5. Vientre alquilado

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Cuando Magnus había regresado, después de hablar con Catarina, Alexander -su hermoso ángel silencioso que ya no era anónimo- ya no estaba.

Había una nota en su lugar:

"Tuve que irme. Espero que la próxima vez podamos hablar más."

Magnus sintió su corazón derretirse un poco por ese "hablar". Alexander era mudo y tímido, pero parecía no importarle que él supiera sólo unas cuantas palabras en lenguaje de señas o que le escribiera notitas purpura con tinta plateada.

"Gracias por el café. Te debo uno."

Y había una carita feliz al final que hizo sonreír a Magnus, a pesar de la mala noticia que acababa de recibir.

Magnus, aunque Alec no sabía, era el encargado de vigilar el proceso de embarazos de alto riesgo o los nuevos embarazos masculinos que siempre podían ser complicados al ser todavía experimentales.

Y, en otra de las Clínicas, con un paciente que cambió de médico, había habido un problema, así que ahora Magnus iba a tener que ir a la otra ciudad para ver qué había sucedido y si todavía podía salvar al bebé

* * *

El viernes, un Alec demasiado nervioso se apareció en la Clínica de vientres en alquiler. Dudó unos cuantos minutos, mirando gente entrar y salir, antes de arriesgarse a entrar él también.

Iba jugueteando con sus manos, buscando con la mirada a Magnus. Podía hacer dos cosas a la vez: conseguir informes para alquilar su vientre, ya que Magnus era médico, y hablar con él para que supiera que no era mudo.

Se sentó en una mesa del patio central a esperar, cuando los minutos pasaron y Magnus no aparecía, Alec se sintió mal. No sólo porque tendría que pedir informes a un desconocido, sino porque de verdad le gustaba hablar con él. Era simpático y seguía sin creerse que alguien aprendiera lenguaje de señas sólo porque lo creía mudo.

Ojalá Magnus no se molestara cuando supiera la verdad.

Con un suspiro de resignación, Alec se encaminó al primer edificio que -para su buena suerte- era el indicado.

Se encontró a una chica en los pasillos, que estaba casi seguro que era la doctora de cabello azul que llamó a Magnus la vez anterior. (¿Es que no había doctores normales aquí?)

—H-hola —Alec se alegro de saber que podía hablar. Al menos con quienes no eran Magnus.

—¡Hola! —ella sonaba muy animada, le sonrió ampliamente—. ¿Tienes cita? El doctor Bane no se encuentra, pero yo puedo atenderte.

Alec ni siquiera sabía quien era el doctor Bane. Sintió sus mejillas arder, le daba vergüenza decir que iba a alquilar su vientre porque su familia no tenía dinero ni para comer. Además un embarazo masculino era tan raro.

Pero entonces una pareja salió, eran dos chicos, uno de ellos iba en silla de ruedas. Se veía agotado, pero sonriente.

—Yo... Uh... Quería... Quiero...

—¿Quieres informes?

Alec asintió y siguió a la doctora Loss -como ella se presentó- hasta su oficina.

Ella preguntó si tenía pareja y buscaban un hijo, si quería ser padre soltero y por qué razones, o si ofrecía su vientre.

La vergüenza de Alec creció mientras murmuraba "Alquilar".

Ella tomó su mano y le sonrió. —No te avergüences. Es un acto noble alquilar tu vientre, alguna pareja afortunada cumplirá su sueño gracias a ti. Y tú ganarás algo de dinero. No es nada malo ni diferente a una mujer haciendo lo mismo. Además esto ayuda a que los embarazos masculinos, en un futuro, sean más seguros.

Alec asintió y murmuró un "Gracias".

Afortunadamente no tuvo que preguntar sobre los pagos, la doctora Loss le explicó muy bien: —De momento, no hay ninguna petición, Alexander. Pero eso no significa que no podamos tomar tu vientre. Y se te pagarán todos los gastos médicos y se te dará una cantidad aceptable cada mes hasta que una pareja tome tu caso. Incluso cuando no se tomara, se te dará un pago sin falta cada mes y una cantidad mayor después del nacimiento.

Alec no supo porque preguntó, ya que no es que él pudiera mantener a un bebé, pero lo hizo: —¿Y si quisiera conservarlo?

Supuso que la doctora esperaba esa pregunta porque no se sorprendió. —Estás alquilando tu vientre, si hay una petición no puedes negarte a darlo. Pero si llega el día del nacimiento y no hay peticiones, siempre hay dos opciones: puedes dejarlo en la Clínica para futuras adopciones o puedes mantenerlo contigo.

Alec asintió. La cantidad mensual -incluso sin padres interesados- era más de lo que sus papás juntos ganaban en tres meses. No podía no aceptar, tenía que hacerlo por ellos.

—¿Tengo que firmar algo?

La doctora le preguntó si estaba seguro y si quería hacerlo ya. Alec dijo que estaba seguro. —¿Cuánto dura la operación? ¿Debo tener cuidados mucho tiempo? Porque yo estudio. Justo ahora debo volver a la universidad.

—La operación es sencilla, Alexander. Tenemos tecnología muy nueva y eficaz. La operación, ambas, tanto la adaptación de tu cuerpo, como la implantación, se hacen un mismo día. Basta con que estés un día para exámenes pre operatorios y para la operación y después un día aquí para asegurarnos que tu cuerpo no lo rechaza. Después puedes llevar tu vida normal, aunque sin olvidar que ya no eres sólo tú. Debes tener cuidados, pero nada extremo. Y siempre un médico, en este caso Bane, estará disponible las veinticuatro horas.

Alec lo pensó, podía mentir y decir que pasaría el fin de semana con algún compañero para alguna tarea. ¿Se podría mañana? Tengo el fin libre.

—Uumm... No sé si Bane esté disponible este fin porque tuvo una emergencia fuera de la ciudad, pero puedes venir, yo puedo practicar la operación y después te presento con tu médico encargado.

Alec aceptó y salió con su primer pago y una gran sonrisa. En vez de ir a la universidad, fue al súper para comprar la despensa para su casa. ¡Podrían comer y cenar bien!

Tocó su vientre mientras tomaba un bote helado de helado -hacía meses no comía uno- y pensó en lo raro que era que hoy estaba solo y mañana habría una pequeña vida dentro de él.

Al menos su familia ya no pasaría hambre.







* * *

Hola 🙌
Alec ya aceptó, Magnus no está 🙊 ¿cómo creen que se enterará Magnus y cómo tomará que Alec no le aclarara que no es mudo? ¿y qué pasará con el bebé?

El silencio del amor (Malec Mpreg)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora