THORKI - Colección de One-Shots

Duda resuelta.

- ¿Me amas? - Loki inquirió mientras acariciaba las hebras amarillas de su pequeño hijo que reposaba sobre su regazo.

- Ti. Te amo, mami. - Respondió Magni dando un pequeño bostezo. Entornó sus ojos y Loki lo estrechó más contra él con una sonrisa cruzando su rostro.

En un comienzo había reprendido a Thor por acostumbrar a su hijo a llamarlo mamá, pero con el tiempo se había acostumbrado y ahora amaba que su bebé lo llamase así. Aunque jamás le daría la razón a su marido.

- Mami también te ama, mi amor. - Loki depositó un suave beso sobre la frente del pequeño y con cuidado de no despertarlo, lo acomodó en sus brazos para llevarlo a su cuarto. Lo recostó dentro de su cama, lo cubrió bien, aunque a mitad de la noche ya estaría todo destapado al igual que su padre, y apagó la luz para dejarlo dormir tranquilo.

Miró el reloj extrañado, se suponía que Thor debía estar en su casa hacía ya más de una hora. ¿Se habría retrasado en su trabajo? Ya era la segunda noche consecutiva que se demoraba, y Loki comenzaba a inquietarse. Su compañera odiosa, Jane, le había sugerido que quizás su flamante esposo no era tan perfecto como aparentaba y lo engañaba. Él confiaba plenamente en Thor, pero la duda comenzaba a abrirse paso y mientras más demoraba el rubio en volver, peor se sentía.

Loki despertó cuando sintió los cálidos labios de Thor sobre su frente. Abrió los ojos con dificultad, intentando enfocar la vista en su rostro. Lucía cansado pero le sonrió de todas maneras. No podría vivir sin esa sonrisa en su vida, pensó con tristeza.

- Me quedé dormido esperándote para cenar. ¿Qué hora es? - Preguntó mientras se ponía de pie.

- Las once. Lo siento, cariño. Tuve una reunión a último momento, ya sabes como es mi padre de adicto al trabajo. - Thor se excusó mientras se quitaba el saco del traje, y se aflojaba la corbata. En cualquier otro momento Loki le hubiese creído sin dudar, pero ahora... ya no se sentía seguro. Si lo pensaba, pasaban poco tiempo a solas. Desde que Magni había llegado a sus vidas, el pequeño se había vuelto una prioridad para ambos... entonces ¿Thor había decidido tener una aventura con alguien?

La sola idea le heló la sangre. Él amaba con cada fibra de su ser a su esposo y jamás se le ocurriría engañarlo. Comenzó a calentar la comida con manos temblorosas, intentando serenarse. Necesitaba aclarar el asunto, pero no estaba seguro de querer escuchar la verdad.

- Mi amor, estás muy callado... - Thor lo rodeó por la cintura y lo miró atónito cuando Loki lo empujó al instante. ¿Desde cuándo le molestaba que lo abrazara?

- L-lo siento... me asustaste. - El menor repuso forzándose a sonreír mientras servía la comida para su esposo en un plato. A él ya se le había ido el apetito por completo. - Siéntate y come, debes estar famélico. - Insistió mientras le dejaba todo en la mesa.

- ¿Tú no comerás? - Thor interrogó preocupado mientras tomaba asiento en su lugar. Loki se obligó a desviar la mirada, no quería evidenciarse. Su esposo lo conocía demasiado bien como para saber con una sola mirada que algo le ocurría. 

- No, yo comí algo antes de quedarme dormido. Ahora si me disculpas, estoy muy cansado, iré a acostarme. Tú come tranquilo. Buen provecho. - Depositó un fugaz beso en los labios de Thor, pero este fue más rápido y tomándolo de la mejilla, intensificó el beso. Loki hubiese querido responderle, los besos de su esposo eran su perdición, pero no ahora, no con esa duda aguijonando su corazón.

Se separó rápidamente, y tras dedicarle otra sonrisa forzada, desapareció rumbo a su habitación.

Loki aún estaba despierto cuando sintió que Thor se acostaba a su lado. Fingió estar dormido para no tener que dar explicaciones, y se tensó automáticamente cuando sintió los labios del rubio sobre su mejilla.