Placer Entre Lineas: Bajo Tú piel. #3

Capítulo 28

Terminamos la leche con chocolate, recogemos las tazas, las llevamos al fregadero. Me ofrezco a lavarlas, el se niega rotundamente, pero no puede conmigo, es lo mínimo que puedo hacer por dejarme entrar en su casa.

Después de eso vamos hasta su habitación, el comienza a sacar algunas cobijas, entra al cuarto de sus hermanos, Trae con el dos almohadas, comienza a Crear una cama en el suelo. Cuando termina, me dirijo hasta esta, Augusto me detiene.

—No, Tú dormirás en la cama.

—¿Qué?.

—Qué dormirás en la cama, eres el invitado, aparte que necesitas descansar muy bien, has tenido una noche pesada.

—No Es ninguna molestia, es tu casa, Prefiero dormir en el piso.

—Por eso mismo, es mi casa, Así que dormirás en la cama.

—No Augusto. En verdad puedo dormir en el suelo.

—No lo aceptaré—Es más veloz que yo, entra rápido a la cama que a tendido en el suelo—Uhh, Lo siento bastante, tendrás que dormir en la cama.

Volteo los ojos.

—Bien.

Entro a su cama un poco apenado. Es bastante grande y cómoda. El colchón se ajusta a tu cuerpo, dándote comodidad. Augusto se levanta, apaga la luz y regresa a su lugar. En la habitación se crea un silencio armonioso, solo el sonido de nuestras respiraciones. El tamaño de la cama, la obscuridad junto a mi soledad, me envuelven gravemente. Me siento terriblemente triste y Solo, la obscuridad me absorbe, asfixiándome, no me gusta la sensación que provoca la soledad, lo que crea ese vacío dentro de nosotros, es terrible, como todo pierde color, las cuatro paredes de la habitación te van cerrando, el único sonido vital es el que se produce de afuera. Todos tus demonios se aprovechan de ti en la soledad de la noche, en su obscuridad, cuando eres más vulnerable a la vida, cuando más temes de la muerte o de seguir viviendo, cuando mas sufres por un amor, cuando te invade totalmente...

—Augusto ¿Sigues despierto?—Hablo despacio y tembloroso.

Me siento como un niño de cinco años, temeroso de los monstruos que habitan debajo de su cama.

—Si, Abraham.

—¿Tampoco puedes dormir?.

—No.

—¿Te puedo pedir un favor?.

—Claro, lo que sea.

—¿Puedes venir a dormir a mi lado? Siento que mis problemas se apoderan de mi, necesito algo de compañía que me anime.

—¿Hablas en serio, Abraham?—Su voz refleja sorpresa.

—Pues claro, ¿Porque no lo estaría?.

—No lo se.

—Por Favor, sube aquí.

Se levanta rápidamente, temiendo que cambie de opinión. Se acuesta tímidamente a mi lado, puedo sentir sus Nervios, su respiración es acelerada, parece que corrió un maratón de diez kilómetros.

—Gracias, mis demonios estaban a punto de acecharme.

—También los míos.

—¿Cuales son tus demonios, Augusto?

Se pone rígido entre la cama.

—Ya lo sabes—Suspira frustrado—Antes de que mi vida interior fuera un caos...

—¿Interior?

—Con vida interior me refiera a mi familia, antes de todo el drama, el cambiarme de casa, escuela.

—Entiendo.

—Bueno, Pues antes yo creía que el mundo estaba a mis pies, El alcohol, las fiestas, el dinero. A mi última pareja lo lastimé demasiado, ¿Te lo conté?

—Si, me hablaste de ello cuando nos conocimos.

—Pues lo hice sufrir bastante, Yo engañaba, lo humillaba, no podía estar conmigo pero tampoco soportaba verlo con alguien más—Su voz se quiebra—Hasta llegue a intentar golpearlo—Comienza a llorar.

Suena a alguien realmente arrepentido. Me parte el alma escucharlo de esa manera. Me acerco a él lentamente, lo abrazo cálidamente. El recupera un poco la compostura.

—La vida Es una ruleta, un día estás en la cima, pero al siguiente, puedes estar por debajo de la tierra. No creía en el karma o en las analogías sobre las ruletas, pero sucede, mi vida se volvió miserable, Me quede sin dinero, sin hogar, perdí al "amor de mi vida", Todo por mi, por ser un idiota, por comportarme como un pendejo con el, Por mis celos, por creerme superior, sentía que todos estaban a mis pies, Estaba muy equivocado.

Me pone sentimental su historia.

—¿Que pasó con el?.

—El—Puedo notar su felicidad al recordarlo—El es muy feliz ahora, encontró a alguien que lo respeta, lo ama y protege con todas sus fuerzas. Estoy arrepentido por haberlo tratado de esa forma, el es grandioso, Era el más dulce, Era inteligente y imponente, pero a su vez era tan frágil, Sus sentimientos siempre fueron sinceros, Es leal, Divertido, Hermoso, Pero ahora es feliz, que sea feliz ahora me reconforta, se merece todo lo que vive ahora.

Salen de mis ojos lágrimas de ternura, la forma en la que habla de su ex, me toca el alma, Es sincero, agridulce, romántico.

—Lo Bueno es que ahora estás tratando de cambiar, Estas siendo una gran persona Augusto, La vida te compensara por ello.

—Tal vez—Se pasa su pulgar por los ojos—Por eso no dejes que los problemas, los celos o tus inseguridades terminen con su historia, Aún están a tiempo de girar el barco para no chocar contra el iceberg. Puede que estén hechos el uno para el otro, pero sus problemas interiores con un poco de los foráneos, pueden acabar con todo, Para siempre, Y será demasiado tarde. Como dice aquel refrán; "Nadie sabe lo que tiene, Hasta que lo ve perdido".

—Gracias por confiar en mi Augusto.

—Gracias por escucharme—Ahora pasa su pulgar por mis ojos, limpiando mis lágrimas—Deberías arreglarlo todo con el Profesor, a pesar de que el se ve con muchos pedos mentales, se nota que te quiere, Y tú también has de quererlo, Luchen por su amor Abraham, Háganlo en verdad.

—Intentaré hacerlo, Aunque tengo miedo de fallar, de no ser suficiente...

—Cambia eso, Eres precioso, si no estuvieras enamorado del profesor y yo no tuviera un terrible historial, Estaría contigo, Porque eres jodidamente Hermoso, Mételo en tu cabeza, si tienes que repetírtelo todos los días, hazlo, Porque lo eres Abraham.

—Lo hare Augusto, Ya veras que lo haré.

Mi mente va al pasado, cuando me ocurrían este tipo de cosas, me miraba en el espejo, me colocaba los audífonos,  ponía Born This Way de Lady Gaga. Todos mis miedos e inseguridades desaparecían con esa canción.