THORKI - Colección de One-Shots

Cinnamon Dolce

- Un Cinnamon Dolce, por favor. -

Loki subió la mirada casi por inercia al oír esa profunda voz, y lo que vio lo dejó atónito.
Jamás en sus miserables años como barista de ese café (porque sí, Loki detestaba su trabajo), había visto a un hombre tan atractivo como él.

Su cabello demasiado rubio para no ser teñido, y sus ojos increíblemente azules como para ser reales... Todo en él era perfecto. Y el lado artístico de Loki deseó poder plasmar su belleza en un dibujo. Las puntas se sus dedos quemaban por trazar sus increíbles rasgos.

- Ahm... Loki? Me oíste? - Y su nombre sonaba increíble en ese impresionante instrumento que eran sus cuerdas vocales.

Momento. ¿Sabía su nombre?

- ¿Cómo sabes mi nombre? - Preguntó sorprendido.

El hombre soltó una carcajada.

- Tu prendedor lo dice. Loki. - Señaló hacia su delantal y Loki sintió que su dignidad se iba por el excusado. Sus labios no tardaron en fruncirse y su frialdad no tardó en salir a la luz.

Era su mecanismo de defensa.

- Cinnamon Dolce. - Repitió en voz alta, ignorando su error y le cobró al instante.

- Tu nombre? - Loki preguntó sin ánimos. Aunque en el fondo deseaba saber el título de esa obra de arte.

- Thor. - Respondió con una sonrisa cautivadora, genuina, de esas que casi nunca tenía el placer de recibir en su trabajo. Y Loki no pudo evitar que su corazón se acelerara un poco.

Garabateó su nombre en el vaso, con la letra más linda que pudo, y comenzó a preparar su pedido.

- Loki... cuál es tu café favorito? -

La pregunta lo tomó por sorpresa. Nunca conversaba con ningún cliente, pero por alguna razón se vio tentado a responder.

- Me gusta el té. El clásico y aburrido té. - Loki odiaba el café tanto o más que lo que odiaba su trabajo.

Entonces por qué trabajaba en una tienda de café? Bueno, le permitía estudiar y vivir. Algo que el arte no le posibilitaba hacer aún.

- Entonces trabajas en una tienda de café pero prefieres el té? No es algo irónico? - Thor preguntó con dulzura y Loki tapó su vaso, entregándoselo.

- La vida no siempre nos da lo que queremos. A veces quieres un chocolate, y recibes limón. - Respondió sin filtrar. La mueca triste en el rostro del rubio le pareció adorable y odiosa al mismo tiempo.

Él seguro no entendería. Era apuesto, a juzgar por su atuendo, de buena posición, y carismático. Resplandecía como un sol, y seguramente nadie le podría negar nada.

Loki había conocido a muchas personas 'sol', pero él no era una. Era taciturno, frío, y antipático. Justo todo lo contrario.

Pero ahí estaba ese hombre frente a él, y deseó por primera vez poder entibiarse un poco con su extraña calidez.

- La vida tiene todo para ofrecernos. El punto es que tan dispuesto estás a recibir lo que deseas. - Las palabras de Thor golpearon muy hondo en él.

- Aquí está tu pedido. Disfrútalo. - Desvió su mirada al entregárselo porque simplemente no podía soportar verlo. Se sentía vulnerable y tonto anhelando algo que nunca iba a poder tener.  Un sol como él.

- Loki... lamento entrometerme, sé que no te conozco pero... si no eres feliz aquí, qué haces aún con ese delantal sirviendo algo que odias? - Thor estaba tomándolo suavemente de su mano, la que sostenía su vaso, y un suave calor subió por su piel.