Capítulo 3 - Kratos aparece

11.3K 681 202
                                    

Al rubio se le espantó el sueño con esa voz que se escuchaba grave y avejentada. Volteó a ver a todos lados, pero no veía a nadie alrededor. Y además, se dio cuenta que no estaba en su habitación, sino en un lugar blanco y sin fin.

—¿Qui-quien está ahí? —decía el pequeño rubio con algo de temor en su voz, mientras hacía eco en todo ese lugar.

—Tienes miedo, lo puedo notar en tu voz. El miedo es una carga pesada.

—No tengo miedo, ahora muéstrate de una vez, ¡cobarde! —decía ahora con algo de enojo en su voz.

—Y tu ira te controla. Habrá mucho en que trabajar. —En eso, se materializa en frente de Naruto un hombre grande, fornido, con la piel pálida y una marca de color rojo que empezaba desde el ojo y se alcanzaba a ver un poco en su hombro. Totalmente calvo, y con una gran barba que lo hacía verse mas imponente, y al mismo tiempo sabio.

(En esta historia, Kratos jamas obtuvo su hacha Leviathan, sin embargo si conservó su ropa nórdica)

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

(En esta historia, Kratos jamas obtuvo su hacha Leviathan, sin embargo si conservó su ropa nórdica)

—¿Qui-qui-quien es usted? —decía el rubio ligeramente temblando por el porte imponente del hombre frente a él.

—Mi nombre es Kratos. Estoy aquí por una cosa.

—¿Y-y eso es?

—Guerra —dice el hombre calvo muy parco, pero con mucho peso en su voz, y un ligero remordimiento imperceptible.

—¿Guerra? ¿De que está hablando? ¿Y por qué me dice esto a mi?

—El día de tu nacimiento, algo tenia que pasar, algo muy malo. Pero yo lo evité. Evité que el dios de la muerte te pusiera las manos encima. Y también dijo una profecía, la recuerdo muy bien.

Nació en el mundo de los mortales, pero su poder es celestial.

Será este mismo mundo el que guiará su camino entre la oscuridad y la luz.

La creación misma sera protegida por este guerrero, o la condenará al caos del que nació.

Las manos de la muerte no lo podrán derrotar, y los hilos del destino no lo detendrán.

Porta en su interior un poder ancestral, apocalíptico, y de temer.

El destino del mundo yace en sus manos.

—Podría haber intervenido, pero el dios ya no hizo nada, así que lo dejé pasar. Parece ser que esa profecía fue malinterpretada por tus padres, y creyeron que se refería a alguno de tus hermanos por tener a una bestia dentro de ellos. Les llaman bijuus en estas tierras.

—Bueno, creo que eso explica muchas cosas. Ese manto rojo, debí suponerlo —decía el niño, mientras se ponía triste al recordar los últimos tres años de soledad y abandono por parte de sus padres por disponer toda su atención en sus otros dos hermanos.

—Tu pasado no nos concierne, niño. Puedo ver claramente que la ira corre por tus venas, y sin embargo, no la externas tan fácilmente. ¿A que se debe eso?

Con mucha información aun por procesar, el rubio se queda en silencio por unos segundos, y después toma la palabra.

—Bueno, mi abuelito siempre ha dicho que hay que ser mejor que solo personas llenas de odio, y nada mas que odio. Es difícil hacerlo, en especial cuando tus padres prefieren a tus hermanos, ¡y te olvidan por que ellos son diferentes! ¡Yo también soy su hijo, maldita sea! —dice el pequeño ojiazul dejando salir su coraje por unos momentos.

Lo que dijo el niño sobre su abuelo era algo que hizo recordar al espartano sobre su pasado. Quien quiera que fuera el mentor del chico lo estaba instruyendo muy bien.

—Cálmate, niño. Como dije, tu pasado no nos concierne. Aunque puedo ver que no mientes en tus palabras. Necesitas un mentor que conozca la ira mejor que nadie, y como controlarla. Vienen muchas guerras a futuro, y no estás preparado. Yo seré tu maestro, niño.

—¡¿En serio?! —decía el ojiazul con entusiasmo por la idea de tener un maestro que da la pinta de ser alguien muy fuerte y con experiencia—. ¿Entonces eso significa que debo empezar a llamarte... sensei?

—Llámame como creas conveniente, niño. A lo largo de estos cinco años porvenir te entrenaré, y te prepararé para sobrevivir a este cruel mundo y sus guerras. ¿Estás dispuesto a tomar este entrenamiento? No será fácil, y no seré blando contigo, niño. ¿Cual es tu respuesta?

Naruto se queda pensativo por unos segundos, tomando muchas resoluciones en su mente.

—Niñ... —El espartano es interrumpido a media palabra.

—Acepto... acepto ser tu discípulo. Les prometí que me convertiría en un shinobi fuerte, y eso es lo que haré. —Terminó de decir el rubio, y Kratos solo saco una media sonrisa imperceptible por su barba, ya que el niño le recordaba mucho a un camarada espartano del pasado.

—Muy bien. Ahora descansa. Afuera es de noche, y mañana comenzará tu entrenamiento a partir de las seis de la mañana, y terminaremos al anochecer. ¿Está claro?

—Hai, Kratos-sensei. —Y así el rubio se dispuso a dormir muy emocionado porque al fin comenzaría su camino ninja, aunque él no supiera que los entrenamientos de su nuevo sensei serían el infierno en persona.

Y bueno raza, hasta aqui queda el tercer capitulo de esta serie, no puedo esperar a empezar a escribir mis demas ideas para los siguientes capitulos xD
Hasta la proxima shabos :D



El Último Espartano - IWhere stories live. Discover now