18. No es un milagro

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Busco algún pretexto para acercarme a tu lado, si me sale bien tal vez parezca accidental. Por fin usaré todo el coraje que he guardado para confesarte lo que nunca pude hablar. Quiero convencerte pero no quiero arriesgarme a perderte y que te quieras ir. Porque siempre que te miro yo nunca sé muy bien qué decir 🎶

👆 recomendación ❤

* * *

Alec estaba tan nervioso, exactamente donde había estado hace ya un mes, en los cómodos asientos afuera del consultorio del doctor Bane.

Mordisqueó su labio con nerviosismo, sus manos en su regazo entrelazándose una con la otra.

La vez anterior estaba completamente decidido a hablar con Magnus, o simplemente hablar. Eso era importante: hablar.

Necesitaba que Magnus supiera que él no era mudo, podía imaginar la cara de asombro de su ¿novio? -a Alec le gustaba pensar en él como un novio-, al escucharlo hablar, tal vez un pequeño momento de shock e incredulidad, pero también de felicidad, ¿cierto?

Porque Magnus lo quería, él se lo había dicho. Así que, aunque fuera una sorpresa, tenía que alegrarse por él, ¿verdad?

Escucharía a Alec -¡lo escucharía!- hasta el final, toda su explicación, y entendería que nunca quiso mentirle, fue todo una confusión.

Al principio, Alec no había podido hablar. Tan sorprendido con alguien como Magnus, tan hermoso y brillante, hablándole a él, mirándolo a él. Eso sumado a los nervios que Alec sentía ante la necesidad de preguntar por el alquiler de vientres. Alec simple no tenía palabras, no encontraba su voz, cuando estaba frente a Magnus.

Y después, después Magnus lo dejó sin palabras -¡Su culpa!- cuando le dijo que le gustaba, que lo quería, que no quería esperar a que el embarazo de Alec terminara, quería comenzar a conocerlo ya, una relación...

Alec suspiró y miró sus manos, inconscientemente había formado el símbolo que ahora sabía no era de rock, era un "Te amo" en lenguaje de señas.

De repente su estómago se sintió extraño, lleno de mariposas nerviosas revoloteando. Él no iba a resistir si Magnus lo tomaba mal. Magnus era lo único que daba vida a su mundo gris y calor a una vida llena de frialdad.

Su vida en casa era a veces insoportable: Jace seguía de inmaduro y grosero, haciéndolo sentir mal, aunque no volvió a intentar golpearlo o insultarlo; Izzy estaba rara, Alec estaba seguro que sospechaba al menos, pero nunca confirmaba nada y eso lo hacía peor, Alec vivía en un estado de alerta completa y no podía más; y sus padres...el único problema con ellos era la culpa que Alec sentía por mentirles, no había hecho nada malo, así que tal vez debería simplemente confesarles que el dinero no venía de una beca sino de un embarazo, que había alquilado su vientre, que llevaba dos meses con el Peque dentro de él y le quedaban otros siete...

—Seguramente ellos no se enojarían, ¿verdad? —preguntó en voz alta, sin importarle lo que pensara quien pudiera escucharlo, mientras frotaba su vientre—. No pueden enojarse, lo hice por el bien de todos, y tú no tienes la culpa, Peque. Me alegro de tenerte. A ti y a Magnus.

Y luego estaba la Universidad. Alec tenía vómitos, mareos y náuseas que no siempre podía ocultar y había personas que sabía tal vez no se tomarían muy bien a un hombre embarazado... Como Ronald, Alec recordaba el miedo que había sentido aquel día en el baño, su corazón acelerado mientras buscaba una forma de huir, sus manos sobre su vientre, buscando proteger al bebé.

Tenía que hacerlo YA. No podía esperar más. Magnus era su luz y no podía seguir con esta confusión. Magnus debía entender que aunque lo amaba y a su lado el silencio se sentía bien, que eran tan afines como para no necesitar palabras para entenderse, él no era mudo.

Alec se quedó sin aliento ante la palabra -"Amor"- como siempre que se daba cuenta que era así: estaba pasando de esa etapa de simple enamoramiento al amor.

Y no podía dejar de pensar en las palabras de Magnus -"Tú eres perfecto, Alexander. No te sientas mal nunca, cariño."- y no sentirse mal.

Si Magnus sentía lo mismo, y Alec estaba seguro de eso, lo entendería, lo perdonaría; con suerte, seguiría siendo su "Ángel" aunque ya no silencioso.

Alec sintió su corazón detenerse cuando la puerta del consultorio se abrió y después sonrió, tuvo que morder sus labios y cubrir su boca para no reírse: era Ernesto.

Él tenía una semana más de embarazo que Ernesto, así que no debería estar aquí, pero sabía por Magnus que era un poco paranoico.

Él y Alec se habían encontrado tantas veces ya en la Clínica que se habían intercambiado sus números y a veces se mandaban mensajes.

—¡Hola, Alec! —Ernesto gritó feliz y se lanzó a abrazarlo.

Alec sonrió un poco más, levantó su mano saludando y estaba por hablar, por responder con su voz, cuando Magnus y Scott salieron también.

—Voy con ustedes para asegurarme que les den el medicamento correcto —Magnus dijo, dejando un beso en la mejilla de Alec—. Ya vuelvo, mi ángel. Puedes esperarme si quieres o comenzar a prepararte. ¡Hoy habrá ecografía!

Ernesto se fue de la mano de Scott, levantando su otra mano prometiendo a Alec llamar más tarde.

Alec sólo asintió varias veces, imaginando por un momento una llamada no con Ernesto, sino con Magnus donde él también hablara...

Suspiró mientras se adelantaba al consultorio. Sólo tenía que recostarse y descubrir su vientre. Él podía hacer eso.

—Vamos a ver cuánto has crecido, Peque —le dijo a su vientre, frotando suavemente.

—¿Hablando solo? ¿Debería preocuparme?

Alec saltó, llevándose una mano al pecho, tomado completamente con la guardia baja.

—¡Dios, me asustaste! —gritó hacia una sonriente Catarina, olvidando incluso hablarle de usted.

La doctora Loss se rió sin pena alguna. —Lo siento. Te vi entrar y quise ver cómo estabas, ¿necesitas ayuda?

Magnus, que iba entrando en ese preciso momento y escuchó sólo la última pregunta de su amiga, sonrió con ternura cuando vio a un Alec completamente sonrojado negar con la cabeza.

Iba a decir a Cat que ya estaba él aquí, pero entonces Alec sonrió tímidamente y dijo: —No, gracias, quiero esperar a Magnus... Ah... El doctor Bane.

¡LO DIJO!

Magnus estaba seguro de haber escuchado esa voz de ángel.

Catarina iba a decir algo, pero el jadeo de Magnus y el sonido de su bloc cayendo alertó a ambos.

Y Alec sintió que su corazón se detenía viendo esa expresión.







* * *

¡¡Pasó!! 😱 ¿Se lo esperaban?

No fue como Alec hubiera querido 🙈 ¿Cómo creen que reaccione Magnus?

El silencio del amor (Malec Mpreg)Where stories live. Discover now