Capitulo 67 - Boda

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Al dia siguiente en la mañana, nuestro protagonista reunió en secreto a sus familiares mas cercanos, excepto a Karin, quien se estaba preparando para la ceremonia de mas tarde. Estando ahí todos, ademas de presentar a su hijo a quienes no lo conocían, también repartió los roles de cada personaje que participaría en la boda. A la pareja Uchiha, Mikoto y Fugaku, les tocó ser los padrinos de anillos, Kushina encaminaría a su esposa hacia el altar, dado que Karin no tenia padres.

Y así estuvieron planeando y asignando roles toda la mañana, hasta que todos tuvieron que despedirse de momento para poder arreglarse para la boda.

Toda la gente de la aldea estaba cordialmente invitada a la ceremonia, ya era decisión propia de cada persona en querer asistir o no. El inmenso jardín trasero del palacio fue acomodado de tal forma para que los invitados principales estuvieran en los asientos mas cercanos al altar. El resto de los asientos estaban organizados a los lados, obviamente dejando espacio para que la novia pasara por la parte central.

Dado a la gran población de Esparta, era imposible que todos pudieran estar en presencia del lugar, así que ese dia también estaría abierto el coliseo, donde se transmitiría toda la ceremonia. Y por si eso fuera poco, después de la ceremonia formal, la fiesta se llevaría a cabo en toda la planta baja del palacio, en ambos jardines, y también en el gran salón de eventos, el cual estaba debajo palacio.

Y para desgracia de la pareja de enamorados, a los dos les comenzó a dar una crisis nerviosa justamente media hora antes de que iniciara el festejo, teniendo ahora dos lados diferentes de la historia.

Naruto

El peliblanco tenia una guerra masiva dentro de su mente, donde los soldados que lo atormentaban eran la ansiedad, y el mero pensamiento de que Karin no llegaría, o ya estando en el altar, no aceptara ser su esposa. Todos esos pensamientos no tenían ni una pizca de lógica, ella lo amaba mucho, pero su mente le jugaba esas bromas pesadas a causa de los nervios, y por ende les hallaba mucho sentido en ese momento. La mayoría de invitados de honor ya estaban reunidos en los asientos asignados a ellos, pero quien mas hacía falta en el altar era Naruto, quien aun no se presentaba por esta lucha interna suya.

—¿Qué me está pasando? Este no soy yo. —Un poco de sudor recorrió la frente del peliblanco—. Todo va a salir bien. ¿Entonces porque me siento tan nervioso? —Naruto se hablaba a si mismo en esa solitaria habitación—. Siempre creí que estaría preparado para este dia... que ingenuo fui.

En eso, al peliblanco se le cruzó una idea muy descabellada, y que por alguna razón no se le había ocurrido cuando estuvo en Konoha. Probando sus nuevos poderes nacidos de la unión de las tres fuerzas primordiales, hizo algo que no podría calificarse ni siquiera como un kinjutsu, ya que esto era algo que solo él podía hacer.

—Desprendimiento de Almas Encarceladas.

Usando su mano derecha, la pegó a su pecho, y usando un poder especial que ni siquiera un dios común podría lograr comenzó a jalar de un plasma de color azul pálido que se desprendía de su cuerpo. Pero esto a diferencia del ritual del Shiki Fujin, no mataba o privaba al afectado de alguna de sus extremidades. Al estar a unos pocos segundos de que ese plasma se separara de su cuerpo, la energía se dividió en tres partes, las cuales tomaron la forma de tres entidades muy conocidas por todos los rincones del mundo shinobi. 

En una habitación del penúltimo piso del palacio del comandante de Esparta se encontraba el legendario Naruto frente a tres shinobis igualmente legendarios de renombre. Estos eran el Shodaime Hokage, Hashirama Senju. A su lado derecho, se encontraba su hermano menor, quien en mejores años fue el Nidaime Hokage, Tobirama Senju. Y para terminar con ese trío de grandes nombres, no podía faltar nada mas, ni nada menos que aquel quien fue apodado el Shinobi no Kami en sus mejores años, pero aun mas importante, quien forjó gran parte de lo que era ahora Naruto. Ahí estaba frente a él su abuelito, el Sandaime Hokage, Hiruzen Sarutobi. Los tres aun vestían con sus clásicas vestimentas de guerra que siempre ocultaban debajo con su vestuario de Hokage.

El Último Espartano - IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora