Mei Gongqing

Capítulo 33: Una canción de amor de Phoenix (2)

Mientras los dos estaban allí susurrando, cerca, Wang Hong estaba tan quieto como el agua. Caminó hacia el frente, y en un instante, se había acercado diez pasos a Chen Rong.

Como si sus corazones estuvieran vinculados, Chen Rong levantó la vista cuando llegó.

Al principio su cara se sonrojó, la cabeza inclinada, aturdida. Pero en poco tiempo, ella levantó la vista rápidamente.

Abrió los ojos para mirar valientemente a Wang Hong, y sus ojos se volvieron cada vez más brillantes. Porque tal vez estaba demasiado desconcertada, su mano temblaba y arrancaba algunas notas equivocadas seguidas.

La multitud estalló en carcajadas.

Estas voces parecían no tener ningún impacto en Chen Rong. Ella simplemente mantuvo su mirada fija en Wang Hong y luego, lentamente, volvió a bajar la mirada. En el momento en que bajó la cabeza, un rubor rojo teñió su cuello de jade.

"Oh, ¿podría esta jovencita tocar la 'Canción de amor de Phoenix' para Qilang?"

Esta línea rompió la calma, provocando una ola entre la multitud. Wang Wulang, que estaba junto a Wang Hong, también miraba a Chen Rong con una mirada penetrante. Él se estaba moviendo hacia ella en el momento en que escuchó estas palabras. Él frunció el ceño e involuntariamente se detuvo.
Como para responder la pregunta del hombre, Chen Rong bajó la mirada y lentamente se levantó, luego hizo una reverencia a Wang Hong desde detrás de su mesa. Después, inclinó la cabeza y dejó que su pelo oscuro y esbelto cayera por su cuello blanco. Tembló con la brisa de otoño cuando, con temor, dijo:

"Estuve muy feliz cuando escuché que Qilang está aquí".

Haciendo una pausa, respiró hondo antes de levantar temblorosamente la voz de nuevo:

"Me arriesgo a preguntarle al caballero: ¿me complace, señor, mi interpretación de la 'Canción de amor del Fénix'?"

Sus palabras fueron seguidas por un silencio.

Wang Hong estaba estupefacto.

Wang Wulang estaba estupefacto.

El Príncipe de Nan'yang también quedó estupefacto.

Chen Yuan, Chen Wei y todos los demás estaban estupefactos.
En este silencio, Chen Rong tembló tanto que apenas podía hablar.

"La canción es vulgar y yo también. Pero en consideración a mi sinceridad, espero que la escuches".

Cuando ella terminó, se sentó de nuevo.

Llevando una tristeza errante, la música flotó en el aire otra vez.

Un silencio terrible aún envolvía a la multitud.

La multitud de ojos observó a Chen Rong durante un largo rato y luego se trasladó a Wang Hong.

Por fin, una voz extraña habló:

"Qilang, esta chica es bastante curiosa. Como ella alberga esos sentimientos, ¿por qué no la tomas como concubina? Haga esta noche la noche de bodas y cumpla su amor ".

Ante la llegada de esta voz, como asustada, los dedos de Chen Rong temblaron y emitieron una serie de agudas notas rotas.
Con los ojos de todos clavados en ella, su rostro blanqueó blanco y se mordió los labios para articular: