miró por el retrovisor.



- ¿Cómo se llama? -pregunté luego de un rato cuando paramos en un semáforo.



- Marco P...



- ¿Polo? -preguntó con el ceño fruncido el castaño junto a mi y yo le di un zape.



- Petre -lo corrigió y yo alcé la cejas por su extraño apellido.



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⏰ Última actualización: Aug 15, 2016 ⏰

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I Can't Believe ThisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora