03

49.8K 6.3K 2K
                                    

Una semana había pasado, jungkook se encontraba en la tienda buscando alimento para su gatito, mientras este en forma humana curioseaba por el apartamento de su amo, como acostumbraba hacer.

Jungkook estaba un poco asustado por eso, ya que a pesar de no saber que su gato era un hermoso híbrido suponía que algo paranormal estaba sucediendo en su casa, por que el sabía que no dejaba pan remojado en leche por las noches y eso sinceramente lo atemorizaba.

Busco con la mirada el alimento favorito de su precioso gato y se dirigió rápidamente a la caja registradora donde, Mandy, su acosadora personal lo esperaba con una sonrisa espeluznante.

—Hola, guapo —sonrió de manera seductora—. ¿Como has estado?

—Bien —respondio intentando no parecer tan descortés como sonaba.

—Oye, estaba pensando que quizás...

—Mandy, yo te juro que estoy muy apurado en este momento —suspiro con una mueca cansada.

—Oh, esta bien, guapo. Hablamos luego —le tiro un beso volador, mientras Jungkook pagaba lo que compró.

Jungkook con una maldición disfrazada corrió lo mas rápido que pudo hasta su partamento, sabia que no era bueno dejar a su gatito "Misifus" solo, no cuando tenia un trabajo que entregar a la universidad  sobre la mesa de su comedor, sin cuidado. Trabajo que TaeHyung en ese momento se encontraba tocando sin miedo alguno de romperlo. Una vez llego a su edificio subió las escaleras no queriendo esperar el ascensor, porque según el, nunca es malo hacer ejercicio físico y no estaba para perder quince segundos esperando el estúpido ascensor.

Abrió la puerta junto con estruendoso sonido, alertando a TaeHyung de su llegada y él por su parte suspirando aliviado por encontrar sobre su mesa el trabajo que tanto esfuerzo le había costado hacer.

—Gracias al cielo —paso la mano sobre su cabello haciendo que este se desordenara más de lo que estaba anteriormente.

Camino hasta la cocina, para luego vertir sobre un platillo, leche y para  echar un poco de comida sobre el bol que pertenecía al curioso gato, o mejor dicho híbrido.

—Ven aquí, gatito —Taehyung bufo internamente, pero con el corazón acelerado mientras caminaba con cierta gracia hacia donde se encontraba su "amo".

El híbrido se paseo entre las piernas de Jungkook dejando excesivo pelo de gato sobre sus pantalones negros rasgados, haciendolo exclusivamente para molestar a su lindo amo, aunque sinceramente eso hiciera que a Jungkook se le plantara una sonrisa en su rostro.

—Tierno —murmuro mientras caminaba a su habitación dejando atrás a TaeHyung.

Entro con paso cansado y se tiro sobre la cama encontrando o mejor dicho aspirando un olor distinto y dulzón sobre la colcha de la cama. Le pareció extraño, ya que el no ocupaba perfume ni traía a chicas para dejar su olor impregnado en la casa. Se separo lentamente de la cama y camino por la habitación para buscar el control de la Tv, encontrándose con algo más que lo dejo sorprendido.

Su polera vieja, la más antigua que tenia desde que se había mudado al departamento y la que ya no usaba por razones obvias, se encontraba tirada en el piso con arrugas. Él recordaba inútilmente que la había dejado en una caja de cartón dentro del armario.

Suspiro pensando que se estaba volviendo paranoico, tomo ropa cambiando de acciones. Ya no vería televisión, se tomaría un largo y relajante baño.

...

Cuando salio del baño había pasado una hora, no es que lo hiciera seguido, pero a veces solo pasaba. Ya estaba vestido, siempre era así, llevaba la ropa al baño simplemente porque era un habito que había tenido desde que era un niño.

Tarareaba una canción desordenadamente, saltándose algunos ritmos y cantando en silencio los coros, cuando escucho un golpe junto con un quejido de dolor desde su cocina. Con miedo e intriga supuso lo peor...

Un ladrón.

My Little Hybrid»KookVWo Geschichten leben. Entdecke jetzt