Capítulo 5 - Cumpleaños

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Ha pasado un año exacto desde que Naruto se convirtió en el alumno del Fantasma de Esparta, en el cual, Naruto logró obtener un físico bien formado. Nada exagerado ni cliché, pero tampoco nada común en un niño de ahora ocho años de edad. El rubio aprendió a la perfección el estilo de lucha de Kratos, que en su mayoría se basaba en el estilo espartano, agregando una que otra técnica extra y algunas llaves para someter, todo gracias a sus clones de sombra.

Naruto aun no puede vencer a su maestro, pero si podría derrotar a cualquier genin o incluso la mayoría de chuunins en la aldea. También en este año, tanto Kratos como el ojiazul lograron conocerse un poco mejor, e incluso, ya llegan a platicar de cosas triviales entre los entrenamientos. También, Kratos le llegó a contar algunas de sus aventuras por todo el mundo, como aquella vez en la que derrotó a un monstruo marino gigante de tres cabezas, o cuando se convirtió en el general de su ciudad natal mas joven de la historia.

Cabe recalcar que a mediados del primer año de entrenamiento del rubio, Kratos le aconsejó comprar unas pesas para los tobillos y para los brazos, las cuales pesaban diez kilos cada una. Esto dificultó los ejercicios en general del rubio, pero al final dieron sus frutos, y ahora puede moverse con normalidad cuando las trae puestas.

El Sandaime Hokage terminó aceptando la propuesta de Naruto para hacer misiones rango D aun sin ser un shinobi, por lo cual, Naruto empezó a llamar un poco la atención en la gente mayor quienes eran las que encargaban este tipo de misiones, que mas bien eran tareas cotidianas como arrancar hierbas, ayudar en las compras, pintar cercas, etc. 

Esto provocó un efecto colateral inesperado, y es que la constante actividad del rubio en misiones de este tipo, causó que estas se terminaran muy rápido, y las nuevas que surgían, eran tomadas casi al instante por Naruto, dejando con una escasez de misiones rango D para los equipos genin en circulación.

Casi en los mismos días en los que se compró las pesas, también fue algunas veces a la biblioteca por libros en general de todo: historia ninja, hierbas medicinales, las naciones elementales, los bijus, técnicas de rango B y A, fuinjutsu, genjutsu, cocina, etc. Ya era muy conocido por la encargada de la biblioteca, quien le extrañaba, pero al mismo tiempo le alegraba que alguien tan joven se dedicara y empeñara en el mundo de la lectura, por lo que incluso a veces le daba descuentos muy buenos que permitieron a Naruto ahorrar dinero extra.

—Naruto —dice Kratos, llamando la atención de su alumno.

—¿Que sucede, sensei?

—¿Es que acaso no sabes que dia es hoy?

A lo que Naruto gira levemente la cabeza con los ojos cerrados, intentando recordar.

—Mmmmmmmm, no tengo idea.

—Es 10 de octubre, y eso significa que...

—Rayos, es cierto, hoy es mi cumpleaños, y no tengo idea de que hacer.

—Haz lo que te plazca. Hoy te daré el día libre, ve a divertirte un rato.

—¡¿Lo dice en serio, sensei?! —decía Naruto feliz, a lo que el espartano asiente en afirmación—.
¡Muy bien! Creo que iré con mi abuelito, hace mucho que no convivo con él, salvo cuando le pido misiones.

Dicho esto, Naruto salio corriendo hacia la casa de su abuelito, ya que hoy descansaba por ser día festivo por la "derrota" del Kyuubi hace ocho años. Al llegar a la casa de su abuelo, tocó la puerta, y a los pocos segundos la abrió el antes mencionado.

—Naruto, ¿qué haces aquí? Estaba a punto de ir a buscarte para felicitarte y traerte a comer a mi casa.

—¿Es que acaso no puedo visitar a mi abuelito? Ademas, ya no tienes que ir a buscarme, ya estoy aquí, jejeje.

El Último Espartano - IHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin