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-A-ah -jadeo llamando la atención de los chicos a su alrededor. Sintió sus ojitos aguarse y sus manos temblar ligeramente.

-¿Amor? -Jungkook se acerco a él tratando de ignorar las preguntas que salían sin parar de las bocas de sus amigos.

-D-duele, a-ah -murmuro con sus ojos totalmente rojos y sus mejillas esta vez mojadas por las lágrimas de dolor.

-¿TaeTae? -la pregunta de Suga llegó lejana a sus oídos. El híbrido no entendía lo que pasaba, pero estaba seguro que no se trataba de nada bueno-. ¿Tae?

-N-no -trato de incorporarse con ayuda de los brazos de su novio, pero un agudo dolor en su sien lo hizo gritar de dolor. Namjoon, el mayor de todos los presentes se acerco con miedo a su lado intentando observar con mayor detenimiento la situación en la que se encontraban-. D-duele, mucho.

-Amor, me asustas -murmuro Jungkook al borde del colapso-. ¿Q-que pasa? ¿que tienes?

-N-no lo sé, yo c-creo qu... -un segundo grito de dolor partió el abrumador silencio que se apodero de la sala en la que se encontraban. Suga gimoteo con tristeza al ver como su "mejor mejor amigo" se moría de dolor y él simplemente no podía hacer nada. Aunque el momento no era el justo, sabia que algo malo sucedía, tenia un mal presentimiento. Algo que se formaba en su estómago y subía hasta posicionarse en su pecho.

-Bebé, háblame -Jungkook jadeo al sentir las finas garritas del híbrido se clavaban en su piel hasta crean pequeñas hendiduras de las que salían hilos de sangre.

-Y-yo... ¡Ah! -grito perdiendo la fuerza que aún lo sostenía en pie, el dolor era horrendo. Jamás en su corta vida había experimentado tanto dolor como en aquel momento sentía. Juraba que si aquella punzada en su pecho seguía por los siguientes minutos moriría destrozado.

-¡Hagan algo! ¡ayudenlo! -grito Suga parándose de la silla tan incomoda en la que estaba anteriormente descansando y gruñendo hacia los dos humanos.

-¡No se que hacer, Suga! -esta vez Namjoon miro a su alrededor fijándose en lo perdido que estaba en aquella situación.

El híbrido gruño en vos baja mirando preocupado al chico que apenas y era sostenido por Jungkook. Estaba pálido, y sus ojos no dejaban de derramar aquellas lágrimas tan gruesas. TaeHyung gimió cuando frente a sus ojos ahora abiertos unos puntos negros bailaban, quiso avisar. Quiso gritar para pedir ayuda, pero lo siguiente que sintió fue que la oscuridad lo reclamaba por completo.

...

-¡Tae! mira encontré flores lindas -una voz conocida se coló en sus oídos-. Son como tú.

-Channie, ¿que dices? -preguntó chocando dos autos de juguetes que misteriosamente habían aparecido en sus manos-. Ven a jugar, me aburro.

-¡Ya voy, Tae! -grito apresurando el paso, no le gustaba hacer enojar a TaeHyung. Era menor que él, pero tenía un carácter bastante fuerte.

Corrió hasta que visualizó las orejitas blancas que tanto contrastaban con las suyas. Se tiro encima del híbrido haciendo que el menor soltara un quejido. -¡ChanYeol!

Con sus manos tomo uno de los autos de juguete y lo tiro sobre la cabeza del alto, sorprendentemente aquel auto logro impactar en el lugar que quería, por lo que con una risa se quedo mirando la fea mueca que se formaba en su cara.

-Auch, me dolió Tae -murmuro acariciándose su cabeza, causando que sus orejitas se movieran de un lado a otro.

-¡Tú, tonto te lo buscaste! -grito haciendo un puchero, ChanYeol dirigió su mirada a la cara del menor, sonrojándose por tan bella escena que sus ojos veían-. ¿Que miras?

-N-nada -murmuro tomando el cochecito azul que TaeHyung le había tirado minutos antes-. Juguemos, ¿esta bien?

-Esta bien -TaeHyung se acerco a él, sentándose y cruzando sus pies provocando que este se viera mas pequeño al lado de un híbrido tan alto como ChanYeol lo era.

Jugaron toda la tarde de aquel día tan caluroso que les había tocado. Su madre no los había llamado a cenar, por lo que ambos pensaron que aún no estaba lista, pero cuando vieron que el sol ya estaba a punto de ocultarse se empezaron a preocupar.

ChanYeol se paro sacudiendo con sus manos el pequeño short que pronto pasaría a ser propiedad de TaeHyung. Una vez listo, extendió su mano hacia el más pequeño quien no dudo en tomarla. Ambos se dirigieron a su pequeña casa ubicada en el bosque viéndose realmente adorables debido a su diferencia se estatura.

Estaban a unos metros de su casa cuando escucharon un horrendo grito, ChanYeol pensó que era algún pájaro de esos que rondaba su casa de vez en cuando, pero cuando oyó el sonido de un disparo seguido de otro y otro supo que algo andaba mal.

Se escondieron detrás de unos arbustos observando de manera temblorosa la entrada trasera de su linda casa intentando ver si de alguna manera cada uno de esos sonidos habían sido producto de su imaginación. Sin embargo todo se fue al demonio cuando vieron que de su casa salían hombres enfundados en trajes negros que en sus manos poseían armas tan grandes como ellos mismo y lo que más atemorizó a ambos fueron las manchas que pintaban la piel de uno de los hombres que poseía el mayor tamaño de entre todos los que estaban allí. En su casa.

-Tenemos que irnos -murmuro ChanYeol tirando de la mano de TaeHyung. El menor no puso resistencia, sabía que su madre querría que hicieran eso. Ella se los había explicado, no le gustaba el hecho de dejarla allí, pero suponía que no quería ver a su madre enojada luego. No quería quedarse sin su postre.

ChanYeol con las manos temblorosas se dirigió al interior del bosque nuevamente, él ya estaba enterado de la situación. Seguramente su madre estaba muerta, tenia ganas de llorar y gritar como el niño asustadizo que era, pero ahora no solamente estaba él, ahora tenía un hermano que cuidar. Era lo único que le quedaba, y no iba a permitir que se lo quitaran.

-Channie, mamá se enojara con nosotros si no llegamos antes de que oscurezca.

-M-mamá... Ella esta descansando a-ahora -murmuro aguantando las lágrimas, debía ser fuerte. Por los dos.

-Mamá se va a enfandar, Channie y yo no te voy a ayudar -respondió con un puchero. Camino tan rápido como sus cortitas piernas se lo permitían. Se sentía incómodo, su colita se arrastraba por el piso y estaba seguro que en ese preciso momento su colita ya no era blanca, sino que de un color café sucio.

-Esta bien. No me ayudes, Tae -sonrió con ternura caminando aún más deprisa.

Tomados de la mano siguieron caminando hasta que escucharon un disparo a la distancia, ambos contuvieron el aliento y se miraron por unos segundos hasta que decidieron seguir el camino. Sea lo que fuera estaba lo bastante lejos como para atacarlos, de eso estaba seguro ChanYeol quien a pesar de tener nueve años tenia toda la intención de proteger a su pequeño hermano.

Sin embargo, lo siguiente no se desarrollo de la mejor manera.

...
Hello^^
Weno, ya sabes pues:v
Lo sé, un capitulo muy corto.
Escribí este capitulo rápido y sin creatividad para subir el capítulo 22:v
(El lemoso;v) vengo del pasado y les digo que nos les gustara:')
Espero que les haya gustado, no pensé que la historia tendría tanto apoyo, pero pues aquí estamos;-;
Pd: no me gusta hacer sufrir a Tae, pero no sé que sucede conmigo. Tal vez sigan pasando cosas así idk
Los amo, bai(◍•ᴗ•◍)❤


My Little Hybrid»KookVWhere stories live. Discover now