THORKI - Colección de One-Shots

¿Navidad?

- Vamos Loki. Ayúdame con ésto. Es una linda costumbre midgardiana! - Thor intentó convencerlo pero el dios de las travesuras estaba inmerso en un libro, sentado en el sofá.

- Tú lo has dicho, una costumbre midgardiana. No me interesa. Además no encuentro la lógica en cubrir un pino de bolas de plástico. Me parece algo tonto. - Sentenció con antipatía, sin levantar la vista de su libro.

Thor dejó escapar un suspiro, y continuó adornando el pino que había traído a su casa. Loki y él compartían un pequeño departamento, y aunque recientemente se habían vuelto pareja, el dios de las travesuras seguía siendo tan arisco como siempre. No le interesaba ni un poco la navidad, a diferencia de él que disfrutaba adoptando las festividades típicas como esa.

- Es algo que me gusta. Al menos podrías fingir que te importa sólo por mi? - El rubio repuso lastimoso. 

Loki clavó su vista en la mirada de cachorro que le estaba haciendo su novio y resopló.

- No fingiré, es una costumbre tonta, Thor. Además por qué hacen tanto despliegue por un cumpleaños de alguien que no conocen? -

- Está bien. No me ayudes. Supongo que no puedo hacerme ilusiones contigo. Tendré que continuar recordando viejos momentos agradables como cuando me clavaste un puñal... o como cuando fingiste tu muerte DOS VECES, o cuando... -

- Ok, detente. Te ayudaré. Pero calla tu condenada boca de una vez. - Loki se puso de pie de mala gana, dejó el libro sobre el sofá, y se acercó al pino que su hermano decoraba ahora con una enorme sonrisa en su rostro. - ¿Qué se supone que tenga que hacer? - Inquirió malhumorado.

- Bueno, es sencillo. ¿Ves esos adornos que están en la caja? Tienes que colgarlos en las ramas del pino. Elije el que te guste, y cuelgalo! - El rubio explicó exultante y Loki se distrajo observándolo. En ocasiones parecía un niño pequeño, pero era tan adorable cuando estaba feliz que era imposible no amarlo como lo amaba. Y si una tonta costumbre como esa lo hacía sonreír así, no podía hacer menos que ayudarlo.

Comenzó a colgar uno a uno los adornos mientras ignoraba las fugaces miradas que Thor le dedicaba. La intensidad con que lo hacía, y su perfecta sonrisa lo hacían ruborizar y a pesar de que las cosas habían cambiado drásticamente entre ellos, no se sentía cómodo reaccionando cual doncella virginal ante él y sus atenciones.

- Loki, ¿quieres poner la estrella? Va en la punta del árbol! - Thor preguntó entusiasmado mientras terminaba de colocar adornos en las últimas ramas que quedaban libres.

El dios de las travesuras dejó escapar un suspiro, y tras asentir tomó el adorno y trató de colocarlo. Se estiró lo más que pudo para alcanzar la punta, sin lograrlo, y dio un respingo cuando sintió a Thor deslizarse por detrás suyo, rodeándolo de la cintura.

- ¿Necesitas ayuda, mi amor? Creo que está un poco alto para ti... -

Loki ignoró el ameno escalofrío que lo recorrió. La cálida mano de Thor en su cadera, su aliento cerca de su oído... se sentía presa de algún tipo de embrujo. Uno que sólo su magnífico novio podía ejercer en él.

- No necesito tu ayuda, puedo hacerlo solo! - Espetó intentando ignorar el constante aleteo en su estómago. Sin embargo, para cuando quiso darse cuenta, Thor lo estaba alzando entre sus brazos para que alcanzara la punta del pino. 

- Thor, ¿puedes bajarme? - Loki bramó indignado tras poner el adorno en el árbol. Su pareja lo bajó riendo, y él lo fulminó.

- Eres tan adorable cuando te enojas. - El rubio repuso con una sonrisa mientras encendía las luces del árbol. Loki negó con la cabeza, y se quedó asombrado cuando vio el resultado final. Sin dudas, a pesar de ser una costumbre inútil, debía admitir que terminado quedaba muy pintoresco. 

- Quedó maravilloso. ¿Qué opinas tú? - Thor lo rodeó en un abrazo mientras observaban las luces titilar alrededor del gran árbol.

- Creo que es bonito... aunque sigue pareciéndome inút... - Sus palabras murieron a mitad de camino. Thor lo estaba besando con intensidad, acariciando sus labios con suavidad en un dulce pero profundo beso.

- Gracias... - El rubio pronunció cerca de sus labios, acariciando con ternura su mejilla. Loki se sentía aún afectado por el beso y le costó encontrar las palabras para responder.

- Gracias por qué...? - Inquirió débilmente.

- Por armar el árbol conmigo, por amarme, por estar aquí a mi lado. En navidad ellos se hacen regalos, sabes? Pero en mi caso no necesitaría nada porque ya te tengo a ti. Te amo, Loki. Eres y siempre serás mi mejor regalo. - Thor pronunció con solemnidad y Loki tuvo que parpadear varias veces para no lagrimear. 

- Deja la cursilería... - Loki pronunció evasivo y Thor soltó una carcajada.

- Tanto te cuesta decirme "Yo también te amo, Thor"? -

- Ya sabes lo que siento por ti, no hace falta que te lo repita a cada rato. - Loki replicó ruborizado y el rubio depositó un casto beso en sus labios.

- Está bien, sin presiones. ¡Iré a buscar unos sweaters navideños que compré para ti y para mi! También se usan aquí, son realmente graciosos. Ya vuelvo! - Thor le dedicó una brillante sonrisa y subió las escaleras corriendo cual cachorro entusiasmado.

Loki lo vio desaparecer hacia el piso de arriba y no pudo evitar sonreír.

- Yo también te amo, grandísimo tonto. - Susurró por lo bajo, y volvió a sentarse a leer su libro. 

Tenía al hombre que amaba a su lado, sus tontas pero adorables costumbres, y un pequeño pero cálido hogar que compartían juntos.

No podía pedir más, era completamente feliz.