THORKI - Colección de One-Shots

Hormonas.

   Advertencias: M-preg. Lenguaje explícito. Humor. Fluff.

- Quiero que desaparezcas de mi vista ahora mismo! - Loki bramó furioso contra Thor.

- Pero por favor... estás malinterpretando todo. Entiendo que estes sensible por las hormonas pero... - El menor lo interrumpió.

- ¿Hormonas? ¡Ahora le echas la culpa a mis hormonas de tu inaceptable engaño? Eres un imbécil, vete de aquí o te haré desaparecer yo mismo con mi magia! - Loki siseó lanzandole una gélida mirada.

- No puedes usar magia, te debilita... Por favor, Loki. Déjame explicarte... Jane sólo quería preguntarme sobre un descubrimiento en el que está trabajando. Estaba con Selvig, nada ocurrió entre nosotros. - Thor repuso con dulzura. Desde que su embarazo había avanzado, el temperamento de Loki era cada vez más inestable.

- Un descubrimiento que incluía su desagradable deseo por ti? Vamos, anda. Revuelcate con esa ordinaria humana. No me importa. - Loki pasó a su lado para salir de la habitación pero Thor lo detuvo.

- Mi amor, realmente no es nada de lo que estás pensando...- El rubio soltó con suavidad.

- Querido, si no quieres que agregue un pene en tu frente lo mejor será que me sueltes... - Y dicho esto salió de la habitación que la pareja compartía dando un brusco portazo.

*               *             *

Al llegar la noche el mal humor de Loki poco había menguado. Cortaba unas verduras con más fuerza de la usual mientras Thor intentaba abordarlo otra vez. Ya llevaba demasiadas horas siendo ignorado por su pareja.

- Cariño, ¿necesitas ayuda? - Thor tanteó con cuidado a sabiendas de  que el menor tenía un cuchillo que con gusto podría querer clavar en él.

Desde que habían llegado a Midgard la adaptación por parte de Loki no había sido nada fácil. Había tenido que explicarle como funcionaban las cosas allí y como a pesar de ser dioses tenían que barrer su basura, o cocinar su propia comida. El menor no había estado feliz con la idea, pero poco a poco se había ido acostumbrando. Sin embargo rara vez cocinaba, prefería que lo hiciera Thor porque él solía quemar todo. Lo que significaba que si ahora estaba haciéndolo es porque quería envenenarlo o realmente clavarle el cuchillo.

- No. No necesito tu ayuda. Puedo hacerlo solo. - Loki murmuró entre dientes y Thor suspiró. Lo amaba, realmente lo amaba pero cuando se ponía así era imposible tratar con él.

Se acercó con lentitud y deslizó suavemente sus manos por el redondeado abdomen, abrazandolo por detrás. Una visión de su mano con el cuchillo clavado pasó por su mente pero decidió ignorarla. Prefería eso al dolor que le provocaba ser ignorado por Loki.

El menor se tensó ante el contacto pero Thor fue más rápido y comenzó a murmurar palabras dulces contra su oído mientras depositaba suaves besos en su cuello.

- No me convenceras con halagos y caricias vacías... - Loki murmuró con firmeza aunque Thor notó como sus manos temblaban ligeramente mientras cortaba las verduras.

- Sabes que eso no es cierto. Te amo con todo lo que soy, Loki. No seas tan duro conmigo... - El rubio repuso con cansancio, hundiendo su rostro en el suave cuello de su pareja. Realmente se lo estaba haciendo difícil.

- Me amas pero te ves a escondidas con Jane Foster y eso no me agrada ni un poco. - Loki volteó, mirándolo de frente y cruzándose de brazos. Su semblante era duro y era claro su enojo.

- Debí habertelo dicho, pero no creí que fuera a molestarte de esta manera. Estaba Selvig y además ella pertenece al pasado. Es a ti a quien amo, a ti y a nuestro hijo... - Thor lo tomó por los brazos y notó como el menor dejaba caer sus párpados ante sus palabras. Sabía que estaba sintiendo lo que decía.

Cuando los volvió a abrir, Thor se perdió en sus profundos ojos verdes. Rogaba cada día para que su futuro hijo los heredase.

- Yo... Te creo. Pero no quiero que vuelvas a verla, no me gusta esa mujer. - Loki repuso contrariado y el rubio asintió sonriente.

- Está bien, no volveré a verla. - Subió sus manos hasta su rostro y lo besó, acariciando sus labios con suavidad. Al principio Loki se resistió pero a los pocos segundos ya respondía con deseo, pasando sus brazos por detrás del cuello del rubio.

Cuando se soltaron, las blancas mejillas de Loki estaban teñidas con un ligero rubor y Thor sonrió satisfecho. Había sido difícil pero finalmente lo había ablandado.

- ¿Ahora quieres dejarme cocinar a mi? Sé que no te gusta hacerlo... -

- ¿Es tu forma 'sutil' de decir que mi comida te desagrada? - Loki se apoyó las manos en la cintura y lo miró desafiante.

- Mi amor, veo que hoy estas especialmente belicoso. Qué te parece si mejor guardas esa energía para usarla en el dormitorio? - Thor inquirió enarcando una ceja.

Las mejillas del menor se volvieron rojas y lo fulminó.
- Tendrás que follarte a tu mano. A mi no me tocarás ni un pelo. Estás sexpedido hasta próximo aviso. - Loki sonrió maliciosamente al ver la expresión de horror en el rostro del rubio.

- No puedes hacer eso... - Thor exclamó indignado.

- Oh, claro que puedo. Y lo haré. Será tu castigo por salir con esa horrible mujer y por insinuar que mi comida es horrible. - Loki repuso con fingido enojo y Thor suspiró.

- Está bien. Supongo que es justo... iré a ordenar un poco el living mientras terminas con eso. - Esbozó una débil sonrisa y salió de la cocina bajo la mirada atenta de su pareja.

Loki sonrió finalmente. Le resultaba extremadamente divertido ver la expresión de cachorro desamparado en Thor cuando lo regañaba, y verlo arrastrar los pies con desgano.
Por supuesto que no hablaba en serio. Muy a su pesar era adicto a que Thor le hiciera el amor, pero no perdería la oportunidad de hacerlo sufrir. Bien merecido lo tenia.

Dejó la tabla en la que estaba cortando a un lado, y luego de tomar el teléfono, marcó al delivery para encargar comida. Ni en sueños cocinaria y mucho menos comería el resultado.

- Bueno cariño, regla de vida #1: Tu padre es fácilmente manipulable. -

Todo lo había hecho para acusar a Thor y lo había logrado. A fin de cuentas la convivencia con el rubio tonto podía ser sumamente divertida.