34. Porque el mundo es así

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Isabelle le sonrió a Alec a través del otro lado de la mesa y él lo supo, lo sabía, iba a hacer un comentario fuera de lugar.

Ella había estado insistiendo desde que se enteró y lo confirmó:


«—¿Por qué no les dices, Alec? Ellos –sus padres– van a entender, siempre has sido su favorito. Obviamente no les va a importar que seas gay o que estés embarazado...

Alec se había reído, entre incómodo y triste, porque había tantas cosas incorrectas en lo que ella decía:

Primero, él no era el favorito de sus padres. Simplemente era el mayor y el que más comprendía la situación e intentaba ayudarles. Porque era lo correcto, ¿cierto? Era su trabajo aligerar la carga de ellos. Porque él ya no era un niño que podía sonreír incluso si tenía hambre, porque él ya era un hombre y entendía la situación. No podía sólo cerrar los ojos y fingir que no sucedía nada.

Segundo, el problema no era su sexualidad. Que él fuera gay no tenía porque importarle a nadie más que a él y al hombre del que se enamorara –Magnus, en este caso–. Porque el hecho de que a él le gustaran los hombres, y no las mujeres, no le afectaba absolutamente a nadie. Ni siquiera sus padres, aun cuando los quería tanto, tenían derecho a opinar. Nadie tenía que ser condescendiente o "comprensivo" y decir "Está bien si eres gay, no me importa, no ha cambiado nada", ¡porque por supuesto que nada cambia! Porque así como un heterosexual no necesita la aprobación de nadie para serlo y sentirse mejor, un homosexual tampoco.

El problema aquí era que él no estaba embarazado porque fuera gay, ni porque quisiera tener una familia con su "guapo novio" –incluso cuando Alec se estaba dando cuenta que sí lo deseaba, empezaba a hacerlo: formar una familia propia con Magnus–, él estaba embarazado porque alquiló su vientre para obtener dinero y evitar que, literalmente, su famia muriera de hambre.

¿Y cómo decirle eso a sus padres?

"Hey, estoy embarazado de poco más de cuatro meses. Y tengo un novio, pero no es su hijo, ni mío. No pregunten ni se encariñen, porque sólo alquilé mi vientre..."

Alec había pasado de las risas un poco histéricas a las lágrimas, porque era tan absurdo pedir eso cuando él ya se había encariñado. El Peque podría no llevar su sangre ni ninguno de sus genes, pero, por Dios, estaba dentro de él, creciendo y cambiando su propio cuerpo. Era suyo... Incluso si no lo era.»


Alec tuvo que resistir el impulso de llevar sus manos a su vientre. Siempre se había preguntado porque las mujeres embarazadas en todo momento están tocando su vientre.

Ahora creía entenderlas. Alec quería sentirlo siempre que podía, asegurarse que estaba ahí, que este milagro –vida dentro de él– era real, que seguía ahí. Quería envolver su vientre y protegerlo de todo.

No era su hijo. Él de verdad lo sabía, no olvidaba que hizo esto por dinero, "Perdón, perdón, Peque, eso suena horrible. Te quiero aun así", que sólo estaba prestando su vientre para el hijo de alguna buena familia, pero joder, ¿cómo no querer a alguien que se movía cuando sentía a Alec o escuchaba su voz?

¿Cómo, si Alec estaba enamorado, no soñar con tener una familia con Magnus?

¿Cómo no cerrar los ojos e imaginarse una realidad diferente, que su familia no moría de hambre y él nunca alquiló su vientre, que no tenía mutismo selectivo y hablaba sin parar con el padre de su hijo?

¿Que el Peque era su hijo...?

Alec sintió sus ojos picar por las lágrimas. Bajó sus manos y las dejó sobre sus muslos, presionando con fuerza.

Afortunada o desafortunadamente, Jace eligió ese momento para ser...Jace: —¿Alec, por qué estás comiendo tanto? Llevas ya tres platos con ese...

Alec quería reírse, porque era tan absurdo y tan injusto todo. Porque era su casa, su maldito hogar, y no era libre, tenía que ocultarse de ellos, de su familia, como lo hacía con el resto del mundo, tal vez más incluso.

Izzy miró mal a su hermano y estaba por decir algo, cuando Jace siguió: —¿Y por qué usas ese abrigo aquí adentro? –se puso de pie, molesto obviamente–. Aquí ni siquiera hace tanto frío. ¡Sólo quieres presumir! A Izzy y a mí no nos dan dinero para ropa nueva, incluso cuando la necesitamos y sabemos que tienen dinero, pero tú, hace un par de meses que usas prendas diferentes...

Alec sintió sus labios y sus manos temblar.

El Peque se movió y él no podía sonreír y llevar sus manos a su vientre para sentirlo.

"¡Por supuesto que uso ropa nueva! ¡Estoy engordando porque alquilé su vientre para que ustedes tengan para comer, para no dejar la escuela, para seguir respirando!", quería gritarlo, pero no lo hizo.

Tenía nauseas.

Se puso de pie lentamente, apretando en frente de su grueso abrigo entre sus manos, sus brazos cubriendo su vientre. —Lo siento –intentó decirlo, "No me siento bien", pero ya no pudo.

Quería subir las escaleras corriendo para llegar al baño, pero no podía hacer eso, él no podía correr y arrisgarse a caer.

Alec salió de la casa en su lugar, tan apenado, pero no pudo evitarlo mientras vomitaba ahí mismo.

Hubo una mano pequeña en su espalda, frotando suavemente. Alec no podía mirar, pero sabía que era su hermana, reconocía su toque.

Su móvil sonó y debía ser Magnus, porque sólo él lo llamaba, sólo él tenía el número. Alec quiso sonreír, incluso a través de todo este desastre, porque Magnus siempre sabía cuando lo necesitaba.

Sintió la otra mano de su hermana rozando su vientre, mientras buscaba en el bolsillo de su abrigo. —¿Hola? Sí, es el número se Alec... No, él no... No, es sólo vómito... Es normal, ¿cierto? Aunque supongo que tener al padre aquí le haría bien...

Y entonces Alec lloró de verdad.

Porque el Peque no era su hijo.

Porque Magnus no era el padre.

Porque su familia no sabía, no entendía.

Porque el mundo es una mierda, aunque no te lo merezcas. Tal vez más incluso.








* * *

😭 lloro con este capítulo 💔💔

Lo siento, parece que Alec no deja de sufrir, pero son situaciones reales, Alec vive una situación difícil dentro y fuera de su casa, es la realidad y no un mundo rosa 💔💔, no puede tener un "Felices por siempre" de un momento a otro 😞 espero que entiendan.

¿Cómo creen que la familia de Alec debería enterarse?

El silencio del amor (Malec Mpreg)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora