Capítulo 10

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El viaje a su casa es silencioso y cargado de tensión sexual. Su respiración es entrecortada, yo me encuentro agitado. Miro por la ventana, trato de desviar mis sucios pensamientos. Todo el morbo y la lujurias que siento está saliendo a relucir. Entramos a su casa, vamos de inmediato al segundo piso. Entra en silencio a su pequeño "Almacén sexual"
Sale con algunas prendas en sus manos. Me mira lleno de lujuria.

—Ponte esto. Cuando acabes, te quiero de rodillas a un lado de la puerta. Con la vista baja. Esto solo es un Juego ¿Bien?

—Bien.

—Ahora, ve a cambiarte—Ordena.

Entro al baño. Me miro al espejo. Sonrió, tengo las mejillas encendidas. Me desnudo frente al espejo, estoy agitado, las piernas me tiemblan, me da morbo toda la situación de ser dominado, es algo totalmente nuevo.
Observó asombrado las prendas que Esteban me a dado. Un calzón negro de encaje, la tela es negra y traslúcida, la parte del trasero está abierta, dejándolo al descubierto. También hay unas medias negras y un liguero. Sin duda las prendas más raras que he usado en mi vida. Me las coloco, me siento sexy, Extraño, jamás creí usar algo parecido en mi vida. Termino de ajustar el liguero con el calzón y las medias negras. Soy como una Pin up.
Salgo del baño, me siento tembloroso a causa de la excitación.
Me quedo de rodillas a un lado de la puerta de su habitación. Esteban se encuentra escogiendo los diversos Juguetes y productos que usaremos. Mi corazón bombea rápido, me siento débil, desarmado, el frío entra por mis pies, tiemblo, suelto un pequeño Gemido, mi cuerpo tiembla, trato de respirar lento, despacio, necesito relajarme. Son tantas las emociones que siento en este momento, aún no empieza la "sesión", ya me estoy derritiendo en pasión.

El suave cuero del azotador recorre mi espalda. Siento un hormigueo por la línea de mi espalda por la cual camina el Azotador. Suelto un pequeño Gemido. El artículo sigue bajando, llega hasta mi culo. En mi nalga izquierda marca pequeños círculos, lo levanta para después azotarlo sobre mi nalga.

Ahhh...

Me escuece, arde. La sensación de dolor manda vibraciones a mi entre pierna. Vuelve a azotarlo en mi nalga derecha. Las piernas me tiemblan.

—Buen Chico—Su voz recorre todo mi cuerpo.

Entre a la habitación, Está semidesnudo, solo lleva consigo unos calzones negros. deja todos los artículos en su escritorio, a un lado de su ordenador. Regresa a donde me encuentro, se pone de cuclillas a un lado de mi.

—Ahora, voy a esposar tus muñecas. ¿Estás de acuerdo?

S-si...

Pongo mis manos tras la espalda. El Amarra mis muñecas con unas esposas de cuero. Me hace sentir poseído sexualmente. Mi respiración se agita.

—En esta sesión seré tu Maestro, a todo lo que te pregunte responderás "Si, Maestro" o "No, Maestro", Eres de mi propiedad. ¿Entendido?

Si Maestro...

Bien, Pequeño. Tú cumpliste uno de mis fetiches, esa ropa interior te queda espectacular, así que cumpliré tu Fetiche—«Mi fetiche...» Mis mejillas están al rojo vivo— He notado que sientes una gran excitación al mirarme los pies, puedo notar la atracción sexual que sientes ante ellos. Para serte sincero, ver cómo te pone tan solo mirarme los pies, Me pone muy caliente—«¿como lo sabe?» Esto es tan caliente, todo lo que dice me pone al mil—¿Quieres Probarlos, Pequeño?

S-s-Si...

¿Si, Qué?—Lo dice en tono molesto.

Si, Maestro.

Mucho Mejor.

Va directo al sofá que está frente a la ventana. Toma asiento, estira sus piernas.

—Acércate e Híncate Frente a mi.

Me levanto de inmediato. Las piernas me fallan a causa de la excitación. Llego hasta donde el se encuentra. Me hinco a unos centímetros de él. Miro hacia el suelo, mis ojos se encuentran con sus pies blancos, Pulcros, con una pedicura excelente, Son unos pies bellos, de un ángel. Al observarlos mi entrepierna comienza a bombear sangre. Mi respiración se vuelve agitada, siento los latidos de mi corazón por medio de mi cabeza.

—Me encanta ver cómo te pone solo verlos—Pasa una de sus manos hasta su prominente Erección—Verte sumiso ante mi me provoca un placer enorme.

Acerca sus pies hasta mi pecho, lo recorre hasta llegar a mi abdomen. Cierro los ojos. Tener las manos atadas me deja desarmado, estoy teniendo mil sensaciones al sentir sus pies contra mi piel. Va bajando lentamente, hasta llegar a mi entrepierna, cuando su pie está en contacto contra mi parte íntima, una corriente me recorre todo el cuerpo, dejándome temblando, mi cuerpo convulsiona por su suave contacto con mi parte íntima.

—¿Te Gusta, Pequeño?

—Mucho, Maestro—Gimo.

Puedo verlo, Insisto, esa ropa interior me hace desearte aún más—Aprieta más su pie contra mi entrepierna, aplicándole un ligero masaje.

Ohhh...

—¿Quieres Probarlos, Pequeño?

sus palabras me prenden aún más. Tengo abro los ojos, mi vista esta nublada a causa del placer y el mar de sensaciones que es Esteban.

—Si, Maestro.

Esteban acerca su pie a mi barbilla, sus pies tienen un olor delicioso, es un olor Natural, me excita. Lo pasa por mis labios, cierro los ojos, estoy en extasis, es algo nuevo, Morboso y lleno de lujuria, es un Fetiche que a muchos les parecerá raro y asqueroso. No lo es para mi, al menos con Esteban, Todo lo que hago junto a él es excitante, lleno de Lujuria. Si encuentras a alguien con quien tener este tipo de intimidad, tienes la gloria. Introduce la punta de su pie al interior de mi boca, lo disfruto, comienzo a lamerlo, es algo nuevo, parecido al sexo oral, con su otro pie masajea mi entrepierna, mientras el se masturba, cierra sus ojos, dejándose llevar por el placer que le causó. Al ver sus reacciones, comienzo a lamer con más fuerza, lleno de energía, sigue masajeandome, estoy a punto de explotar, esto es totalmente nuevo a todo lo que he hecho y haré alguna vez. Sigo lamiendo sus pies hasta que los dos terminamos. Su semen llega hasta su hombro, terminó agitado, cansado con ganas de más.

—El Juego a penas comienza, Pequeño...

Placer Entre Lineas: Bajo Tú piel. #3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora