C A P Í T U L O 9

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La clase de inglés había terminado y estaba guardando mis cosas en la mochila, cuando una bola de papel cayó sobre mi cabeza y rebotó hasta la mesa, la tome y mire hacia atrás, podía tener una leve sospecha de que se trataba de Brandon, al voltear lo confirme cuando esté chocó su puño contra su palma, abrí el papelito y leí con un leve temor.

"Ni creas que esto se quedará así, obtendré mi venganza, siempre obtengo lo que quiero ×_×"

Hice la nota una bola y la tiré al cesto más cercano a mi. Traté de no darle importancia a la realidad que se avecinaba directo hasta mi.

Tomé la mochila que permanecía en mis piernas y comencé a cerrarla. Brissa se levantó de la silla con torpeza y camino hasta la puerta, se miraba muy distraída, posiblemente estaba carcomiendose la cabeza con pensamientos, por un momento pensé en que no la miraría por lo menos hasta el receso o tal vez ni siquiera eso. Pero al llegar a la puerta ella se detuvo y realmente no sabía el porqué.

Me puse la mochila en el hombro y caminé con pasó lento hasta donde estaba Brissa, apenas iba hablar cuando ella me sorprendió hablando primero, por lo general era yo quien sacaba la conversación entre los dos.

-¿Eres bueno en inglés? -preguntó con una mirada de curiosidad, sus ojos tenían un brillo peculiar que no había visto antes, por lo menos no en ella.

-Pues si, tengo que ser bueno en todas las materias -la miré con desconfianza y proseguí-. Aunque realmente no soy muy bueno en Historia. ¿Por qué preguntas?.

-Es que el inglés se me da pésimo -acomodo su chaqueta de cuero-. Y bueno, la maestra nos dejó de tarea un ensayo de por lo menos 300 palabras. Y no se..., bueno me preguntaba, ¿si podrías ayudarme?.

Su miraba vacilaba y rehuía de la mía, sus mejillas habían adquirido un matiz rojizo, al igual las puntas de sus orejas. Sonreí, sonreí porque me alegraba que ella pensara en mi como una opción.

-Claro que puedo ayudarte -respondí tan rápido que tocí y después continúe más lento-. Tal vez podría ayudarte hoy por la tarde, si quieres puedo ir a tu casa.

Me miró sin comprender por un segundo, después su mirada se horrorizó y negó rápidamente.

-No, será mejor, no se en tu casa o en un cafetería, no se -contesto.

-En mi casa puede ser, mi padre nunca está, no se si sea un problema para ti -respondí vacilante al recordar el como se había puesta la última vez que la toque.

Miro hacia el pasillo y luego hacia a mi, había formado una extraña mueca en su boca, se estaba mordiendo parte del labio inferior.

-No, no hay problema.

Asentí con una pequeña sonrisa, ella también sonrió al verme, ese brillo de sus ojos no había desaparecido, era tan hermoso que tenía ganas de plasmarlo en mis dibujos, justo como lo había hecho hacia unas horas. Mire el reloj en mi muñeca, faltaba sólo un par de minutos para que sonara la campana para la siguiente clase.

-Se nos hace tarde -dije mirando hacia al pasillo. -¿Que clase tienes ahora?

-Tengo Geográfica Avanzada y ¿tu? -respondió un segundo después.

-Tengo Física -susurré con una mueca. -Nos pondremos de acuerdo a la hora de receso, ¿está bien?.

Asintió, tomó la correa de su mochila y camino con dirección contraria a la mía, volteó cuando ya había avanzado considerablemente, alzó su mano derecha y artículo un hasta luego. Hice lo mismo y después caminé hacia mi próxima clase. Sería una mentira si dijera que no estaba ansioso de verla de nuevo.

Noches sin Estrellas Where stories live. Discover now