THORKI - Colección de One-Shots

Thrud y la Navidad

Si Loki tuviese que elegir, preferiría no celebrar la navidad. Y jamás la había celebrado, hasta ahora que su primera hija tenía  casi un año.

Thor, su esposo y alfa, había insistido en que Thrud conociese la magia de la fiestas, y aunque Loki se había negado con el argumento de que el tipo de prominente barriga y ridícula ropa chillona asustaría a su bebé, nada había cambiado. Su alfa se había vuelto inflexible con el tema. Amaba esos estúpidos ritos, y no había forma de disuadirlo cuando algo se metía en su estúpida cabeza.

- ¿Sabes qué? Yo lo haré. Yo me disfrazaré para ella. - Thor anunció en medio del desayuno del día anterior a Navidad.

Loki se atragantó de la risa, mientras su hija gorgojeaba e intercalaba sueltas palabras alegres desde su sillita de comer.

No supo que su esposo era serio, hasta que lo vio hacer un puchero.

Oh, por favor. Su alfa estaba hablando en serio sobre disfrazarse de un idiota...

- No quisiste ponerte un moño en nuestra boda pero quieres disfrazarte de un tipo que se viste ridiculamente y viaja con renos mágicos? ¿Realmente alguien cree en eso? Yo creería que está fuera de si. Además... ¿Alguna vez te has puesto a pensar que trae regalos sin pedir nada a cambio? ¿Quién hace eso? El mundo no es así, Thor. -

- Mi amor, te amo pero tu escepticismo dañará los oídos de nuestra hija. - Thor lo regañó, cubriendo las orejas de Thrud. La niña, ajena al intercambio de sus padres, se llenó la boca de papilla de manzana.

- Es realismo. Pero ¿sabes qué? No me importa. Inténtalo si quieres pero Thrud lo odiará tanto como yo. - Loki afirmó con total seguridad. - ¿Verdad que sí mi pequeña brujita? -

La niña le sonrió con la boca llena de restos de manzana.

- Ya verás. Thrud amará la navidad. - Thor repuso con convencimiento.

Loki dejó escapar un largo suspiro. Sería una extensa batalla...

                    *      *     *

- ¡Thrud, no te lleves eso a la boca! - Loki regañó a su hija mientras le quitaba una bola de Navidad babeada. Armar el maldito árbol sólo había sido un extra dolor de cabeza.

- Mi amor, déjala. Está fortaleciendo su sistema inmunológico. - Thor repuso con suavidad, mientras levantaba a su hija a upa. La niña feliz de tener el árbol a su alcance, se estiró para atrapar una bola ya puesta en el árbol.

- Eres un padre demasiado blando. Tu hija tiene once meses y ya hace lo que quiere contigo. ¿Qué haras cuando tenga quince años? ¿Comprarle un reno? -

- Oh vamos.... no seas celoso, cariño. Sólo amo a mi hija y me gusta malcriarla. - Se acercó a su omega, atrapándolo de la cintura. - Y también te amo a ti, bebé... -

- Odio que me llames así. - Loki se quejó molesto, mientras su esposo depositaba un beso en su mejilla.

- Se que en el fondo te encanta. -

Thrud chilló feliz, aplaudiendo y Loki le sacó la lengua.

- Eres una pequeñisima y preciosa traidora. - Le dijo, mientras presionaba un cariñoso beso en su frente.

- Ella sólo es justa. - Thor la defendió, mientras volvía atrapar a su esposo con su brazo libre.

Loki, que aún estaba molesto, quiso protestar pero su esposo fue más rápido, callándolo con sus labios. Se rindió al dulce beso, disfrutándolo con genuino gusto. Incluso después de tantos años juntos, el amor que sentía por su alfa no había menguado ni un poco.