Mei Gongqing

Capítulo 70:Personalidad

Aún era mediodía cuando el carruaje de Chen Sanlang se detuvo en el patio de Chen Rong al día siguiente.  "Ah Rong, vámonos", llamó un sirviente.

Chen Rong respondió y luego sacó su cítara.

Cuando llegó a la puerta, se sorprendió al encontrar a Chen Wei mirando desde la puerta de al lado, observándola con curiosidad y los carruajes de Chen Sanlang.  Parecía un poco temerosa de él, porque sus ojos miraban nerviosamente alrededor.

Cuando Chen Rong se acercó, Chen Sanlang levantó la cortina de su carruaje y echó un vistazo a la cítara en sus manos.  "¿No nos hará quedar mal una cítara tan ordinaria?"  comentó con el ceño fruncido.

Luego se inclinó hacia afuera y le entregó una cítara exquisitamente hecha con incrustaciones de jade y perlas a Chen Rong, sonriendo todo el tiempo: “Afortunadamente, su tercer hermano está bien preparado.  Ah Rong, usa este ".

Intencionalmente o no, su mano rozó el dorso de la de porcelana de ella cuando le dio el instrumento.

Chen Rong sostuvo su cítara con la misma apariencia fiel y dio un paso hacia atrás, sonriendo levemente: "Estás innecesariamente preocupado, tercer hermano.  Qilang ha visto mi cítara antes ".

Chen Sanlang hizo una pausa para recordar que Chen Rong había tocado "La canción de amor del Fénix" frente a todos para Wang Qilang.  Sacudió la cabeza, murmurando: —Entonces no importa.  Haz lo que desees."

Volvió a bajar la cítara y luego miró el pecho lleno de Chen Rong, riendo mientras lo hacía: "Ah Rong, ven a sentarte conmigo en el mismo carruaje.  Debemos informar a los forasteros cuán cercanos somos los hermanos ".

"Gracias tercer hermano, pero ya prepararon mi viaje", dijo Chen Rong con un movimiento de cabeza y una sonrisa.  Luego se volvió y caminó hacia su carruaje.

Sin darse cuenta, Chen Rong notó que Chen Wei se asomaba detrás de la puerta con algo de envidia.

Chen Rong retiró la mirada, se levantó la falda y entró, después de lo cual los dos vehículos se dirigieron a la puerta principal, uno tras otro.

"Escuché que tú y Wang Qilang se conocieron en el camino, ¿es cierto?"  Chen Sanlang levantó la cortina y le sonrió a Chen Rong.  "¿Y fue entonces cuando le llamó la atención?"

Detrás de la cortina llegó la encantadora voz de Chen Rong, que tenía un encanto misterioso al igual que su apariencia.  Chen Sanlang entrecerró los ojos mientras disfrutaba escuchando su respuesta.  "Wang Qilang es todo un caballero", dijo.  "Simplemente le he hablado una o dos veces".

“La Casa de Wang ocupa el primer lugar entre la nobleza”, le dijo Chen Sanlang, “y su tótem es Qilang.  Meimei, es una gran suerte que alguien de tu estación se haga amigo de él y reciba su buena opinión ".

Chen Rong pudo escuchar por sus palabras que pensó que ella estaba alcanzando la luna incluso si se convirtiera en la concubina de Wang Qilang.  Pero aunque solo sería una concubina, sería una de las favoritas gracias a la buena opinión de Wang Qilang sobre ella.

Ella bajó los ojos en una mueca secreta, pero respondió obedientemente: "Sí, tienes razón".  Chen Sanlang observó la elegante figura de Chen Rong mientras sus entrañas picaban con picazón.  Ninguna de las cortesanas que había conocido podía igualar a esta chica llamada Ah Rong, ni sus figuras ni sus rostros.  Sin mencionar que tenía el aplomo y el aire de la nobleza tan completamente diferente de esas mujeres de baja cuna.  La chica ante sus ojos era una maravilla;  lástima que fuera prima.

Después de un tiempo, lamentablemente retiró la mirada y, cuando recordó sus propios asuntos, sonrió y dijo: "Ah Rong, recomiende a su tercer hermano al conocido de Qilang cuando lo vea".