Placer Entre Lineas: Bajo Tú piel. #3

Capítulo 61

Todo lo qué pasó después, lo viví como si se tratara de una película. me encontraba ahí pero todo lo veía y vivía desde fuera. No creía sentirme dentro de esta realidad, no entendía que era lo que pasaba. Todo fue tan rápido y doloroso, comencé a aspirar una nube asfixiante que me impedía ser feliz.

No quería seguir con todo lo que sucedía, no lo podía soportar.

Lo que sucedió fue tan claro, llegó la policía, Julián terminó inconsciente, Esteban parecía haberse escapado de algún manicomio, había tantas personas alrededor de la dirección, tratando de ver que pasaba. Las secretarías lucían alteradas, los alumnos asustados, Martín disculpándose por haber tomado la mayoría de aquellas pruebas. Había patrullas y ambulancias, sonidos de sirenas, miles de voces susurrando y gritando, un auténtico dolor de cabeza. El director me dedicó una mirada asesina, mientras una enfermera ayudaba a levantarme. Los policías tomaron a Esteban, él seguía alterado, lo esposaron. Se me partió el corazón ver la cara y las manos de Esteban cubiertas de sangre. Todo era un tremendo shock, no quería vivir esto, no podía estar pasando, no quería perder a Esteban, no así. él es mi motor de cada día, una persona amable, intelectual, honesto, ¡quería gritarles! que él no era ningún criminal, él no había matado a nadie, él no había violado a nadie. Y en cambio lo estaban arrastrando hasta el matadero, cuando el cerdo de su primo ultrajo a un menor, nadie hizo nada, nadie lo esposo, al contrario, sus abogados y personas que trabajaban para él lo defendieron a capa y espada. Esteban sólo me tenía a mi, a Andrea y a su madre. Igualmente tenía todo el dinero del mundo para pagar multas y abogados. Julián y el director demandaron a Esteban, por incumplir la ley, por causar desastres en su institución, Julián estuvo a punto de morir por todos los golpes que Esteban aplicó contra él. Esteban no quería luchar contra ellos. Se veía vencido, mentalmente desgastado, sus demonios estaban acabando con él.

Mi madre me abrazaba, ella entendía cuanto amaba a aquel hombre.

Lo acusaron por agredir a un funcionario público, en ese momento salió a la luz el archivo de la demanda que realizó Andrea contra Esteban por maltrato. Intentaron de acusarlo de estupro por llevar una relación conmigo cuando aún no tenía la edad suficiente, sus abogados intervinieron al igual que yo. Yo estaba totalmente consciente de nuestra relación y su edad, nadie me obligó a nada, nadie me convenció de hacer nada. No pudieron culparlo por eso.

Gracias a los resultados de su terapeuta. Esteban tenía dos opciones; tres años de cárcel o cuatro años de rehabilitación en una institución mental, ¡encerrado en un psiquiátrico!. La madre de Esteban y sus abogados optaron por la segunda opción. Yo no apartaba mi mirada de Esteban, no podía dejar de verlo, lo culpaban como el peor, cuando no era así, Yo sentía una gran impotencia. Cuando los ojos grises con unos matices en verde se posaron en mi, estuve a punto de desmayarme, no soportaba todo esto. Mis ojos al igual que los suyos se llenaron de lágrimas, no estaría conmigo por cuatro años. Eso dolía una infinidad. No soportaba esta situación, no quería vivirla, era tan irreal, tan fantasiosa. Mis entrañas se desgarraban, quería gritar y destruir todo, no soportaba este vértigo que me hacia caer en un agujero negro, sin fin, sin Esteban. Antes de que se lo llevaran a ese hospital psiquiátrico, me dejaron estar con él por unos minutos. En un pequeño cuarto. Cuando lo vi con su linda mirada perdida, me derrumbé, mi amor se veía destrozado, la maldita presencia de Julián lo destruyó. Me miró a los ojos.

—Prométeme que vas a esperar por mi Abraham.

No pude soportarlo, comencé a llorar. Me acerqué a él, lo abracé muy fuerte, con lágrimas en los ojos.

—Esperaría toda la vida y la siguiente para estar contigo Esteban.

Sentí sus lágrimas sobre mis mejillas, sus brazos me envolvieron con él, aferró sus manos a mi espalda.

—¡Te amo Abraham!. Te amo tanto y me duele que todo esto esté pasando, pero es el destino, no podemos detenerlo, no podemos pausar el tiempo ni retrocederlo. No me siento muy bien mentalmente, será lo mejor para los dos tener este tiempo, quiero recuperarme mentalmente para darnos estabilidad a los dos, quiero no tener que lastimarte cuando estemos juntos.

Mi madre se encargará de pagar todo lo que necesites, tú madre, Paola y tú pueden vivir en mi casa el tiempo en que falte. Si deciden vivir ahí—Sonríe un poco—cierra el armario sexual con triple candado y esconde muy bien la llave—Limpia mis lágrimas con su pulgar—Sigue estudiando Abraham, da tu máximo, supérate, se tú en todo momento y no dejes que las demás personas te digan lo que tienes que hacer, por favor, termina tu carrera. También mi madre abrió una cuenta en el banco para todo lo que necesites en la universidad. Termina la carrera que más te guste, diviértete, sal a fiestas, conoce personas, pero lo más importante...

—No te olvidaré Esteban. Solo serán cuatro años.

—Tendré treinta años para ese entonces, tú apenas los veintidós. Serás más hermoso, más maduro. No soporto pensar en ello. Pero igual, si entra alguien en tu vida, joven, que en verdad te quiera y que pueda ofrecerte estabilidad, no te detengas por mi...

—Pero tú dijiste...

—No me olvides. Más no detengas tu vida por mi. Vive y disfruta tu último año en la prepa y estudia mucho en la universidad.

Abren la puerta, entran médicos, policías y la madre de Esteban.

—Es hora de irnos.

Aprieto el brazo de Esteban sin más contra el mío, ¡no quiero soltarlo, me rehúso a hacerlo!, no puedo dejarlo ir por tanto tiempo. Vuelve a besar mi frente.

—No me olvides—Susurra a mi oído.

Se levanta y los policías vuelven a esposarlo. Su madre me abraza, yo comienzo a llorar desconsolado.

Editado por DiegoKarel

Nota.

Pequeñxs, Hermoso Día, Tarde o Noche. Vengo aquí para informarles que entre mi gran editor DiegoKarel Y yo hemos seleccionado un Pequeño Cast de los personajes de Placer Entre Lineas. Para que puedan darse una idea de cómo me imagine a los personajes. Ustedes Tienen el derecho de imaginárselos como su cabeza lo indique, esto es solo para darles un pequeño guiño.

¡En esta ocasión conocerán el rostro de Esteban!

Dejen sus opiniones si Juan se acercaba a lo que imaginaban y a mi descripción o su opinión sobre cómo se lo imaginaban.

Los amo demasiado, Gracias por su apoyo.
Xoxo
Josshua Tenoch Martínez Ortiz.