Cita médica.

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Advertencias:  smut.


Loki se sentó en el banco de plaza que cada tarde le brindaba la paz que necesitaba para disfrutar de una buena lectura. Su cuenta bancaria estaba en cero, su renta de ese mes estaba atrasada, y su jefe se negaba a darle un aumento. Si su condición de omega ya no era buena, esto lo hacía aún peor.

Su vida apestaba de muchas maneras, pero un buen libro siempre lo distraía de sus problemas. Su padre lo creía un iluso por ello, su madre un soñador incurable. Sea como fuese, mientras no tuviera que volver a su habitación de la infancia en casa de ellos, todo estaría bien. A sus treinta y dos no podía permitirse semejante retroceso.

Se concentró en su lectura. Esta vez, a diferencia de todas las anteriores veces, su amigo Tony le había obsequiado una novela romántica con una nota que decía: "Para que tengas una alegría. Aunque sea sólo literaria".
Y aunque Loki se proclamaba a sí mismo un enemigo de ese género, ahora se encontraba muy interesado en saber como Tom perdonaría a Chris, al haberse ido luego de un espléndida noche de sexo. Era evidente que se quedarían juntos, después de todo esa novela era un cliché detrás de otro. Pero ahi estaba él, queriendo averiguar lo que sucedería, y leyendo entusiasmado las escenas de alto voltaje, porque su vida sexual consistía sólo en lubricante y su mano. (A veces jabón si estaba en la ducha).

Básicamente se enamoraba de muchos hombres... que vivían en libros.

Los beta de la vida real no eran lo suficiente buenos para él.

Y los alfa mucho menos. Se negaba a dejarse dominar por uno.

- Disculpa... ¿puedo sentarme un momento aquí? - Loki levantó la mirada hasta encontrarse con un par de ojos azules mirándolo tímidamente. El tipo en cuestión era precioso, si es que podía catalogarlo como a una obra de arte. Su cabello largo y rubio atado en una media cola, una sonrisa bondadosa y por Dios, esos ojos azules estaban matándolo.

¿Eran reales?

Loki se obligó a recobrar su dignidad perdida, y con un asentimiento de cabeza le permitió sentarse. (Se quedó con las ganas de querer espiar más sobre el músculoso cuerpo del hombre)

- Mi nombre es Thor. - El hombre dijo, con un tono profundo y grave que hizo estremecer cada fibra del cuerpo de Loki. - ¿El tuyo? - Preguntó con una sonrisa benévola.

Mi nombre es: Quiero ser el padre omega de tus hijos.

Loki se azotó mentalmente por pensar algo tan hormonal y estúpido. Era cierto que estaba poniéndose mayor y también era cierto que quería cachorros, pero eso no hacía que quisiera tenerlos con el primer alfa que se hubiese cruzado en el día.

Porque Thor era un alfa. De eso estaba seguro. Su fuerte y dulce aroma amaderado no podía confundirlo. Era fragancia de alfa.

Y él tenía que huir lejos. No podía volver a involucrarse con uno.

- Loki. - Respondió de manera cortante, mientras volvía a enfrascarse en su lectura. Quizás si lo ignoraba, lo dejaría en paz más rápido.

- Es un bonito nombre. - El hombre repuso con sencillez y con una sonrisa perfecta adornando su rostro. Loki vio todo de costado, pero prefirió no mirarlo directamente. No quería que el tipo pensase que estaba interesado. Y vaya que si no hubiese sido un alfa, hubiese estado totalmente interesado.

- Gracias. Si no te importa... volveré a mi lectura. - Loki sentenció con frialdad. ¿Por qué demonios el hombre era tan carismático?

- Oh, lo siento. Sólo estoy esperando a alguien y hacía algo de tiempo. No te molestaré... - El hombre se excusó con otra sonrisa, y se centró en el teléfono celular que tenía en la mano.

THORKI - Colección de One-ShotsWhere stories live. Discover now