THORKI - Colección de One-Shots

Reencuentro (Parte 3)

Advertencia: FINAL (el próximo será el epílogo)

- Sólo serán dos semanas. Piénsalo como unas vacaciones... - Thor sonrió burlonamente a Loki mientras entraba las valijas de él y de su hijo.

Loki observó como su hijo soltaba un gran "Wow" cuando ingresó en el interior de la lujosa casa en la que el rubio vivía. Era amplia, con grandes ventanales que asustarían a Fenrir de noche, y un sofá demasiado claro que su hijo ensuciaría con comida a la primera de cambio. 

Loki sonrió maliciosamente imaginando como Thor se enfadaría cuando su casa inmaculada quedara destruida ante el demonio de Tazmania.

- ¿Por qué sonríes así? ¿Ya estás feliz de estar aquí, mi amor? - Thor inquirió con una sonrisa de dientes blancos y Loki sintió el deseo de golpearlo.

- Imaginaba como se vería tu cara cuando descubras que tu hijo adora limpiarse sus manos llenas de aceite de frituras en la tela del sofá. Y... no me digas mi amor. -

- Dejaría que mi hijo tuviera un cachorro e hiciera sus deposiciones en el mismo sofá si eso lo hiciera feliz. - Thor argumentó mirando a Fenrir inspeccionar algunas fotos que estaban en la repisa de la entrada.

Loki dejó escapar un imperceptible suspiro. Lo cierto es que por más de que odiara a Thor en ese momento, no quería ser un obstáculo entre él y su hijo. Y sacando su propia animosidad, él realmente quería que padre e hijo se llevaran bien.

- Bueno, lo harías feliz pero no te lo recomiendo. El olor a popó impregnado no podrás quitarlo con nada. - Loki respondió con desgano. Tendría que guardarse sus ganas de batallar verbalmente con Thor.

- Thor... - Fenrir se acercó con timidez hacia el rubio y ambos adultos lo miraron con curiosidad. El pequeño aún no se animaba a llamarlo por su título.

- Vi que tienes una piscina... y yo quería saber si tú me dejar--... -

- Sí, Fenrir. Si tu padre está de acuerdo, puedes meterte. Es más, yo lo haré contigo! - Thor soltó con una amplia sonrisa, la misma que estaba iluminando el rostro del niño en ese momento, y Loki tuvo que ignorar la calidez que sintió en su pecho.

Se veían tan hermosos juntos. Las cosas hubieran sido muy distintas si ellos hubiesen sido una familia, pensó con amargura.

- Padre... ¿puedo? - Fenrir preguntó con seriedad. Luego de la pelea, habían logrado conversar a solas, y aunque Loki logró explicarle sus razones, y su hijo lo escuchó, aún no había logrado que el pequeño lo tratase como antes de saber la verdad.

Y la sola idea de que su relación se hubiese estropeado para siempre le dolía como ninguna otra cosa.

- Sí, cariño. Ve a cambiarte. - Le indicó con una sonrisa que su hijo correspondió casi imperceptiblemente. 

- Tu cuarto está subiendo las escaleras. Es la primer habitación del lado izquierdo. Puerta blanca. - Thor repuso mientras le revolvía el cabello. Fenrir asintió enérgicamente, y salió corriendo escaleras arriba.

El silencio volvió a cernirse sobre ambos.

- ¿Quieres sentarte? - Thor habló, señalando el sofá. 

- No. Sólo quiero volver a mi casa y que mi hijo vuelva a quererme. - Loki soltó con amargura, y la mirada dura de Thor se ablandó ante sus palabras.

- Tienes que darle tiempo. - 

- ¿Tiempo? ¿Estás disfrutando de esto, verdad? - Loki escupió con veneno, y el rostro de Thor volvió a endurecerse.