Mei Gongqing

Capítulo 51:Granos de regalo

Los granos fueron cargados en diez carruajes con el sonido de música despreocupada.  Incluso cuando terminaron, Old Shang y los sirvientes seguían mirando la comida a regañadientes y miraban ansiosamente a Chen Rong, esperando que ella cambiara de opinión.

Chen Rong les prestó poca atención.  Miró hacia abajo y dijo suavemente: "Viejo Shang, presta más atención y mira si alguna familia se muda a Jiankang.  Si es así, pregúnteles si están vendiendo sus tierras.  Tome nueve carruajes de los diez que mi tío nos regaló la última vez.  También te daré diez hojas de oro.  Recuerde, debe cambiarlos todos por tierra dentro de este mes.  Ah sí, grabe los títulos con el nombre del general Sun ".

Ahora que Luo’yang había caído, Nan’yang se enfrentaría directamente a los bárbaros;  y sin la barrera natural del río Yangtze, la mayoría de los clanes querrían irse.  Sin embargo, debido a la intervención del príncipe, pocos de ellos tuvieron la libertad real de ir a su antojo.

Comprar tierra inesperadamente no fue una mala idea.  "Señorita, ¿dijo que grabe bajo el nombre del general Sun?"  Preguntó la enfermera Ping tentativamente.

Chen Rong asintió con la cabeza.  "Si.  Si las familias vendedoras lo preguntan, puede decirles que el general Sun quiere establecerse aquí ”.

"Pero, ¿y si algo sucediera y los títulos están bajo su nombre?"  El viejo Shang intentó advertirla.  La enfermera Ping también sugirió: "Señorita, ¿por qué no tenerlos bajo su propio nombre?"

Chen Rong levantó una ceja y dijo desdeñosamente: "Porque lo que es mío es del clan".

Y así se dio cuenta de ellos.

Fue el turno de Chen Rong de dudar en este punto.  Después de mucho tiempo, finalmente dijo en voz baja: "Entonces, ¿por qué no lo grabamos con el nombre del general Ran?".

"... Señorita, tampoco creo que sea una buena idea".

Chen Rong sonrió con confianza esta vez.  Ella sacudió la cabeza y dijo: “Nada saldrá mal.  Él es completamente confiable con respecto a este punto ", sonriendo con ironía mientras lo hacía.

Al ver cuán inflexible era ella, Old Shang se quedó callada por un momento antes de preguntar: “¿Entonces deberíamos informarle al General Sun?  Le enviamos tanta comida hoy;  es un buen momento para mencionarlo ".  Siempre fue una práctica en todo el país registrar las tierras de uno bajo el nombre de amigos y familiares de alto rango para evadir los impuestos.  Se podría decir que el método de Chen Rong no era nada nuevo.  Pero, ¿cómo podía confiar tanto en el general Ran cuando era simplemente su conocido?

Chen Rong sacudió la cabeza.  "Eso no es necesario.  Díselo solo si se entera.

"Sí."

El equipo de entrega formado por Old Shang y los sirvientes atrajo la atención general en el momento en que salió de la finca Chen.

Uno debería saber que fue demasiado agresivo para Sun Yan exhibir carruajes vacíos en la calle esperando que los clanes principales enviaran comida.  Además, los clanes sufrían escasez de alimentos.  En el corto tiempo dado, se miraron entre sí, pero ninguno tomó la iniciativa de enviar comida.

En este ambiente sofocante apareció el equipo de Chen Rong.

Su cabalgata había pertenecido a la finca Chen en Ping, los carruajes pintados de amarillo y los sirvientes también vestían de manera diferente a la finca local Chen.  Tanto los plebeyos como los nobles no podían evitar indagar mientras miraban el espectáculo.

Mientras escuchaba el zumbido de vez en cuando a su alrededor, Old Shang se rió en voz alta y exclamó con una voz bastante orgullosa: "Mi señora está donando estas castañas a los guerreros de su propio inventario.  has oido sobre ella?  Ella es Ah Rong de la Casa Chen.  Ella es la misma generosa Chen Rong en Ping que había predicho correctamente tres veces en el camino hacia el
sur ".

Una vez que sonó la voz del viejo Shang, el grupo de sirvientes junto a él hizo lo mismo, lo que provocó que una docena de personas charlaran y difundieran la historia de Chen Rong de principio a fin.

"Ah Rong de la casa Chen?"  exclamó un viejo.  "¿No es ella una hija nacida de concubina?  ¿Cómo adquirió tanta comida?"

“¡Sí, esta joven es tan rica!  Su regalo solo es comparable al de todo un clan.  Ella es realmente muy generosa.  ¡Qué increíble es ella!"

La voz del viejo Shang sonó más fuerte cuando escuchó a los transeúntes preguntar.  De inmediato, les contó meticulosamente una y otra vez lo que Chen Rong había hecho.

Cuando el equipo llegó a la mitad de la calle donde estaba Sun Yan, Old Shang tuvo que tragarse sus palabras en medio de su narración.  Mirando a Sun Yan con su armadura dorada tratando de reprimir su risa, rápidamente saltó y se inclinó ante él.  "Vengo por orden de mi amante, Ah Rong de la casa Chen, para entregarle diez carruajes de granos, general".

Sun Yan levantó las manos juntas y respondió: "Le agradezco amablemente".
"No lo mencione, señor.  Mi amante dice que gracias a ti y a tus hombres puede disfrutar de la paz en Nan’yang.  Regalar comida es solo una cuestión de rutina ”.

Sun Yan se echó a reír y comentó: "Aunque Ah Rong de la casa Chen es una mujer, su generosidad y galantería nos han avergonzado a los hombres".

Mientras decía esto, muchos transeúntes se retiraron en silencio y se dieron la vuelta para alejarse.

Sun Yan tomó nota de todo lo que sucedió y volvió a sonreír.  Esta sonrisa atrajo gritos y vítores de las chicas de pie.

Aparentemente acostumbrado a la admiración de las chicas, dio un paso adelante, ayudó al Viejo Shang a levantarse de su deferencia y se rió suavemente: "¿Esa pequeña Ah Rong te dijo que difundieras su nombre?"

"Sí."

"Jaja, ella nunca pierde ninguna oportunidad, ¿verdad?"  Hizo una pausa y luego continuó: "Fui un poco imprudente sobre el asunto de hoy.  Gracias Ah Rong por mí después de tu regreso.  Sin su ayuda, habría causado grandes problemas ".

Todavía no está muy claro, Old Shang solo respondió: "Sí".

“Además, dile que hoy me había parado en la calle con mi armadura.  Tan guapo y bravucón era yo que un montón de mujeres se reunieron a mi alrededor.  Pregúntele por qué no vino a unirse a una escena tan espectacular ".  Ahora estaba estallando en risas por su cuenta.

"Sí, definitivamente transmitiré tus palabras", respondió Old Shang, casi con toda honestidad.

De buen humor, Sun Yan volvió a reír a carcajadas.  Después de un tiempo, retiró su sonrisa, dio dos pasos hacia atrás, levantó las manos entrelazadas al Viejo Shang y dijo: “Agradezco a su señora en nombre del general Ran.  Adiós."

"No hay necesidad de ser tan educado, general".
Sun Yan volvió a sentarse en el asiento que había colocado en medio de la calle.  Al ver al Viejo Shang subirse al carruaje y seguir promocionando a Chen Rong, no pudo evitar reírse de nuevo.

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